Philip Morris dice que el informe sobre la efectividad de medidas antitabaco “carece de validez” porque no incluye el contrabando

Eduardo Bianco, médico y presidente del CIET, opinó que “esta información va a servir para el arbitraje” en el juicio entre el Estado y Philip Morris, porque “a Uruguay se le acusa de que toma medidas irracionales que no sirven para nada” y la investigación “confirma la eficacia de las acciones” adoptadas desde el gobierno de Tabaré Vázquez (2005/2010) para reducir la cantidad de fumadores. (Búsqueda, Nº 1.673)

“Canadá es uno de los países más serios y estrictos en el combate al consumo del tabaco”, recordaron las fuentes. Pero el sondeo publicado por Health Canada descubrió que las advertencias sanitarias en las cajillas de cigarrillos no frenan a la mayoría de los fumadores.

El informe fue difundido el domingo 5 por el diario “The Ottawa Citizen”. El periódico recordó que las advertencias en los paquetes de cigarrillos comenzaron a aparecer en Canadá en el año 2000, lo que transformó a ese país en el primero en ponerlas en práctica. En Canadá, las cajillas tienen que estar cubiertas en un 75% por imágenes sobre las consecuencias negativas para la salud que acarrea el hábito de fumar.

Para medir la efectividad de estas medidas, el gobierno encargó a Environics Research Group una encuesta entre fumadores, que costó 140.000 dólares canadienses y evaluó en marzo las respuestas de 1.505 fumadores adultos.

La compulsa confirmó que la enorme mayoría de los encuestados reconoce que fumar es un problema de salud grande y citaron efectos tales como cáncer de pulmón, cáncer en general, ataques al corazón y eficemas.

Los fumadores dijeron que los mensajes en las cajillas son más efectivos para proveer información sobre salud y para alentarlos a fumar menos en presencia de otras personas.

Pero menos de la mitad las consideró efectivas a la hora de modificar sus hábitos como fumadores. Cuatro de cada diez dijeron que las advertencias aumentaron su deseo de dejar de fumar o les llevaron a intentar abandonar el cigarrillo. Y solo uno de cada tres manifestó que han sido efectivas para hacerlo fumar menos.

El contrabando crece.

Otras fuentes de la industria tabacalera criticaron el informe del CIET porque “no midió la prevalencia del tabaquismo en Uruguay sino la percepción, recordación o aceptación entre fumadores de las medidas aplicadas” en el país. “No se mide el impacto en la salud”, explicaron.

Agregaron que “el contrabando de cigarrillos en Uruguay no para de crecer”. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ubica a Uruguay entre los países con más contrabando de cigarrillos en América Latina (entre 20% y 30% del mercado), sólo superado por Bolivia, según el Atlas del Tabaco de esa entidad internacional.

En febrero pasado, la Dirección General Impositiva (DGI) informó que la recaudación del Impuesto Específico Interno (Imesi) por ventas de tabacos y cigarrillos aumentó 7,7% real en 2011 respecto a 2010. La DGI dijo que esto se “sustenta únicamente en el aumento de las cantidades comercializadas” porque “el impuesto por unidad” se mantuvo igual “desde la última suba decretada en febrero de 2010”. La recaudación de la DGI en 2011 por el mayor consumo de cigarrillos supuso ingresos por casi 265 millones de dólares.

“Empecinamiento nacional”.

El viernes 3, durante una reunión de la Asociación Internacional de Productores de Tabaco (ITGA, por su sigla en inglés) realizada en Santa Cruz do Sul (Brasil), su presidente, el argentino Jorge Néstor, opinó que mientras el presidente de Uruguay, José Mujica, propone legalizar el cultivo de marihuana, ponerlo a cargo del Estado y el mundo “discute esta propuesta seriamente, es increíble que se pretenda perseguir a los productores de tabaco que realizan una actividad legal, que paga impuestos y genera riqueza genuina”.

La ITGA rechazó la pretensión de la OMS de disminuir en todo el mundo las tierras destinadas al cultivo del tabaco. “Algunos burócratas en Ginebra, que nunca han visto una planta de tabaco, quieren eliminar la producción pero no tienen ninguna alternativa para 30 millones de agricultores”, protestó Néstor. Añadió que “el alcohol es un producto que separa a las familias, causa tragedias en las carreteras y no tiene estas restricciones”.

En una línea similar razonó el jueves 2 el diputado Daniel Radío Presta (Partido Independiente) durante una sesión de la Comisión Especial de Drogas y Adicciones con Fines Legislativos, en la Cámara Baja.

“Hay un empecinamiento nacional con relación al tema del tabaco, que es bárbaro porque es políticamente correcto: nadie se va a enojar si uno habla en contra del tabaco”, dijo. “Sin embargo, no me parece que haya la misma perspectiva respecto al consumo de alcohol, entre otras cosas porque el Estado financia propaganda de alcohol”, precisó.

Radío Presta, que es médico de profesión y es presidente de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados, consideró “llamativo que mientras respecto al tabaco hay una obstinación, todos los domingos, después de que termina un partido de fútbol, se elige al ‘Jugador Mac Pay’, una marca del Estado que este patrocina para que la gente crea que el jugador de más rendimiento es el ‘Jugador Mac Pay’”. Mac Pay es la marca del whisky que produce el Estado uruguayo.

El diputado juzgó “inconvenientes” los pictogramas que cubren las cajillas de cigarrillos. “A la gente hay que informarla y no aterrorizarla” y esas imágenes “parten de la base de que a la gente hay que meterle miedo con estas cosas”.

“Si esa fuera una estrategia coherente, deberíamos hacer lo mismo con los paquetes de manteca —me imagino los pictogramas con la gente en una silla de ruedas porque tuvo un infarto cerebral por haber tenido mucho colesterol— o en las parrilladas cuando comen chinchulines”, ironizó.