Mientras tramita permisos, un proyecto de ciudad y hotel en una isla en Río Negro puso en venta lotes mediante token propio

escribe Ismael Grau 

La isla de Lobos más famosa del Uruguay es la ubicada a unos ocho kilómetros de Punta del Este, en el océano Atlántico. La otra, localizada en la confluencia de los ríos Uruguay y Negro, es más extensa y su historia cuenta que allí crecieron los primeros ganados traídos por los conquistadores españoles. Tiene menos glamour que la puntaesteña, quizás solo por ahora: un original proyecto inmobiliario impulsado por desarrolladores e inversores de varios países —argentinos, paraguayos, estadounidenses, sudafricanos, uruguayos, entre otros— está avanzando y empieza a hacerse público. Si prospera, la comunidad isleña se manejará con un token propio como “moneda” y tendrá, también, su Constitución.

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