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Las sociedades de Derecho Privado que tienen como accionistas principales a Ancap, Antel, OSE y UTE dieron pérdidas el año pasado por unos U$S 52 millones, en conjunto. El resultado fue peor que en 2014.
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Búsqueda relevó y procesó los balances de las 20 sociedades en las que las cuatro principales empresas públicas tienen 50% o más del paquete accionario. Son 10 de Ancap (una compartida con UTE), cuatro de UTE, otras cuatro de Antel y tres de OSE que se dedican a varias actividades: prospección minera; producción de alcoholes y azúcar; distribución de combustibles y lubricantes; fabricación de bebidas, cementos y químicos; servicios de conectividad, asesoramiento informático y comunicaciones en el exterior; administración e instalación de parques eólicos, de un gasoducto y de saneamiento, y abastecimiento de agua potable en algunas zonas del país.
En 2015 la facturación de esas 20 empresas que operan bajo el Derecho Privado fue de U$S 1.693 millones, lo que equivalió a 3,2% del Producto Bruto Interno (PBI). Comparado con las ventas totales de los entes que son sus accionistas principales, esa cifra representó 30%.
Sociedades como Ducsa y Alur, ambas de Ancap, son de las más grandes y sus ventas son la mayoría en la facturación total de las empresas satélite.
Las pérdidas que dieron en 2015 las empresas de las que los cuatro principales entes son socios mayoritarios —de U$S 52 millones en conjunto— contrastan con los U$S 11 millones que habían ganado el año previo. Ese deterioro se explicó básicamente por el resultado negativo que tuvieron las sociedades propiedad de Ancap (U$S 44 millones) y las de UTE (U$S 15 millones), mientras que en las de Antel y OSE los balances arrojaron ganancias de U$S 4 millones y U$S 1 millón, respectivamente.
Observando únicamente los resultados operativos —propios de la actividad de la empresa, antes de impuestos y aspectos financieros—, los balances lucen algo mejor, aunque igual dieron pérdidas por U$S 19 millones en 2015. En 2014 habían tenido una ganancia operativa de U$S 38 millones.
Los salarios y honorarios que pagaron las empresas satélite (U$S 64 millones) fueron una décima parte respecto a los egresos en este rubro de los entes madre.
Finanzas.
Los activos de esas 20 sociedades de Derecho Privado ligadas a los entes totalizaban al cierre de 2015 U$S 1.269 millones (2,4% del Producto) y los pasivos U$S 860 millones (1,6% del PBI); su patrimonio ascendía a U$S 395 millones (0,7%). El año pasado se dio un incremento mayor de las deudas que de los activos, por lo cual el patrimonio se redujo cerca de U$S 91 millones.
Algunos de los estados contables muestran patrimonios negativos y capitalizaciones hechas por sus propietarios. Ello implica que parte de los recursos del fisco se vuelquen a estas sociedades, afectando las finanzas de los entes.
De todas formas, en lo que va de 2016 las principales empresas públicas —AFE, Ancap, ANP, Antel, OSE y UTE— mejoraron sus resultados y eso benefició las cuentas del Estado. Según información difundida el 29 de julio por el Ministerio de Economía, el sector público tuvo un déficit de U$S 1.772 millones —o 3,5% del PBI— en los 12 meses cerrados a junio.
Para 2017, los entes vienen trabajando en elaborar presupuestos más austeros. Según informó “El País” el 31 de julio, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) instruyó a sus directorios que bajaran los gastos alrededor de 10% respecto a lo ejecutado en 2014. Eso mediante recortes en las horas extras y las compras de bienes y servicios, topeando la publicidad, no incentivando retiros, un mayor control sobre las donaciones y misiones oficiales, entre otras acciones.
El desempeño de las empresas públicas, y también de algunas de sus sociedades vinculadas, ha sido motivo de discusión política y de análisis académicos en los últimos tiempos. A raíz de las pérdidas en Ancap en los últimos años, que ameritaron una investigación legislativa y denuncias ante la Justicia, la oposición objetó por ejemplo que la compañía CABA elabore perfumes. Mientras, el Poder Ejecutivo empezó a hacer un seguimiento más estrecho a la gestión de algunos entes y en la OPP se promueve la discusión de la figura de un holding de entes.
Desde la academia, según un estudio presentado en 2015 por el centro de análisis Pharos —actualizado en junio—, tanto las empresas madre como sus satélites “no se encuentran alineadas con las mejores prácticas de gobierno corporativo” y ello incide en el resultado de la gestión.
