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Tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que declaró constitucional la ley que reformó el sistema de seguridad social, la administradora de ahorros previsionales estatal República AFAP apunta a que la solución para los denominados “cincuentones” no pase por “perforar” el pilar de capitalización individual que “está consolidado”.
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“Se generó la confusión de que las AFAP son perjudiciales para todo el mundo y ni siquiera lo son para la mayoría de los cincuentones. Uno de cada siete se vería beneficiado (por pasar al régimen anterior), porque es mejor el sistema con las AFAP que sin ellas”, dijo a Búsqueda Luis Costa, presidente de República.
“Se han generado confusiones. Se dice que son muchos (los perjudicados), que las soluciones no tienen mucho costo. Al final no importa perforar el sistema. Lo que la SCJ declaró constitucional fue una reforma que tuvo que hacerse porque era insostenible la situación, había una crisis y el Ejecutivo fijó una ley con reglas claras”, opinó.
La Corte firmó esta semana el fallo en el que rechaza un recurso de inconstitucionalidad presentado por “cincuentones” en contra de la ley 16.713, una decisión que el cuerpo había tomado días antes (ver Búsqueda Nº 1.917).
Para Costa, la “confusión” se genera por “las personas que están en contra del sistema, que aprovechan la oportunidad” para reivindicar un nuevo diálogo sobre seguridad social, un ámbito que hubo durante los dos anteriores períodos de gobierno para discutir posibles mejoras al régimen. “El Uruguay ya tomó medidas en 1996, lo que hay que hacer ahora son ajustes menores y atender con justicia estos casos específicos que se presentan”, subrayó.
En 1996 se reformó el sistema de seguridad social introduciendo dos pilares: uno de solidaridad intergeneracional en manos del Banco de Previsión Social (BPS) y otro de capitalización individual incorporando a las AFAP. La ley 16.713 introdujo también cambios en los aportes que los trabajadores hacen para su jubilación: antes se aportaba 15% sobre la totalidad del sueldo, pero tras la reforma no existe esa obligación por encima de un tope (que hoy alcanza $ 146.859 nominales). Esto afectó especialmente a los denominados “cincuentones”, un grupo de trabajadores que, por su nivel salarial, fueron obligados a afiliarse a una AFAP pero ya tenían aportes previos al BPS. La ley hizo que se dejaran de reconocer los aportes por encima del tope. Al acercarse a la edad de jubilación, ese colectivo —que además tuvo pocos años de aportación en una AFAP— comenzó a ver diferencias con las pasividades que hubieran ganado en el sistema anterior.
“¿Hay margen?”.
Tanto el PIT-CNT como algunos sectores del Frente Amplio son contrarios a que exista lucro en la seguridad social. En ese sentido, el mes pasado la representación de los trabajadores en el Directorio del BPS presentó al Poder Ejecutivo un proyecto de ley que habilita la desafiliación de las AFAP a todos los “cincuentones”. Esa posibilidad está abierta desde 2014 para quienes tengan entre 40 y 50 años, y hayan entrado voluntariamente al sistema mixto.
Según cálculos de República AFAP realizados el año pasado, los “cincuentones” a los que beneficiaría volver a aportar exclusivamente al BPS son unos 30.000 de “sueldos altos”, sobre un total de 200.000 de más de 50 años. Estimó además que, incluso considerando que los “cincuentones” volverían con sus fondos al régimen intergeneracional, un cambio de ese tipo costaría U$S 2.600 millones.
“Hoy la sociedad uruguaya destina la mitad del gasto público al pago de jubilaciones y pensiones, que está perfecto, pero ¿hay margen para destinar más dinero?”, se preguntó por su parte la directora de República AFAP, Jimena Pardo, en diálogo con Búsqueda. “El proyecto que está (a discusión) es una reforma para la minoría de los cincuentones de mayores ingresos, ¿eso es lo que el país quiere hacer? Lo que hay que corregir es que las personas no aportaron por la totalidad” de sus salarios, consideró.
Los ejecutivos señalaron que a los 60 años (el mínimo requerido para tramitar la jubilación común) una mujer puede vivir 24 años más, mientras que un hombre otros 19. Y apuntaron que los parámetros para calcular la renta que el trabajador obtendrá por el sistema de capitalización individual están siendo revisados por el Banco Central (BCU). “Estamos convencidos de que el sistema está consolidado”, apuntó Costa. “Siempre hay que estar haciendo ajustes y la edad de jubilación parece un cambio que debería enfrentar la sociedad. Lo mismo que se están estudiando ajustes para la renta vitalicia”.
Sin “interés oculto”.
Los cuestionamientos al sistema de AFAP en el ámbito judicial no prosperaron.
La SCJ consideró que no existió un “interés oculto” ni una “falta de mérito” por parte de los legisladores al haber aprobado en 1996 cambios en la seguridad social, ya que es “notorio que la grave situación financiera” del BPS fue la “causa principal” de la reforma. En el fallo agregó que el “punto de corte” de la ley, que incorporó al sistema mixto a quienes tenían menos de 40 años en abril 1996 así como a los nuevos trabajadores, fue uno que el “legislador y el Poder Ejecutivo consideraron era necesario” para “hacer viable el sistema”.
Ya las AFAP privadas se habían manifestado a favor de la búsqueda de soluciones “alternativas” para los “cincuentones” entendiendo que el suyo es un “problema puntual” generado porque “en su momento no se dio a las personas un bono de reconocimiento por los aportes” hechos previo a la ley (ver Nº 1.915). Consultado esta semana por Búsqueda, el presidente de la asociación de esas administradoras, Sebastián Peaguda, manifestó que el fallo de la SCJ “valida el sistema” y reafirma que en los noventa “había razones legítimas” para reformar la seguridad social. “Ese es el punto que hay que entender. Hay varios proyectos de ley, pero la incongruencia entre lo aportado y lo reconocido es lo central del asunto”, opinó.