En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
* Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
¡Hola !
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En pocos trazos y en blanco y negro, con tinta china, papel y pincel, Gervasio Troche cuenta historias sin palabras, aunque cargadas de sonidos. Sus dibujos son delicados y poéticos, en ellos hay estrellas, notas musicales, gotas de lluvia, sombreros y equilibristas. A veces ocupan un fragmento de la página y siguen en la siguiente; en otras, comienzan de día y se extienden hacia la noche o hacia un punto perdido en el infinito.
¡Registrate gratis o inicia sesión!
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En Dibujos invisibles los personajes son pequeños y sin rasgos definidos, pero están cargados de expresividad y de un humor sin estridencias. Al músico las notas se le escapan de su guitarra, se elevan por el aire y caen, y él no encuentra mejor forma de recuperarlas que juntarlas con pala y escoba para devolverlas al instrumento. Un hombre mira intrigado cómo de su sombra surgen escalones que se hunden en una profundidad misteriosa, y un equilibrista decide dormirse sobre la delgada línea del horizonte cuando lo cubre la noche.
Troche juega con la luz de la linterna y con la luz de la Luna, con hojas de árboles y con árboles que tocan violines. También con la lluvia que cae como una cortina tan espesa que se puede abrazar. Porque en Troche todo es cotidiano y al mismo tiempo extraño, como encontrarse con un hombre con cara de reloj que mira la hora en su muñeca, o con una niña que queda atrapada en el contorno de una rayuela.
Hijo de exiliados políticos, Troche nació en Buenos Aires en 1976, y desde 1985 está radicado en Uruguay. Estudió taller de historieta con los dibujantes Tunda y Ombú. Sus dibujos se han publicado en el diario “La República”, en la revista “Hecho en Buenos Aires” y en publicaciones de España, Brasil y Colombia. Actualmente comenzó a colaborar en la revista “Lento” de “La Diaria”. Dibujos invisibles recoge los trabajos que ha venido publicando en su blog: www.portroche.blogspot.com.
“Troche es austero, parece componer intuitivamente. Troche no puede explicar lo que hace. (...) Sus dibujos lo trascienden. Nos hablan de cosas insondables. A él y a nosotros. Poético, profundo, sutil. Así es el universo de este dibujante, de este ignoto y gran autor”, escribió en el prólogo del libro el argentino Tute, otro genial dibujante.
Reflexivos, risueños o tristes, los trabajos de Troche dejan una calma placentera. Al mirarlos dan ganas de escuchar el sonido de los violines o el de las estrellas o el de esa lluvia de sombreros que cae sobre la ciudad dormida.
“Dibujos invisibles”, de Troche. Sudamericana, 2013, $ 450.