5- ¿Tiene alguna propuesta concreta?
Franklin Rodríguez (dramaturgo, actor y director de Espacio Teatro, conductor radial):
1- La gestión cultural ha sido irregular. Hay más dinero para proyectos culturales pero mal repartido. No creo en el mal hábito del despilfarro, pero sí que hubo actos por demás dudosos. Se lograron metas y propuestas pero no del todo fructíferas. Antes, los gobiernos no aportaban casi o nada en soluciones al amplio espectro cultural. Pero es mucho lo que falta para complacer todos los gustos. Deberíamos saber si la cultura ocupa un lugar importante en la agendas políticas; hay altas esferas culturales que no han sabido aprovechar esta supuesta era de bonanza.
2- Logros hay varios, como el reconocimiento de la actividad teatral como profesión con derecho a jubilación. Pero ahí es donde falla el sistema del bla bla bla, porque para eso no pueden pedirnos que aportemos por lo que entra de bordereaux: no se venden tantas entradas como se piensa. Solo con las entradas sería imposible pagar los gastos mínimos de mantenimiento. Hace falta despegar en el cine y en la televisión nacionales, que la ficción tenga su espacio, no con ayudas para “hacer algo” sino para instalar un cine y una televisión en serio. Reconozco haber sido privilegiados con ayudas para solventar las salas. El Programa de Fortalecimiento de las Artes (de la IM) ha sido un precursor y es el bastión necesario para sostenernos a todos. Pero sueño con prescindir de la ayuda anual y poder mantenernos con nuestro trabajo.
3- No les diría fracasos a los intentos de hacer una cultura para todos, inclusiva y democrática. Creo que son los caminos los errados, las fórmulas y los estilos. ¿Se ha llamado a todos para que den ideas? ¿O solo fueron convocados tres cerebritos con onda “soy joven y loco y la tengo re clara”? Y lo que es peor: tenemos la sensación de que no están los que deben estar en los puestos que deciden; tenemos la idea de que allí corre, al igual que antes, el puesto a dedo. Y eso duele. Sé que hay dinero, están los Fondos de Incentivo, un MEC más movedizo, pero no es suficiente. Queda la sensación de que nada se mueve. Como decía una amigo: Vo, ¿¿¡¡siempre a los mismos!!??
4- Cordura, mano firme para controlar los gastos de festivales y viajes al exterior. Confío en María Julia Muñoz, una mujer decidida y capaz de no permitir una monarquía cultural. La cultura es amplia, señores, y no tiene bandera política: tiene calidad. Espero que el próximo presidente cada tanto pregunte: “Che, ¿en qué anda la chacra de la cultura? Y pido, ruego, que nosotros, los controladores, ejerzamos el derecho de pedir cuentas. Y que si un compañero dice tal o cual cosa, no se le censure, no se lo llame a dar explicaciones. Porque explicaciones ya dimos muchas en la dictadura.
5- No me he puesto a pensar en propuestas porque nadie me llamó para pedirme ninguna.
Diego Zas (periodista en Suena tremendo, El Espectador)
1- Positiva, en comparación con gestiones anteriores.
2- La promoción de manifestaciones marginales, como los cómics o novelas gráficas, que no tendrían otra forma de ser publicadas.
3- Algunos apoyos a artistas que se repiten y que no parecen ser los más renovadores o populares. Cierta invisibilidad del Proyecto Esquinas a nivel municipal.
4- Cambios a fondo en la Biblioteca Nacional y una política fuerte de promoción y protección de archivos gráficos, audiovisuales y musicales.
5- Que el MEC intente crear la marca país “Uruguay, tierra de músicos”.
Pedro Dalton(músico en Buenos Muchachos, artista plástico)
1- Han sucedido muchas mejoras y aumentado las posibilidades de concretar proyectos.
2- Muchos. Me viene a la mente el laburo del Centro de Fotografía. Hacen exposiciones de tremendo nivel, han ordenado y salvado el registro fotográfico de la ciudad y tenemos la posibilidad de ver ese material increíble como la construcción del Estadio Centenario o archivos completos de fotografías de la dictadura.
