—Este año estamos celebrando los 30 años de operación en Uruguay; en Colonia se estableció en abril de 1993. En el devenir de estos años, esta planta ha ido asumiendo más y más responsabilidad hasta llegar a hoy, que abastece a los 23 países en Latinoamérica, de México para abajo, incluyendo a Uruguay.
La organización ha hecho una gran apuesta con nosotros y estamos dando los resultados esperados en cualquiera de las aristas del negocio. Igual a nosotros solo hay ocho plantas de concentrados en el mundo, repartidas y atendiendo varias regiones. Pero la particularidad que tiene Colonia es que está tipificada como una de las cuatro plantas grandes que tiene PepsiCo (dos en Irlanda y otra en Singapur). Por los volúmenes y mercados que atiende es una planta multimercado. Tenemos una responsabilidad muy grande.
—Cuando arrancó la operación aquí, ¿a cuántos mercados abastecía?
—En el devenir de los años, con esta planta tuvimos responsabilidades que pasaban por el abastecimiento de países asiáticos, por ejemplo. Pero con la llegada de (la planta de) Singapur hubo un reacomodo en la cadena global de suministro. Desde el 2017 en adelante la planta de Colonia está fundamentalmente atendiendo mercados en la región latinoamericana. Todas las operaciones previas que PepsiCo tenía de abastecimiento de concentrado en la región las conglomeró en Uruguay. La apuesta fue hacer un centro único de abastecimiento para Latinoamérica desde aquí. Al final del día, es uno de los (factores) racionales que explican las inversiones que en este momento estamos llevando a cabo acá.
—¿Qué factores hicieron fortalecer el negocio en Uruguay?
—Uno determinante tiene que ver con la estabilidad política y jurídica que ofrece Uruguay. Es una democracia muy madura y tiene estructuras bastante sólidas. Otro elemento muy importante es la calidad humana y profesional que tenemos en Uruguay, desde las áreas de ingeniería, pasando por automatización, inteligencia artificial, finanzas. En cualquiera de las áreas funcionales que esta planta requiere el capital humano que Uruguay ofrece es de primer orden. Destacaría esa mezcla de estabilidad política, un marco jurídico bastante sólido y la calidad humana. Hay un cóctel macro que Uruguay ofrece.
—En ese cóctel, ¿cuánto pondera estar en una zona franca?
—Obviamente, tiene las ventajas fiscales, no impuesto a la renta, nuestras materias primas entran al país sin impuesto de Aduanas, etc. Es un factor fundamental para el hecho de estar acá en Uruguay. También Uruguay es un país que geográficamente tiene la bondad de estar en el medio de dos grandes como Brasil y Argentina, con acceso terrestre y marítimo excelente. Las aduanas funcionan de manera bastante fluida. Nos apalancamos también de los acuerdos comerciales, el hecho de estar en el Mercosur es un elemento bastante importante, o el TLC que tenemos con México. Ese cóctel es la ecuación que hace que estemos acá.
—Tiene un horizonte de actividad hasta el 2041, tras haber renovado el permiso de usuario por 20 años más…
—Sí, tuvimos una negociación bastante interesante, porque fue dual. Una negociación de renovación con el Estado como usuarios de zona franca hasta el 2041 y también un acuerdo comercial con el explotador, que es un administrador privado. Y creo que esas reglas claras del juego y ese horizonte de 20 años ya seguro contractualmente son elementos propicios para un ambiente de inversiones como el que tenemos ahora.
—Con la extensión del permiso y como contrapartida, PepsiCo anunció un plan de inversión y expansión para los siguientes tres años. ¿Cuánto lleva ejecutado?
—Sí, implica compromisos de inversión por alrededor de US$ 64 millones. Estamos superconvencidos de que los reportes a los que estamos obligados —como usuario de zona franca— a dar al gobierno están totalmente alineados con eso.
Según lo estipulado, para el tercer trimestre del próximo año efectivamente habremos materializado el total de la inversión. El plan tiene una cantidad de proyectos y el 100% está en progreso. Ya hemos concluido alguno de ellos, como nuestra nueva planta para procesar concentrado de Pepsicola. Nuestra planta de tratamiento de agua de ósmosis inversa está siendo completada y toda nuestra modernización del área de llenado de líquidos también. En diciembre va a entrar en funcionamiento nuestra nueva planta de efluentes. La inversión atiende tres aristas fundamentalmente: una que tiene que ver con el aumento de 60% de nuestra capacidad de producción, otra con atender planes de contingencia si pasa algo y hay que atender un mercado de alguna de las ocho plantas hermanas que tenemos en el mundo, y la última arista tiene que ver con infraestructura, con renovaciones tecnológicas y de activos que ya llegaron a su vida útil.
