Sostenido por una creciente popularidad, el presidente visita departamentos donde la elección municipal está reñida

REDACCIÓN  

En la tarde del 21 de marzo de 2012, cuando recién amanecía la posibilidad de que algún día llegara a ser presidente de la República, bastante antes incluso de que se lo proclamara como uno de los precandidatos blancos en las elecciones de 2014, Luis Lacalle Pou se paró ante unas 70 personas en las afueras de una almacén del polvoriento paraje de Cuchilla de Guaviyú, al norte de Salto. Fue uno de sus primeros discursos en el departamento. El que lo recuerda bien es el actual candidato salteño a la Intendencia, Carlos Albisu, que ocho años después lo vio llegar a ese mismo lugar a bordo de un helicóptero presidencial para hacer la entrega protocolar de una flamante ambulancia para la policlínica de esa localidad que no supera los 200 habitantes. Es probable que el lunes 7 toda la población estuviera allí, en un acto que se pareció mucho a unos de esos clásicos eventos con aroma a campaña electoral.

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