3- Prefiero hablar de lo que falta y no de fracasos. Hay que meter mucha más atención en la educación. Es la base para que las personas entiendan que existe una mejor calidad de vida. Es en la Primaria donde se le pueden dar a la gente las herramientas para que disfruten una vida plena.
4- Lo mismo que con la educación, que sigan mejorando en todas las fallas que tengan y dejen de lado la palabra “fracaso”.
5- No soy de los que piensan propuestas pero puedo dar una mano.
Álvaro Buela (cineasta, docente en Universidad ORT)
1- No tengo elementos para evaluarla, porque cualquier respuesta más o menos responsable requiere ir más de allá de la sensación térmica, las filias y fobias y las anécdotas de corrillos. Requiere repasar diez años de gestión, presupuestos asignados, nombres propios, programas y obras concretadas. Requiere desembarazarse de las consignas tribuneras (“No podés ser artista y no votar al Frente”), los diagnósticos apocalípticos (“El Uruguay se ha quedado sin intelectuales, porque han optado por ser funcionarios públicos”) y la desconfianza mujiquista de cualquier cosa que huela a conocimiento (“Les tengo miedo a los bachilleres que porque saben algo se creen que lo saben todo”), etc. Requiere separar la gestión cultural de la cultura generada en los hechos por esa gestión. Requiere definir, por enésima vez, qué entendemos por “gestión cultural”. (¿Entra en eso el Plan Ceibal, un indudable triunfo de estos diez años? ¿Entran el matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la legalización de la marihuana, que son las políticas culturales más claramente progresistas del pasado gobierno? ¿Entra la educación, donde hay que repensar todo?). En fin, requiere trabajo. Y, francamente, me da pereza.
2- Ver 1.
3- Ver 1.
4- Cito una frase de Guillermo Lamolle en La Diaria: “Apoyar a la cultura es dejarla en paz.”
5. Ver 4.
Marianella Morena (dramaturga y directora teatral)
1- Encendió la luz en las poblaciones de creadores y de quienes disfrutamos la vida cultural artística. La luz en sus extensiones, que empieza y no se detiene.
2- Puso a los artistas en el mapa legal. Nos otorgó derechos que antes no teníamos al igual que los trabajadores rurales y las empleadas domésticas. Nos consideró trabajadores. Eso es imprescindible antes de hablar de contenido, estética, lenguaje, pasado y actualidad. Veníamos de un país agujereado; pensar en la inclusión es pensar en el presente y el futuro.
3- No pensar la dimensión que tiene la cultura, como eje de progreso, industria, identidad, economía, y exportación. No verla. Seguir pensándola como un jeroglífico para élites, no capitalizarla. Seguir creyendo que somos un paisito que hace cosas de forma artesanal para algunos. Somos un faro, y como tal debemos colocarnos en la región, y en el mundo. La cultura hoy es la base de la sociedad.
4- Que multiplique, que las periferias se enteren de lo que pasa en este país con enorme producción artística. El arte es higiénico, ecológico, inclusivo, multiplicador e inabarcable. Hay que sensibilizar. Explicar e informar está bien, dar cuenta de números es necesario, pero hay que llegar a todos, mover el deseo. Generar ganas de un proyecto común. Uruguay es un territorio más allá de Montevideo.
5- Las dije en el acto del Frente sobre cultura. 1: exportación de cultura artística; 2: un centro de creación nacional de nuevos lenguajes en diálogo con el pasado; 3: redes laborales entre instituciones públicas y privadas de todo el país; 4: fortalecer y potenciar la formación artística profesional en todo el país.
Philippe Pinet (director de Jazz Tour)
1- En los últimos años se ha avanzado en muchas áreas, seguramente hay mucho para mejorar, pero veo con buenos ojos las intenciones.
2- Creo que los logros son difíciles de medir, pero hay mecanismos que ya están en movimiento, y eso es lo importante. Los más difícil de mover es el aparato estatal, y lograr avanzar en varios frentes como se ha hecho es muy importante.