—Dijo que Colonia está tipificada como una de las plantas grandes de PepsiCo en el mundo. ¿Cuán grande, en cifras, es esta operación industrial para la economía uruguaya?
—Exportamos más de US$ 700 millones al año y eso representa 1,3% del PBI de Uruguay. El concentrado de bebidas es el quinto rubro dentro del ranking de exportación del país y tenemos más o menos el 5,3% de las exportaciones de Uruguay.
Desde el punto de vista de aporte a la economía del país nos sentimos orgullosos de los números que estamos generando acá. En términos de empleo, en este momento somos 260 personas en forma directa, incluyendo personal temporal contratado directamente. Y de forma indirecta tenemos a otras 205 personas con la gente que está en el comedor, la vigilancia, la compañía de limpieza. Hay un pool de unas 460 personas que hacen vida aquí en la planta diariamente.
—¿El empleo temporal se explica por la zafralidad de la producción?
—La curva de producción de la planta es bastante estable porque desde Uruguay abastecemos países que mientras aquí es invierno allá es verano y viceversa. El carácter temporal de las personas es para tareas administrativas o servicios que no hemos absorbido directamente o personal de piso para que, si hay un pico de demanda en cualquier país por una o dos semanas, se pueda atender esa producción inusual. Es personal que va y viene, es el amortiguador de la logística o los pedidos que tengamos.
En el caso de Uruguay, aquí en Colonia, por la reconfiguración de la cadena de suministros hemos crecido 40% en el volumen de concentrados en los últimos cinco años, lo que explica también el aumento de capacidad y las inversiones que estamos haciendo. En Brasil hemos tenido crecimientos importantes que se suman al crecimiento que hemos tenido en todos los mercados de Latinoamérica.
—Con la ampliación de capacidad, ¿cuánto prevé incrementar la exportación?
—La inversión tiene que ver con el hecho de estar listos para enfrentar crecimientos, que PepsiCo en Uruguay tenga el músculo para enfrentar nuevos retos, nuevos mercados, más volumen.
No es un planteamiento, pero tenemos la expectativa de que el Uruguay tenga las bases para seguir creciendo como lo ha hecho. Del 2013 a hoy hemos aumentado 70% nuestra plantilla de personal. PepsiCo ha venido progresivamente creciendo en volumen de producción y en gente.
Los planes en la planta prevén crecimiento en todos los mercados que hoy atendemos. Para hacer los cálculos, ahora estamos considerando 4% para el próximo año.
—Como centro de distribución para la región, los costos logísticos tienen un peso importante. Muchos industriales se quejan de eso y de los energéticos. ¿Cómo los evalúan?
—Debo decir que la vialidad de Uruguay es de primer mundo. El tema energético de Uruguay es fabuloso, somos una de las plantas de PepsiCo que tiene 100% de energía de fuentes renovables. Las vías de comunicación son de primer mundo, el Puerto de Montevideo, el tránsito de nuestros materiales —tanto de materias primas como de productos terminados— es fabuloso.
Los costos están dentro de nuestra ecuación y no conozco una circunstancia en la cual la compañía se haya visto preocupada particularmente por los costos logísticos en Uruguay.
En la organización hay una búsqueda continua de oportunidades, que llamamos productividad. Hay una responsabilidad proporcional en cada uno de los departamentos y funciones de la planta que tiene objetivos específicos en buscar mejoras en los costos a través de un plan que se viene cumpliendo. La particularidad es que esos ahorros se reinvierten en la operación. La performance de 2023 de Colonia es fabulosa y en el área específica de mejoras productivas estamos totalmente en verde.
—¿Qué puede mejorar Uruguay como localización de los negocios?
—En un ambiente en donde hay una armonía, como la que PepsiCo encuentra en Uruguay, siempre obviamente todo es perfectible, mejorable, pero es mejorar sobre lo que está funcionando. Honestamente no identifico algo, porque estamos por encima del 99% del área de cumplimiento de atender las órdenes de nuestros clientes, eso habla de que el abastecimiento de materia prima es totalmente óptimo, que la posibilidad de llegar a todos los mercados que atendemos en Latinoamérica es bastante óptima.
Esta planta ha sido galardonada en 2022 como planta del año, por encima de cualquier otra, porque las metas a las que ha llegado han sido fabulosas. En el ámbito de negocio donde estamos podemos superar a cualquiera, en una evaluación sana de la operación. En tres oportunidades hemos sido elegidos como la planta de mejor performance si nos comparamos con cualquier otra.