Sin —todavía— un marco regulatorio definido, el negocio de los criptoactivos se va haciendo espacio en Uruguay. La última novedad es la instalación con oficinas en Montevideo de Ripio, la plataforma de compraventa de origen argentino.
Sin —todavía— un marco regulatorio definido, el negocio de los criptoactivos se va haciendo espacio en Uruguay. La última novedad es la instalación con oficinas en Montevideo de Ripio, la plataforma de compraventa de origen argentino.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáMañana, viernes 25, su ejecutivo principal y fundador, Sebastián Serrano, encabezará el lanzamiento del desembarco en sus oficinas de WTC Free Zone, en el Buceo. Trabajará allí un equipo de 30 personas.
El nombre de la empresa alude al mineral utilizado para hacer transitable la caminería en zonas rurales —como la Patagonia argentina donde se crio Serrano, hoy de poco más de 40 años—, en el caso de la tecnológica para canalizar transacciones con criptoactivos como Bitcoin o Ethereum. Según la revista Forbes Argentina, el empresario está radicado en Uruguay, por la equidistancia entre los mercados argentino y brasileño, donde opera Ripio.
Antes de esto, la compañía ya había dado algunos pasos en territorio uruguayo. En 2020 la empresa “consiguió venir” pero solo con programadores, ya que “ningún banco les abrió una cuenta” en el mercado local, aseguró en agosto del año pasado Martín Benítez Aramendía, especialista en empresas de tecnología del Instituto Uruguay XXI (Búsqueda Nº 2.136). Agregó que desde esa agencia gubernamental de promoción de las exportaciones y las inversiones los ayudaron en sus contactos con el sistema financiero. “Les abrieron cuentas, al tiempo se las cerraron, después fuimos por otro lado; o sea, están operando en Uruguay, pero con muchas dificultades”, relató ese funcionario.
En setiembre del año pasado, Binance, otra plataforma para el intercambio de criptoactivos, había empezado a operar en Uruguay.