3- No diría fracaso, sino gran dificultad en la agilidad de la gestión. Por momentos se ve como un freno o limitante para avanzar o crecer. Por suerte siempre hay personas que empujan más que otras y promueven esa mayor agilidad.
4- Que el país logre la llamada reforma estatal... y se vea beneficiada la gestión, no solo de la cultura.
5- Apertura de estilos, de rubros, y siempre apuntar a la calidad artística, cultural, educativa.
Mercedes Estramil (escritora y periodista cultural)
1- Interesante y mejorable, dicho desde una mirada parcial que no dispone ni de la información necesaria ni de la formación técnica para evaluar con propiedad.
2- Que las haya, para que en algún momento el visible y sostenido deterioro cultural de décadas comience a verse como un granito y se indague bien qué hay debajo, si un grano pasajero o un tumor importante.
3- La lentitud y politización del asunto.
4- Que priorice con criterios cualitativos la tarea del creador. Que reflote la enseñanza pública a niveles de calidad por lo menos aceptables. Que siga recuperando y generando espacios culturales. Y que se politice menos.
5- Que cada uno haga su trabajo lo mejor que pueda: el escritor escribir, el gestor cultural crear propuestas, etc.
Alcides Abella (director de Ediciones de la Banda Oriental)
1- Entiendo correcto opinar solo desde mi área de trabajo: los libros. En este terreno, a lo largo de esta década, se realizaron múltiples proyectos vinculados a la edición de libros, incluso algunos muy interesantes. En un primer balance el resultado es positivo pero quizás debiera examinarse todo lo hecho y, a partir de ahí, encarar los próximos cinco años.
2- Los diversos proyectos de ediciones encarados por la Biblioteca Nacional, Biblioteca Artigas/Clásicos Uruguayos, Premios Onetti de la IM, Fondos Concursables, Plan Ceibal y su biblioteca digital de autores uruguayos. Señalaría también —porque participé de la Feria del Libro de Guadalajara— el apoyo que se brinda a los autores uruguayos en esas instancias. Nuestros autores y sus libros interesan en diversos países de América y Europa.
3- Aquí está el mayor desafío. A veces, por inexperiencia y también por absurdos mecanismos burocráticos, muchas de esas ediciones no llegan a los reales destinatarios en todo el país. Sería prudente repensar todo lo hecho procurando —con editores y libreros— que esos proyectos logren el mejor resultado posible.
4- La respuesta está implícita en los comentarios anteriores.
5- Todo lo hecho es, con matices, positivo. Pero hay un debe muy importante: al igual que en muchos países de América, el Estado debería diseñar una política de compra de libros de autores uruguayos para distribuir en las bibliotecas y centros de enseñanza. Eso fortalece y consolida la identidad cultural pero es también el mejor apoyo y respaldo para autores, ilustradores y editores.
Lincoln Maiztegui (periodista en El Observador, escritor y docente)
1- La evalúo, en términos generales, como sumamente negativa. Los resultados están a la vista y son elocuentes al respecto.
2- Lo único realmente positivo ha sido el aumento presupuestal dedicado a la enseñanza. Es un hecho importante, pero insuficiente.
3- La gran carencia ha consistido en creer que la enseñanza en particular, y la cultura en general, se arreglan con más dinero. Y no es así.
4- Cuando se habla de cultura, se maneja un concepto excesivamente amplio para responder en pocas líneas. Prefiero situarme en el plano de la enseñanza, que ha sido uno de mis campos específicos de acción, como viejo docente. Espero que el nuevo gobierno comprenda que hay que meter el bisturí a fondo en los contenidos de lo que se enseña a los jóvenes, y recuperar los valores que en otro tiempo pusieron a nuestro país en la vanguardia de la convivencia.
5- Esta pregunta está respondida en la anterior. Espero que el Dr. Tabaré Vázquez y las personalidades que lo acompañan se preocupen por recuperar esos valores. Para ello, y contra una opinión muy difundida, es necesario aumentar la carga horaria de las materias humanísticas, como Filosofía, Historia y Literatura. Los aspectos técnicos están muy bien, pero no enseñan a convivir.
