Mientras avanza la vacunación contra el Covid-19, surgen atajos para obtener dosis fuera de agenda o acortar la espera

escribe Federica Chiarino 
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La pregunta se repetía una y otra vez. De boca de personas mayores y también de jóvenes. Una tras otra se acercaban al vallado del Antel Arena el lunes 12, cerca de las 22 horas, e interrogaban: “¿Quedan remanentes de vacunas? ¿Los van a dar?”. A los primeros con sonrisa y en un tono paciente y a los últimos entre resoplidos y revoleo de ojos una funcionaria de los vacunatorios instalados allí les repetía que no, que no había. A los que insistían les explicaba además que las dosis que se administran en ese centro son las del laboratorio chino Sinovac y que, cuando sobran, se refrigeran para el día siguiente. Agregaba que las dosis sobrantes que se entregan son las del laboratorio Pfizer y que se usan a veces en mutualistas para inocular a pacientes internados o con patologías graves.

Las mutualistas y los vacunatorios tienen un protocolo único de acción, elaborado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) para disponer de los remanentes de las vacunas Pfizer para el personal de la salud. De acuerdo a ese documento, las dosis que sobren podrán ser administradas a funcionarios y socios del prestador que cumplan con estos criterios: ser menor de 60 años, no haber tenido Covid-19 en los últimos seis meses y que tengan, a criterio de la dirección técnica del prestador, comorbilidades como diabetes, hipertensión arterial, asma, enfermedad pulmonar crónica, cardiopatías, obesidad e inmunodepresión de cualquier tipo. El protocolo advierte que en caso de que las dosis restantes superen el 30% de la capacidad diaria del centro de vacunación deben comunicarse con el Laboratorio Calmette, que les indicará cómo proceder.

Los remanentes empezaron a surgir desde las primeras jornadas de vacunación. A comienzos de marzo, los funcionarios de los vacunatorios no tenían del todo claro qué hacer con ellos. El miércoles 10 de ese mes, el MSP anunció que al día siguiente se vacunaría con las últimas dosis de la primera tanda de vacunas de Sinovac. En caso de que sobraran en vacunatorios de centros de prestadores de salud, tanto públicos como privados, podrían administrarse a las personas que cumplieran con los requisitos establecidos en el protocolo del MSP.

Ese jueves 11 de marzo hubo un horario más acotado en los vacunatorios, con el objetivo de agotar las dosis de Sinovac. Al otro día comenzarían a inocular con las de Pfizer y las de ambos laboratorios no podían coexistir en un mismo centro. Ese jueves, Micaela, de 27 años, obtuvo su primera dosis en el Antel Arena. Ella no tenía ninguna de las patologías que figuraban en la ordenanza del MSP. Tampoco pertenece al personal de la salud. Dos amigas se habían presentado antes, por ser asmáticas, y le avisaron que seguían quedando dosis sobrantes y que a última hora vacunarían a cualquier persona. “Y efectivamente así fue. Fui y me vacunaron”, contó a Búsqueda.

“Incluso las enfermeras nos agradecían por haber ido a último momento a vacunarnos. Nos repetían que las tenían que terminar en el día sí o sí”, agregó. El 8 de abril, ella y sus amigas obtuvieron la segunda dosis.

Casos como el de Micaela se difunden boca a boca y explican la cantidad de personas que, como ocurrió el lunes 12 de abril en el Antel Arena, acuden a los vacunatorios con la esperanza de conseguir vacunas fuera de agenda. Y aunque ese día se fueron sin ninguna dosis, a veces lo consiguen. Ya sea porque se enteran por amigos, conocidos o, en algún caso, por los mismos funcionarios de la salud, quienes les avisan que sobraron dosis y reservan el lugar, según distintos casos que fueron narrados a Búsqueda.

Así, hay personas que obtienen sus vacunas por fuera del sistema informático desarrollado por la compañía GeneXus.

El subsecretario de Salud, José Luis Satdjian, dijo a Búsqueda que no le consta que exista un uso distinto al del protocolo al momento de administrar las vacunas remanentes. Pero subrayó que si reciben denuncias de irregularidades iniciarán de inmediato investigaciones administrativas.

