Molesto con el manejo de la crisis hídrica, Lacalle Pou pasó al frente, pidió no hablar sin autorización y creó grupo de WhatsApp

Apenas comenzado ese encuentro, según relataron fuentes del gobierno, el presidente manifestó su descontento con la forma en cómo había sido manejada la comunicación de la crisis hídrica que atraviesa el país, debido a la falta de lluvias. Frente a los jerarcas, se mostró firme al indicar que necesitaba que todos fueran “cuidadosos y celosos” en las declaraciones públicas sobre el tema. De hecho, informó que a partir de ese momento él encabezaría la comunicación en lo que refiere a aspectos políticos. Los anuncios ahora se harán desde Presidencia, dijo a Búsqueda una fuente de Torre Ejecutiva.

Las medidas buscaron producir un efecto más de “blindaje político” que de solución parcial a los problemas, según los informantes. De esta manera, el gobierno pretende evitar entrar en discusiones o cuestionamientos y cerrar diferentes frentes de comunicación.

Antes de reunirse con los jerarcas involucrados, Lacalle Pou tuvo un encuentro el jueves 15 con el senador colorado Adrián Peña, exministro de Ambiente. El coordinador del sector Ciudadanos le llevó una propuesta al presidente vinculada a los problemas que existen hoy en la frontera del país con Argentina por la diferencia cambiaria. Tras intercambiar sobre diferentes temas y en un tono más informal, el mandatario le consultó al actual senador sobre cómo veía la situación de la crisis hídrica y qué haría al respecto. Ante la consulta, Peña opinó que era momento de decretar la emergencia hídrica.

Medidas

Afuera de la reunión del lunes, las autoridades conversaban acerca de los días de suministro de agua potable que quedaban, que con los actuales niveles de salinidad alcanzarían para 15 más. Si la situación climática no cambia, pasado ese plazo la única opción sería incrementar la salinidad ante la falta de agua dulce, principalmente de Paso Severino, momento en que desde Salud Pública deberán informar si el recurso es o no apto para su consumo.

Desde OSE, en tanto, plantearon la posibilidad de aumentar progresivamente la salinidad para tener más reservas, que caen día a día a mínimos históricos.

En ese marco, entre las medidas anunciadas el presidente informó que el martes 20 comenzaría la obra de un embalse en el río San José y una obra de infraestructura con cañerías para tener una fuente más de agua potable. Para eso, OSE ya encargó la cañería a Brasil y un plastiducto a Argentina, agregó, y estimó que los trabajos llevarán unos 30 días.

Paralelamente, el proyecto de ley para la exoneración de impuestos al agua embotellada fue aprobado el miércoles 21 en la Cámara de Senadores por unanimidad, y pasará a tratarse prontamente en el plenario de Diputados.

Además, el gobierno comenzará a reportar día a día a la población sobre la calidad del agua suministrada. Si bien el presidente dijo que el abastecimiento está “asegurado”, la variable “calidad” ya no puede garantizarse: “Seguramente se eleven las cifras de los cloruros y el sodio. Estamos hablando con los técnicos del Ministerio de Salud Pública para saber hasta dónde podemos llevar esos registros”, agregó durante la conferencia.

En el ámbito político, en tanto, la crisis continúa causando rispideces. La intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, dijo el martes en conferencia de prensa estar “indignadísima”, tras conocer que el Ministerio de Economía le negó al gobierno departamental la posibilidad de acceder a fondos no reembolsables del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para implementar acciones de apoyo vinculadas a la crisis hídrica.

Sin embargo, a su vez, Delgado negó en declaraciones a Subrayado que el organismo fuera a conceder esos fondos a la Intendencia de Montevideo. “Lo que hicimos fue hablar con el director ejecutivo del BID y no hay ningún préstamo habilitado a la intendencia no reembolsable para la crisis hídrica. No está arriba de la mesa ni está habilitado. No sé de dónde salió”, indicó.