Adela Dubra (periodista en Viva la tarde, Radio Sarandí)
1- La reapertura del Sodre es una maravilla. Y hay gestores como Gerardo Grieco que trabajan estupendamente. Hubo aciertos e innovaciones pero falta hacer evaluación de resultados, aun de las propuestas y proyectos aparentemente exitosos.
2- Se profesionalizó al sector. Los Fondos Concursables son un logro importante, dinamizaron el ámbito cultural. Los beneficios fiscales para quienes inviertan en proyectos culturales, Fondos de Incentivo Cultural: hay que seguir trabajando para que sean más ágiles. Y los privados deben participar más en la selección de proyectos. De lo contrario, se cae en el error que presupone que el privado ponga la plata que el Estado se encargará de repartirla bien. Eso ni es atractivo ni es garantía para el inversor privado. Son buenas las iniciativas del MEC y la IMM que financian producciones en artes escénicas o audiovisuales, y también las becas de formación y apoyo a la creación. Eso sí, que no terminen siendo premios para “los amigos de la casa”.
3- Los cargos de dirección deben estar ocupados por personas formadas específicamente y eso no siempre ha ocurrido. Otro error es la creación de nuevos centros culturales o museos que no aportan y complican la gestión del presupuesto. Los museos en general están manejados con criterio siglo XX, sin guías, sin folletería, sin sin sin. Tristones en su mayoría.
4- Cada gobierno tiene sus “artistas amigos” y funcionarios afines ideológicamente. Es de esperar que ese grupo no se convierta en una “rosca”, donde siempre son los mismos los que viajan cuando llegan invitaciones del exterior. Los intelectuales uruguayos, cuyo deber es “patear el tablero”, están en su mayoría un poco callados.
5- Es necesario que sean muy públicas las cifras y los apoyos. ¿Se puede ser arte y parte? ¿El ser funcionario del MEC, como es el caso de Gabriel Calderón, cómo debe manejarse? ¿Necesitamos un Museo del Tiempo o deberíamos reforzar el Museo Nacional de Artes Visuales? El museo de la Cárcel del Pueblo, ¿cuánto va a costar?
Sergio Mautone (actor, presidente de la Sociedad Uruguaya de Actores)
1- Los avances son más que notorios. Saltamos de cero a este escenario de extrema diversidad. Contamos con un Solís y un Sodre a pleno, con una variedad de programas de fomento a la actividad, institutos reguladores de cine y artes escénicas, mejora sustantiva en infraestructuras, Consejos de Salarios, entre otros.
2- Los artistas y los oficios conexos de la actuación, la danza y la música, contamos con un marco legal, el Estatuto del Artista. Contribuye a la visualización del sector.
3- Más que fracaso, la principal omisión es la inexplicable no aplicación de la Ley del Artista por parte del MEC, lo que ha obstaculizado la formalización. Esto no impide observar avances gracias a las acciones de sindicatos y otras dependencias del Estado. Por otro lado, la cultura ha tenido un “muy” mayor desarrollo en Montevideo con relación al resto del país.
4- La formalización del trabajo artístico de una buena vez, la exigencia de contratos de trabajo en blanco para los beneficiarios de fondos públicos o subsidios (sobre todo publicidad y cine), mayor producción nacional audiovisual en el marco de la ley que será votada, más atención al interior del país y una mayor convivencia entre cultura y políticas sociales.
5- Se hace imprescindible crear un ámbito desde donde discutir participativamente las necesidades del sector, como se hizo con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Solo así podrán profundizarse cambios. Como SUA hemos trabajado activamente en el Programa de Fortalecimiento de las Artes de la IM, un puntapié interesante para la discusión de un necesario programa de carácter nacional.