“Desde mi punto de vista, no hay nada que podamos hacer”, dijo a Búsqueda el director de GeneXus, Nicolás Jodal, al ser consultado sobre el acceso a remanentes que no son ingresados al sistema informático para distribuirse entre los agendados. Y agregó que actualmente no hay planes de incorporar algún mecanismo para administrar esas dosis a través del sistema.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda

Reagendados

Con el nuevo sistema de agenda, que implementó la “sala de espera virtual”, todas las personas que ingresaron sus datos pudieron reservarse un lugar para obtener su vacuna, aunque no se les confirmara de inmediato la fecha, hora y lugar para recibirla.

Ese nuevo sistema generó tranquilidad en algunos, que confiaron en que pronto les llegaría su confirmación y pudieron cerrar la computadora o dejar de lado el celular y esperar. Pero a otros les generó ansiedad al enterarse de que sus pares ya sabían cuándo y dónde se iban a vacunar. La ansiedad llevó a unos cuantos a adoptar una nueva modalidad para recibir las dosis cuanto antes: cancelar su solicitud y reagendarse en un nuevo lugar.

Fue lo que hizo Alejandro, de 45 años, que obtuvo su primera dosis el lunes 12 en un vacunatorio de la Asociación Española en Solymar, Ciudad de la Costa. Por compañeros de trabajo, se enteró de la apertura de ese centro, que tendría disponibilidad de vacunas y, al ser nuevo, su agenda estaría a estrenar. “Me la jugué, me desagendé y me volví a anotar en Solymar el viernes 9 sobre el mediodía, pensando que podía tener suerte o no, porque también podía quedar para el fondo de la cola”, contó a Búsqueda. “Sin embargo, el viernes de noche me llegó la confirmación de que me habían agendado”, agregó. Allí se fue el lunes y en 15 minutos salió con su primera dosis de Sinovac y la fecha para obtener la segunda, el 9 de mayo a la misma hora, en el mismo lugar.

Otro vacunatorio de reciente apertura fue el que se inauguró en una sede de la Médica Uruguaya en la ciudad de Toledo, en Canelones. Allí también asistieron varias personas de Montevideo que ya habían realizado su solicitud de reserva de hora en su departamento, pero prefirieron cancelarla y reagendarse para recibir las dosis antes.

El director de GeneXus explicó en varias ocasiones, en redes sociales y a distintos medios, por qué no era conveniente cancelar una solicitud para reagendarse en otro vacunatorio, aunque el sistema informático lo permita. En su explicación hizo referencia a una teoría matemática llamada “teoría de colas”, que concluye que en el promedio de los casos no conviene abandonar una lista de espera para intentar escalar posiciones en otra porque puede que la nueva lista se llene pronto y que la persona quede para el final.

Jodal contó a Búsqueda que ocurrieron varios casos de reagendas cuando se inauguró el vacunatorio del Aeropuerto de Carrasco, hace una semana. En la mayoría de los casos, cuando uno nuevo se inaugura, se le asignan los lugares disponibles a personas que estén en lista de espera para otros vacunatorios cercanos. Pero, en el caso del Aeropuerto, se decidió no hacer esto, por tratarse de un vacunatorio particular: las personas reciben sus dosis desde dentro de sus autos.

“En los otros vacunatorios nadie te preguntaba si tenías auto o no. Entonces, la queja que iba a haber era ‘me mandaron al vacunatorio pero yo no tengo auto’”, dijo el director de GeneXus. Entonces, se resolvió habilitar la agenda por orden de llegada. “Los que entraron primero, lo consiguieron”, afirmó, pero advirtió que hubo muchos que no obtuvieron su lugar en la agenda y quedaron para el final de la cola.

Por el momento, el sistema desarrollado por GeneXus no tiene forma de evitar que existan esos casos exitosos de reagendas, pero su director solicita que no se haga. En los últimos días hubo casos en los que, como Alejandro, otras personas consiguieron hora para vacunarse en otros departamentos o localidades. El problema es que “le están sacando el lugar a la gente que vive allí”, lamentó Jodal. Es que el sistema de agenda no tiene información sobre el domicilio de las personas. Tampoco hay intenciones de que la tenga porque sería “el Estado vigilando a los ciudadanos”, y “es algo que se quiso evitar”, agregó.

Información Nacional
2021-04-15T01:01:00