Bajo el título de “Misa presidencial” se publicó una misiva en la sección “Cartas al Director” de Búsqueda del pasado jueves 7 de febrero del distinguido jurista don Miguel A. Semino, que no tengo el agrado de compartir.
Bajo el título de “Misa presidencial” se publicó una misiva en la sección “Cartas al Director” de Búsqueda del pasado jueves 7 de febrero del distinguido jurista don Miguel A. Semino, que no tengo el agrado de compartir.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLa carta en cuestión puede dividirse en dos partes. La primera está referida a la concurrencia a una misa a favor de la salud del mandatario (?) de Venezuela Hugo Chávez por parte del presidente Mujica, concurrencia que el autor de la misiva considera violatoria del artículo 5º de la Constitución; y la segunda, a un aviso mortuorio de la bancada de senadores del Partido Colorado relativo al deceso de la senadora Dalmás, del Frente Amplio.
Sobre la primera parte no voy a profundizar pues lo que me ha llamado la atención es la segunda. Simplemente digo que de acuerdo al artículo 5º de la Constitución al presidente de la República no le está vedado el participar a título personal en un acto religioso. Si lo hizo a ese título o a otro, no lo sé, pero reitero, es la segunda parte de la misiva lo que me lleva a escribir estas líneas.
A mi entender se equivoca el Dr. Semino. Y se equivoca varias veces. El Partido Colorado no es el partido del Sr. Batlle y Ordóñez. Que él haya sido una figura relevante de dicha colectividad política está fuera de toda discusión, pero ello no permite que se haga una afirmación tan tajante cuanto que errónea.
Veamos: 1) El Partido Colorado es la colectividad política fundada por el Brigadier General Don Fructuoso Rivera; 2) Aún en plena vigencia y vigor del batllismo surgieron corrientes distintas y diversas dentro del partido, como lo fueron el riverismo, el radicalismo (comúnmente llamado vierismo), el terrismo, devenido luego en blancoacevedismo y, en épocas más recientes y un tanto mimetizada, el pachequismo; 3) Todas estas corrientes de opinión, en su debido momento y lugar, dejaron su impronta dentro del partido, sea cual sea la óptica con que se las observe; 4) Lo más importante: el Partido Colorado no tiene dueños más que en los propios colorados.
Simplemente por aquello de quien calla otorga, es que distraigo la atención del Sr. Director, discrepando con una postura tan tajante y, sin ánimo de ofender, un poco fuera de época. Por tanto, si los señores integrantes actuales de la bancada de senadores del Partido Colorado mandaron publicar ese aviso fúnebre en los términos que lo hicieron, estaban en todo su derecho de hacerlo.
Atentamente:
Dr. Esc. César Eduardo Fontana