Nacional, Boca y el eterno dilema presupuestal del fútbol uruguayo

Juan Francisco Pittaluga  

Es costumbre que previo a los partidos internacionales por torneos como la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana, las directivas de los equipos rivales se reúnan en una cena de camaradería. Hay intercambio de regalos, pronósticos para el partido, anécdotas de fútbol, posibilidad de negocios juntos y también un repaso informal a los números económicos que cada club maneja. Los dirigentes uruguayos suelen irse apesadumbrados cuando se juntan con la mayoría de sus pares, especialmente los de Argentina y Brasil. Ahí conocen de primera mano las cifras que invierten otras instituciones en sus planteles principales: sueldos, primas, premios, préstamos y porcentajes de fichas de jugadores, entre otros puntos relacionados con los gastos de un plantel de primera división, que conforman un combo económico imposible de afrontar en Uruguay.

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