Pese a que declaró lo contrario, Salgado es accionista de Nuevocentro

escribe Guillermo Draper 
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El Nuevocentro Shopping fue construido en un terreno que pertenecía a la empresa de transporte Cutcsa, quien lo cedió a cambio de una participación del 30% en un proyecto ajeno a su rubro. El presidente de la compañía entonces y ahora, Juan Salgado, tuvo un papel clave a la hora de lograr que más del 90% de la asamblea de accionistas de Cutcsa votara, en 2009, a favor del proyecto.

Salgado, exasesor presidencial durante el segundo gobierno de Tabaré Vázquez, declaró públicamente que no era socio del shopping, pese a que Cutcsa se había quedado con un tercio de ese emprendimiento comercial y de las torres de apartamentos que se construyeron al lado.

Sin embargo, Salgado y el gerente general de Cutcsa desde 1978 y síndico de Nuevocentro Shopping, Fernando Barcia, son accionistas del emprendimiento, primero a través de una sociedad anónima panameña llamada Landcroft Overseas S.A. y ahora mediante una uruguaya. Los otros accionistas de la offshore fueron Carlos Lecueder y Edgardo Novick, según documentos analizados por Búsqueda en el marco de los Pandora Papers, una investigación liderada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés) en la que participaron más de 100 medios de comunicación.

Las cosas claras

La construcción del shopping en el predio de Cutcsa fue una idea que surgió durante conversaciones informales entre dos amigos: Salgado y Novick, empresario devenido en candidato presidencial, según el relato del presidente de Cutcsa.

“Hay momentos en que hay que tener confianza, hay que estar jugado a la confianza entre las personas. Yo digo que hay que hacer las cosas, pero hay que tener un poco de suerte, y tuvimos suerte de encontrarnos en el camino Edgardo y yo y de conversar de la idea, y después de encontrarnos con una persona excelente, además de profesionalmente el número uno, que es Carlos Lecueder”, contó Salgado en una entrevista con En perspectiva el 21 de mayo de 2015, más de un año después de que el shopping abriera sus puertas.

—Repasemos cómo es el paquete accionario del Nuevocentro Shopping, cómo participa Cutcsa en esa empresa. El Nuevocentro Shopping está instalado en un predio que durante décadas ocupó la planta industrial de Cutcsa, los talleres —interrogó el periodista Emiliano Cotelo.

—Sí, era el predio tradicional, donde yo y muchos dimos los primeros pasos acompañando a nuestros padres ahí. Los primeros pasos realmente, aprendimos a caminar yendo a los ómnibus cuando nos llevaban nuestros padres. En cuanto al paquete accionario, para hablar de realidades y dejar de lado algunos mitos…

—El socio de Nuevocentro Shopping no es usted, no es Juan Salgado, el socio es Cutcsa —retrucó Cotelo.

—El socio es Cutcsa, que era el dueño del terreno. La visión de algunos como Añón, que empezó a comprar algún terrenito de ese predio después tan grande —se compraron terrenos de 1.000 metros, de 200 metros, hasta conformar lo que era la planta industrial José Añón— permitió tener un predio en el lugar más codiciado de Montevideo para hacer un centro comercial, según quien sabe de eso, que era Lecueder. Está en el centro geográfico de Montevideo. La sociedad está conformada por terceras partes: el estudio Lecueder tiene una tercera parte, el grupo Novick tiene una tercera parte y Cutcsa tiene la otra tercera parte. Cutcsa termina teniendo la tercera parte del shopping porque era la dueña del 100% del predio; hoy es dueña del 30%, pero no solo del predio, sino del predio y del centro comercial.

Los Pandora Papers indican que Salgado, actual titular de la Cámara de Transporte, sí tuvo y tiene acciones del shopping, más allá de la participación de Cutcsa.

Nuevocentro Shopping. Foto: Ricardo Antúnez / adhocFOTOS

“Antes” del cambio legal

Cuando la Intendencia de Montevideo estaba cerca de dar la habilitación a la construcción del Nuevocentro Shopping, el estudio Luis E. Lecueder comenzó los trámites para conseguir una sociedad anónima en una jurisdicción de baja tributación, de acuerdo con los Pandora Papers.

El 12 de agosto de 2012, el contador Guillermo Sanjurjo, hoy director del estudio Luis E. Lecueder, envió un mail a Alemán, Cordero, Galindo & Lee (Alcogal), un bufete con sede en Panamá especializado en el armado de sociedades anónimas, para plantearle que querían comprar una offshore domiciliada en Belice que fijara su directorio y accionistas “antes de la vigencia de la ley de transparencia”. La referencia era a la ley de Convergencia Técnica en Materia de Transparencia Fiscal Internacional, aprobada por el Parlamento uruguayo a mitad de ese año, que obligó, entre otras cosas, a registrar a los accionistas de sociedades anónimas. Además, Alcogal debía proveer el directorio, un servicio habitual.

