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Después de varios intentos frustrados en décadas anteriores, en 1966 los sindicatos uruguayos lograron unirse en una organización común a la que llamaron Convención Nacional de Trabajadores (CNT). En ese proceso —que se mantiene hoy como PIT-CNT y que es un caso particular en el mundo— fue clave la redacción de un estatuto que asegurara la convivencia entre corrientes ideológicas divergentes dentro de la clase trabajadora.
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El libro Organización y movimiento, central y convención (2016), fruto de un acuerdo entre el PIT-CNT y la Universidad de la República, recoge una cita de Wladimir Tiriansky, fundador e histórico dirigente del sindicato de UTE, que define el trabajo artesanal que permitió darle marco a la unidad. “Ni fue tan exigente que resultara inaplicable, ni tan laxo que resultara inexistente”.
Esa historia, además de la unidad, explica también por qué en el movimiento sindical son motivo de discusiones asuntos que en otras organizaciones serían un trámite. Un ejemplo es la realización del Congreso, la principal autoridad del PIT-CNT, en la que se definen los integrantes de la Mesa Representativa y del Secretariado Ejecutivo, y el enfoque de trabajo de los años siguientes.
El estatuto establece que el Congreso debe reunirse cada dos años. El último se realizó en mayo de 2018, pero aunque este año se cumplirá el período previsto, no está claro que vaya a realizarse uno nuevo. De hecho, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, no cree que sea el momento oportuno.
Existe una distancia entre el estatuto y la “práctica sindical”, explica consultado por Búsqueda. Los números lo dejan claro. El PIT-CNT —sin tomar en cuenta los 12 años de dictadura— tiene 41 años y lleva 13 Congresos realizados. Eso da un promedio de un Congreso cada tres años. Para más detalle, Pereira se apoya en algunos ejemplos concretos. Ya del primer Congreso al segundo pasaron tres años, y entre 1996 y 2001 no hubo ninguno. Entonces, concluye, la práctica nunca fue la de “cumplir a rajatabla con el estatuto”, sino que “el Congreso ha sido una respuesta a los momentos políticos nacionales”.
Justamente es el “momento político” lo que lo lleva a inclinarse por no hacerlo. “El Congreso es la instancia más importante del PIT-CNT, por eso hay que prepararlo adecuadamente. En el medio del tratamiento de la Ley de urgente consideración, de la Ley de Presupuesto, con 76 grupos de negociación colectiva de la actividad privada en curso, no parece ser el ambiente más adecuado”, argumenta.
Opositores y aliados.
La postura de Pereira no es compartida por las corrientes opositoras que, más allá de lo que digan los promedios, reclaman cumplir con el estatuto. El primero en salir al cruce fue el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), Sergio Sommaruga, consultado semanas atrás en Brecha.
“Si esa es su posición, está violando el estatuto. Él, como presidente (que es una figura que no existe en el estatuto) debería ser el primer responsable en hacer que se cumpla. El estatuto no es un chicle que se estira a conveniencia. De lo contrario, va a ser el responsable de romper la unidad. Tiene que haber un Congreso cada dos años. Si este año no se hace, creo que se va a complicar mucho, porque hay sindicatos que estamos reclamando mayor democracia”, decía Sommaruga en respuesta a Pereira, que en ese artículo esbozaba por primera vez su posición.
Sommaruga es uno de los referentes del Grupo de los 8, un ámbito de coordinación que integran, además del Sintep, el sindicato ferroviario, el de artes gráficas, el de UTE, el los trabajadores del Codicen, el de los funcionarios de la Udelar, el de los postales y el de los gastronómicos.
Con un tono menos confrontativo, también reclama que el Congreso se realice este año el secretario general de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), José Lorenzo López. COFE encabeza, junto al sindicato de la bebida y a Adeom, la corriente En Lucha, principal opositora a las mayoritarias Articulación y Partido Comunista.
“Hay que hacer el Congreso porque si no, se estaría violentando el estatuto y nosotros somos defensores del estatuto. Además, hay un cambio político grande y el movimiento sindical tiene que tomar definiciones estratégicas para afrontar lo que se viene”, argumenta en diálogo con Búsqueda.
Para López, Articulación y el Partido Comunista deberían estar aun más interesados en que se realice, dado que el cambio de gobierno modifica la visión de la etapa que promovieron en el Congreso de mayo de 2018.
La posición de Pereira respecto al Congreso tampoco es compartida por el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala. El dirigente del sindicato metalúrgico y miembro del Partido Comunista dijo a Búsqueda que “es necesario hacer el Congreso este año”.
Comunistas y Articulación hicieron para el último Congreso una alianza. Se unieron bajo el nombre de Corriente Gerardo Cuesta, lo que les permitió alcanzar amplias mayorías para aprobar el documento presentado y tener mayor peso en la conformación de la Mesa Representativa y el Secretariado Ejecutivo.
“Hay un cambio cualitativo importante. Otras fuerzas están en el gobierno, va a haber otras prioridades económicas y sociales, otras formas de manejo del conflicto social. Entonces, en principio, se requiere que la clase trabajadora se reúna en su organismo más importante que es el Congreso, que es el lugar donde se expresa además la democracia más profunda, y definir una cartografía, una orientación de lucha”, explicó Abdala.
En los sindicatos más grandes en los que los comunistas son mayoría eso ya está empezando a pasar. Abdala recordó que la Federación Uruguaya de la Salud (FUS) decidió adelantar su Congreso para abril, cuando el estatuto indicaba que debía hacerse en 2021. El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca), en tanto, tendrá su Congreso entre hoy jueves 13 y el viernes 14.
Abdala adelantó que es probable que su sindicato, la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (Untmra), también realice un “congreso extraordinario” o alguna instancia similar. “Se hace necesario ajustar la orientación”, concluyó.