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En la mañana del viernes 18 de setiembre, una veintena de estudiantes quiso ocupar la sede del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) para que el gobierno destinara más recursos para la educación. Como el edificio estaba cerrado y un guardia les dijo que no se abriría hasta más tarde, el grupo se dirigió al cercano edificio en el que tiene su sede el Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y puso en riesgo, sin saberlo, una importante inversión en materia de seguridad pública realizada por el Ministerio del Interior.
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En efecto, confirmaron a Búsqueda fuentes de esa secretaría de Estado, en el edificio de avenida Libertador y Colonia que el Banco de Seguros (BSE) subarrienda a varias reparticiones públicas, Interior tiene instalado componentes clave de “El Guardián”, un software adquirido en Brasil a un costo de alrededor de 2 millones de dólares para el rastreo e intercepción de llamadas telefónicas, correos electrónicos y redes sociales.
Las características y el funcionamiento de “El Guardián” fueron mantenidos en reserva por las autoridades debido a que se trata de un asunto de alta sensibilidad en la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico, lo que fue cuestionado por la oposición.
Los ocupantes del edificio de avenida Libertador, en su mayoría menores de edad pertenecientes a los institutos Dámaso Antonio Larrañaga, Francisco Bauzá y Héctor Miranda, algunos de ellos agrupados en la Coordinadora de Estudiantes de Enseñanza Media (CEEM), mantuvieron bajo control el edificio desde el viernes 18 hasta la noche del lunes 20, cuando un operativo policial dispuso el desalojo.
Si bien los ocupantes no accedieron a la oficina donde está “El Guardián”, el episodio preocupó a la Policía y al Ministerio del Interior. El tema fue objeto de discusión días después en la secretaría de Estado, precisaron las fuentes.
Molotov.
Un video difundido por Interior y disponible en Internet, mostró cómo un grupo de policías al mando del inspector Leonardo Calcagno, jefe de la Zona I de la Jefatura de Montevideo, ingresó al edificio por una entrada lateral y luego de la rotura de una puerta de vidrio accedió al hall de planta baja. Allí se encontró con un grupo de militantes de diversas organizaciones que estaban prestando apoyo a los ocupantes.
Si bien el Ministerio sostuvo que cuando la Policía llegó al tercer piso del edificio los estudiantes ya se habían ido, otras fuentes insistieron en que los efectivos sí se cruzaron con ocupantes y buscaron atemorizarlos diciéndoles, por ejemplo, que llamaran a sus padres porque no los volverían a ver.
Los militantes de organizaciones que fueron a apoyar la ocupación, entre las que se encontraba Plenaria Memoria y Justicia, estaban preparados para un enfrentamiento con la Policía con cócteles molotov, trozos de hormigón de una obra que existe en el edificio y otros elementos, confirmaron a Búsqueda fuentes de la educación.
Finalmente, un escuadrón antidisturbios de la Guardia Republicana que no ingresó al edificio pero enfrentó los ataques de los manifestantes que estaban en el exterior, despejó el área recién después de que fuera atacado con piedras.
El desalojo del edificio donde funcionan el Codicen y otras reparticiones de la ANEP, del Ministerio de Economía, Pluna Ente Autónomo y el Registro Nacional de Empresas de Seguridad (Renaemse) se efectuó sin que se hicieran presentes autoridades de la Educación ni parlamentarios del oficialismo y, aunque no produjo heridos graves, tuvo diez procesamientos y provocó fuerte polémica en la izquierda.