Tras un breve intercambio de correos el estudio desistió de la opción Belice y planteó que la sociedad estuviera domiciliada en Panamá. Así, adquirió la sociedad Landcroft Overseas S.A., incorporada en el registro comercial panameño el 14 de febrero de 2012, una fecha anterior a la aprobación de la “ley de transparencia”. Los directores de la sociedad fueron provistos por Alcogal, se emitieron acciones en 10 títulos y se le otorgó un “poder general” de representación a Carlos Lecueder.

“Con la vigencia de la ley referida, muchos registraron las acciones a su nombre. Pero otros usaron vehículos societarios, jurídicamente legítimos, para mantener una suerte de razonable anonimato”, respondieron desde el estudio uruguayo ante una consulta de Búsqueda acerca de por qué era necesario que la sociedad estuviera vigente antes de la ley de 2012.

“Debemos comentar también que, en algunas oportunidades, grupos de accionistas se juntan dentro de una sociedad anónima para garantizar un voto en conjunto en las decisiones de las sociedades. Justamente, el caso de Nuevocentro Shopping”, añadió el estudio. “Dejamos constancia a la vez que las sociedades extranjeras facilitaban los costos de adquisición y tenían un valor de mantenimiento de menor costo. Eso explica su legítimo uso”.

En 2017 en Uruguay comenzó a regir una nueva ley vinculada a las sociedades anónimas que encareció los costos de las offshore. Desde ese año, dijo el estudio, “por imposición legal, es preciso también declarar los beneficiarios finales. Esto ha determinado el fin real del anonimato. Las sociedades anónimas solo tienen ese carácter en la mera letra. No más en la realidad”.

Entre los Pandora Papers están las resoluciones aprobadas por los directores de Landcroft Overseas, provistos por Alcogal, en los que se emiten acciones nominativas y se eliminan las acciones al portador. Juan Salgado y Fernando Barcia quedan con 3.000 acciones cada uno de las 10.000 acciones emitidas por la offshore, mientras que Edgardo Novick y Carlos Lecueder tenían 2.000 cada uno.

Las resoluciones están fechadas en 2016, pero en algunos casos los documentos fueron confeccionados en 2017.

Alcogal disolvió Landcroft Overseas a mediados del 2017 por orden del estudio uruguayo.

Sin andar “fanfarroneando”

Mientras estuvo operativa, Landrcoft Overseas tuvo el 10% del paquete accionario de Nuevocentro Shopping. Es decir que Salgado y Barcia tenían, cada uno, a través de esa offshore el 3% del paquete, mientras que Lecueder y Novick, 2% cada uno.

Cuando en 2017 cambió la legislación, esas acciones pasaron a manos de una sociedad anónima uruguaya que mantiene a esos cuatro beneficiarios finales, quienes reciben utilidades por su participación en el emprendimiento comercial.

Consultado por Búsqueda, Salgado dijo que no recordaba “nunca haber dicho si tenía o no tenía” acciones en Nuevocentro Shopping. Añadió que si en alguna ocasión dijo que no tenía, fue “quizás por la formación” recibida en su casa “de no andar diciendo lo que uno tiene”. Y poco después acotó: “Si lo dije en alguna nota o en algo, es ese tipo de formación… No soy de andar… fanfarroneando ni diciendo nada. Hay que decir las cosas donde hay que decirlas, pagarlas donde hay que pagar y punto”.

Salgado aseguró que le informó al Directorio de Cutcsa de la época que iba a comprar acciones del shopping porque había sido un pedido expreso de los inversionistas transmitido por el propio Lecueder. Reconoció que “es posible” que no todos los socios de Cutcsa estén al tanto porque “son muchos”.

Los inversores del shopping, dijo Salgado, querían “una estabilidad en cuanto a las decisiones importantes que tomara el shopping” y por eso plantearon que “los promotores” del proyecto integraran la sociedad.

“Fue como un pedido muy especial de que estuviéramos para darle ese tipo de seguridad” al proyecto, afirmó. “Cosa que a mí me obligó a hacer un esfuerzo importante desde el punto de vista económico para hacerlo, pero lo hice porque me parecía que era un muy buen negocio para la sociedad, para Cutcsa, sin duda ninguna”.

Interrogado acerca de por qué optar por una sociedad anónima panameña que estuviera registrada antes de la “ley de transparencia” y si eso no reflejaba un intento de ocultar a los beneficiarios de la sociedad, Salgado respondió que “no fue así”. Insistió en que junto con Barcia tuvieron que “adquirir” una parte de las acciones del 70% que tenían los inversores. “La invitación no venía con el costo incorporado, era invitación a participar como en cualquier negocio poniendo lo que corresponde”.

Salgado dijo que no recordaba cuánto había salido esa inversión que, según su relato, tuvo que hacer en el Nuevocentro Shopping. “Tuvimos que invertir lo que costaba el punto en ese momento, no hubo ningún otro precio. Como todo, una cosa cuando está en el pozo cuesta algo, después cuando está en funcionamiento, si tiene éxito, cuesta otra cosa. Eso es lo que tuvimos que invertir: exactamente lo que costaba en ese momento”.

Pandora Papers
2021-10-06T20:26:00