Mientras la infraestructura de control aéreo atraviesa situación crítica, el gobierno canceló una licitación para renovar equipos

escribe Martín Mocoroa 

El coronavirus y la reducción de la movilidad que desató a escala internacional impactó fuertemente en el transporte aéreo. Las consecuencias son tan grandes que organizaciones vinculadas al sector, como la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), estiman que el flujo de pasajeros previo a la pandemia recién se recuperaría sobre fines 2024 o principios de 2025. En Uruguay el fenómeno se reflejó en el reporte de operaciones de Corporación América, concesionario de los aeropuertos de Carrasco y Laguna del Sauce, que mostró una caída en la cantidad de pasajeros transportados de 92,7% al comparar abril del 2021 con abril del 2019.

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