Después de una suba sostenida de varios días, la cotización del dólar en la plaza local cambió de tendencia desde fines de la semana pasada y hasta ayer, miércoles 22, cuando volvió a aumentar.
Después de una suba sostenida de varios días, la cotización del dólar en la plaza local cambió de tendencia desde fines de la semana pasada y hasta ayer, miércoles 22, cuando volvió a aumentar.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEn los últimos días, en el circuito mayorista —o “interbancario”, en la jerga del mercado— la divisa se operó a precios promedios cada vez menores y acercándose al número redondo de los $ 38. Sin embargo, ayer se dio una suba: las compraventas se efectuaron a $ 38,466, informó el Banco Central (BCU). Ese valor es 0,4% mayor que a fin del mes pasado.
En abril la cotización del dólar subió “punta a punta” —y prácticamente se mantuvo cuando se calculan promedios— respecto a marzo. De combinar eso y la inflación del mes en Uruguay y en algunos de sus principales socios comerciales surge que el Índice de Tipo de Cambio Real (ITCR) global aumentó 0,1% en ese período: la mejora en la relación de precios con Argentina, de 7,5%, compensó el deterioro con el resto.
El cálculo que hace Búsqueda —con similar metodología a la utilizada por el BCU— mostró, a su vez, una virtual estabilidad del ITCR (0,1%) en la comparación frente a abril de 2023. En ese análisis de períodos de 12 meses móviles, es la primera vez en 26 mediciones que no se da una baja. Ese resultado se explica porque el encarecimiento en dólares de Uruguay frente a los socios extrarregionales (-5%) fue menor al abaratamiento con Argentina y Brasil (9,3%, en promedio).
El exceso de lluvias de las últimas semanas está afectando el abastecimiento de frutas y verduras frescas. El BCU prevé que el encarecimiento de ese rubro, principalmente, provocará un alza de la tasa anual de inflación en estos meses y que en julio se ubicará en 5,5%, para ceder luego y terminar el año en 4,9%.
En los 12 meses cerrados en abril el Índice de Precios al Consumidor subió 3,7%, según el Instituto Nacional de Estadística.
Esas proyecciones en materia de inflación del BCU fueron analizadas el jueves 16 en el Comité de Política Monetaria (Copom), tras el cual el directorio del organismo mantuvo en 8,50% su tasa instrumental. El director en representación del Frente Amplio, Ignacio Berti, quedó en minoría: a su juicio había margen para un recorte.
Pero la ratificación de la tasa en su nivel en el cual está desde abril era la esperada, en general, por los analistas. El Copom “valoró positivamente la permanencia de la inflación en torno al centro del rango meta y la convergencia gradual de sus expectativas”, según el comunicado emitido el jueves pasado. La minuta de la reunión, publicada el martes 21, agregó que “este nivel de tasa, considerando las expectativas de inflación, implica que la política monetaria se mantenga en el entorno de la neutralidad”.
La última encuesta entre analistas realizada por el BCU, cuyos resultados se conocieron el mismo martes, mostró que —en mediana— la expectativa es que la inflación cierre el año en 5,50%, es decir, por encima de los guarismos proyectados por el organismo.
El BCU maneja como objetivo que el alza de precios minoristas en períodos anuales sea de entre 3% y 6%, aunque recientemente empezó a poner más énfasis en señalar como meta un 4,5%, con un margen de 1,5 puntos en más o en menos.
Según un análisis que circuló en los últimos días entre clientes de CPA/Ferrere, la política monetaria está ahora “en terreno neutral, lo que implica, en ausencia de una mayor caída de las expectativas, que el BCU tiene poco margen para futuros recortes de tasa”.
El próximo Copom será en julio.
La tasa de política monetaria procura incidir sobre el costo interbancario del dinero —los pesos— y, de esa forma, afectar la demanda agregada en la economía (por la vía del crédito). En las últimas semanas, las operaciones a un día en el mercado se concertaron en torno al 8,5% anual.
Esta política también puede tener influencia sobre las decisiones de manejo de portafolio por monedas de parte de los agentes. Desde gremiales agroexportadoras le atribuyen haber provocado un debilitamiento del valor nominal del dólar y el fenómeno del “atraso cambiario”.