OIT dice que regímenes de monotributo ayudaron a la formalización, aunque podrían dar lugar a una protección “de segunda”

REDACCIÓN  

Cuando la legislación uruguaya incorporó el régimen de monotributo, en 2001, la cantidad de trabajadores informales representaba el 43% de los ocupados. En algo más de 20 años, la cifra se redujo a la mitad y la creación de ese régimen de aportes simplificados y mínimos es una de las posibles explicaciones de este descenso. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) considera que este modelo fue “una de las medidas asociadas a esa reducción”, pero critica alguno de sus aspectos, que puede consolidar un “régimen de seguridad social de segunda”, según concluye en su informe Monotributo y monotributo social en Uruguay: apreciaciones de trabajadores y trabajadoras monotributistas.

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