En temas de agua, Uruguay aparece como un país relativamente avanzado. En algunas áreas, como el suministro de agua potable, la situación es decididamente muy buena. En otras, como la planificación de los recursos hídricos o el saneamiento, tiene mucho trabajo por delante, pero está en el rumbo correcto.
Para el especialista del Banco Mundial Jean-Martin Brault, Uruguay es una especie de “laboratorio”para el mundo y la región. Lo dice con propiedad, porque su trabajo consiste en traer al país “lecciones globales”y exportar al mundo soluciones aplicadas por empresas como OSE. De hecho, próximamente viajará a África a presentar experiencias uruguayas en saneamiento y recientemente colaboró con delegaciones de Panamá, Honduras y Argentina que vinieron a conocer el trabajo de OSE.
Brault es ingeniero. Nació en Brasil, pero sus padres son canadienses y vivió en ese país la mayor parte de su vida. Ahora está basado en Uruguay, tiene una esposa uruguaya, y se desempeña como especialista senior en Agua y Saneamiento del Banco Mundial. Por esa misma organización, trabajó antes en África y Medio Oriente. Su diagnóstico sobre la situación del país en torno al agua se resume en una frase: “Hay mucho por hacer pero los caminos que está tomando Uruguay son correctos”.
Ozono y abordaje transfronterizo.
La presencia de cianobacterias en los cursos de agua es uno de los principales desafíos que el país tiene por delante. Es también una de las principales áreas de trabajo que están desarrollando juntos el Banco Mundial y la OSE, dos instituciones con vínculos desde 1988.
Brault explica que hay tres enfoques para el combate a las cianobacterias: el trabajo aguas arriba, en la toma de agua (evitar que las cianobacterias entren al cuerpo de agua que se usa para la potabilización), y en los procesos de tratamiento para asegurar la calidad del agua potable. A OSE le corresponden los últimos dos enfoques y, según el ingeniero canadiense, “lo está haciendo bien”.
En particular, destaca un proyecto que puede convertirla en la primera empresa pública en aplicar esa solución en la región. Se trata de la implementación de un sistema de aplicación de ozono en la Laguna del Sauce, de donde se toma el agua para el suministro de Maldonado y donde ha habido repetidos episodios de cianobacterias.
OSE fue quien decidió recorrer esa línea de trabajo, pero se encontró con dificultades para dar con expertos independientes que la ayudaran. El Banco Mundial hizo el vínculo con la compañía Stan Tec, que tiene numerosas plantas similares en Canadá y en distintos países del mundo.
Actualmente OSE, Stan Tec y el Banco Mundial están trabajando en las especificaciones técnicas del pliego de licitación. El objetivo es que el ozono, mediante la oxidación, elimine los compuestos de sabor y olor en el agua, así como las toxinas que provocan las cianobacterias. Su aplicación implicará también una reducción del uso de cloro, ya que también tiene efectos de desinfección.
La idea de OSE es probar esta solución y si funciona bien, replicarla en Aguas Corrientes para el abastecimiento de Montevideo y el Área Metropolitana.
Con respecto a otras soluciones disponibles —como el carbón activado—, el ozono es más potente. “Es un reactivo que se probó que elimina absolutamente todo”, comenta Brault. El ozono es oxígeno (O3) y es mucho más “inofensivo”que otras alternativas. Además, el agua no sale con ozono porque se destruye en el camino.
El costo de incorporar ozono al proceso aún no está evaluado, aunque Brault estima que puede rondar los US$ 10 millones.
“La experiencia de OSE les va a servir a muchos países de la región. Va a ser la primera empresa pública que va a probar el uso de ozono y eso es muy importante para nosotros también”, valoró.
Consultado por Búsqueda, el presidente de OSE, Milton Machado, confirmó que están decididos a incorporar ozono. Según dijo, hasta existía la posibilidad de acceder a un préstamo de US$ 8 millones del Banco Mundial para financiarlo, pero el organismo decidió dejarlo en suspenso por el cambio de gobierno. La licitación quedará para el próximo período. Ahora están instalando allí filtros de carbón granular, pero la obra cilvil ya prevé las plataformas para que más adelante se puedan instalar los tanques que requiere el sistema de ozono.
Brault considera que el proyecto puede ayudar a OSE a revertir la pérdida de confianza de la población. Cuenta sorprendido que los uruguayos le dicen que el agua potable del país “es muy mala”cuando en realidad es “muy buena”. Él mismo asegura que la consume en su casa.
“Es muy difícil deshacer un evento mediatizado de mala calidad de agua”, dice, y destaca el cambio que hizo la OSE en el último tiempo, de empezar a preocuparse por la satisfacción de los clientes.
Más allá de esos esfuerzos, Brault considera que las cianobacterias son un problema de cuenca que debe ser abordado en conjunto con Argentina y Brasil. El Banco Mundial está decidido a impulsar el diálogo entre los tres países, afirma. Debido a los cambios de gobierno, comenzará utilizando instancias como las de la Comisión Administradora del Río de la Plata. Sabe que se trata de un desafío “difícil”porque cada gobierno tiene prioridades diferentes, pero cree que es posible lograr avances si se encuentran intereses en común.
Mucho por hacer.
En temas de agua potable, “Uruguay está muy avanzado, no hay dudas”, opina Brault. De todos modos, considera que aún hay mucho trabajo por hacer. Un ejemplo es el agua no contabilizada, que ronda el 52%.
El especialista destaca que OSE desarrolló tecnología innovadora para combatir el problema pero aún no se ha expandido su uso. Considera un ejemplo de esto la tecnología electromagnética que desarrolló la empresa para detectar fugas por zonas. Para Brault, proyectos como ese a la larga le permitirán a OSE mejorar mucho sus resultados. “Uruguay es un generador de conocimiento. OSE tiene todas las herramientas, la metodología y la mentalidad para lograrlo. Ahora hay que poner el esfuerzo y la plata. Van a ser muchos años de trabajo en los que no hay que perder el rumbo ni la fe”.
Algo similar ve Brault en la planificación de recursos hídricos, tarea que le corresponde a la Dirección Nacional de Aguas y que el gobierno entrante planea incorporar al nuevo Ministerio de Medio Ambiente y Agua. El ingeniero canadiense sostiene que el Plan Nacional de Aguas “es un documento muy bien hecho”, tanto que lo usa como ejemplo en la región. Resta ver cuánto se implementará.
Lo mismo aplica al saneamiento. En esa área, sostuvo, “el propio gobierno sabe que le queda mucho por hacer”porque hay un 40% de la población que todavía tiene saneamiento in situ o soluciones alternativas a la colección de aguas residuales y su tratamiento. Eso, de por sí, no es un problema para Brault que cuenta que el Banco Mundial impulsa la apertura de opciones.
En ese sentido, destaca al Plan Nacional de Saneamiento por “abrir el menú”. Eso es “interesante”y “sirve de ejemplo”. De nuevo, el Banco Mundial quiere exportar la experiencia uruguaya.
“Nos parece muy bueno que Uruguay diga ‘no tenemos la plata para hacer plantas de tratamiento por todo el país y vamos a implementar, en fases, diferentes soluciones adecuadas a nuestra situación’. Hay cobertura baja en redes y saneamiento, falta regulación y control de las barométricas, pero las ideas que tienen son muy buenas”, opinó.
Información Nacional
2020-02-06T00:00:00
2020-02-06T00:00:00