Rosalba Oxandabarat (periodista, editora de Cultura en Brecha)
1- Aún no se terminó la etapa de “ensayo y error”. Hay manifestaciones que para poder ser evaluadas deberán tener su tiempo de germinación. Ya no estamos como en 2004, y la lista de realizaciones es larga, pero también lo es la lista de quejas y protestas por lo que no se hace, o se hace mal. ¿Es el pueblo uruguayo más culto que hace diez años? No lo sé.
2- La vocación descentralizadora, el apoyo a la creación en las Usinas culturales, Un pueblo al Solís o que acudan escolares y liceales al Auditorio del Sodre, las giras del Ballet Nacional —y la notable afirmación de ese ballet—, las ferias del libro como la de San José y los encuentros literarios en Maldonado. Se avanzó mucho en el apoyo a la creación, sobre todo en cine, y en la recuperación de salas teatrales, en Montevideo y en el interior. Pero en la exhibición y conservación del patrimonio de cine hay limitaciones.
3- Hay un debe en la formación de públicos. Estos no se movilizan ni reclaman —al menos en este país— como pueden hacerlo los creadores y gestores. Era común escuchar que este era un país de “consumidores de cultura” bastante refinados, pero de pocos creadores, porque ese refinamiento fomentaba un fuerte sentido crítico que inhibía la creación. Creo que de tanto repetirlo nos fuimos al otro extremo, que en muchos terrenos hay facilismo y escaso rigor, desde la idea de que cualquier cosa puede ser arte, y que cualquiera puede ser artista, obviando la parte de trabajo.
4- Que atienda más a la formación, desde un encare a fondo de la televisión pública y municipal, medidas que alienten a los canales privados a incluir programas con contenido cultural importante —no confundir con contenido aburrido o exclusivamente nacional—, hasta la iniciación desde la infancia en la apreciación del arte. Y en primer lugar, algo aparentemente tan primario como el fomento de la lectura. Todo empieza en la comprensión y el manejo de la palabra. Puedo entender las razones de la “capacitación para el mercado de trabajo”, el impulso a los oficios y a lo tecnológico, pero no puedo aceptar una política oficial como los experimentos de Un mundo feliz, de Aldous Huxley, que vacunaba a los futuros trabajadores manuales contra toda manifestación de emoción o de belleza.
5- Algo muy modesto: planes de lectura, de forma sostenida, no restringida a grandes gestos. Imagino estudiantes de teatro leyendo cuentos a los niños en las escuelas, y en los liceos leyendo clásicos —sí, eso—, que los profesores conversen luego con los muchachos sobre lo que acaban de escuchar. No “análisis literario”, que a esa edad funciona como alambre de púa que separa en vez de acercar, sino sobre la esencia humana, dramática, épica, que vive en esos relatos. En algún momento se producirá el clic y seguirán leyendo ellos. Para lo que tiene que haber libros disponibles, por supuesto.
Guillermo Lamolle (músico, director de La Gran Siete, biólogo)
1- Desorientada.
2- Mantenimiento de instituciones como Fonam (apoyo en música) y FONA (cine).
3- El gasto excesivo en premios, megaauspicios, megaproducciones, megasalas y megatodo.
4- No mucho.
5- Sí: que se deje de considerar “cultural” como sinónimo de “interesante para los turistas”. Que la plata se gaste en mejorar la infraestructura de lo que ya genera trabajo. Es preferible aislar sonoramente un boliche que da trabajo a músicos (mediante un préstamo blando con subvención incluida), evitando que ese boliche cierre, a darle la misma plata a un solo músico por una maqueta que envió a un concurso (antes no pensaba esto, e incluso participaba de esos concursos). Que haya coherencia entre las reparticiones (no es concebible que un tablado municipal se cierre por no cumplir con las disposiciones municipales). Que el Estado cumpla con las ordenanzas de Bomberos que se aplican con severidad a los locales privados. Sería más barato favorecer lo que ya funciona, tal vez haciendo hincapié en lo que no se sustenta por el mercado pero tiene cierto interés cultural. Y evitar la reiteración de artistas en los apoyos.
Vida Cultural
2014-12-11T00:00:00
2014-12-11T00:00:00