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Desde el punto de vista reglamentario “es imposible” lograr rebajas arancelarias o aumento de cuotas por fuera de un tratado de libre comercio (TLC) o la creación de una unión aduanera, según establece el artículo 24 de la Organización Mundial de Comercio (OMC) dijo a Agro de Búsqueda el consultor en logística y comercio exterior Gonzalo Oleggini.
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Senadores de los principales partidos políticos de Estados Unidos (Demócrata y Republicano) presentaron al Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense un proyecto de ley bipartidario para profundizar las relaciones de los Estados Unidos con Uruguay. El proyecto, titulado United States – Uruguay Economic Partnership Act, contiene dos pilares: uno comercial y otro de facilitación de movimiento de personas.
En materia comercial proponen la adhesión de Uruguay al CBI, un programa de preferencias comerciales unilaterales de los Estados Unidos, hasta el momento solamente dedicado a países de la cuenca del Caribe. Si esa ley prospera, Uruguay sería el primer país fuera de esa región de beneficiarse de las preferencias comerciales que este programa otorga.
Con el ingreso del país a la CBI, prácticamente toda la oferta exportable del país a los Estados Unidos (excepto los bienes limitados por cuotas, como carne y quesos) ingresaría libre de aranceles. Esto representa una restitución y una mejora de las condiciones de acceso. Además, permitiría que productores y trabajadores vinculados a la exportación de sebo bovino, cítricos, miel, madera, vino, caviar, carne de cordero, lanas y cueros, entre otros, se beneficiarían de la eliminación de los aranceles a la importación en los Estados Unidos.
Para Oleggini “el comentario de los parlamentarios es un acto de buena voluntad, que muestra un buen posicionamiento de Uruguay, pero la rebaja arancelaria y el aumento de cuotas desde el punto de vista reglamentario es imposible de realizar”. De todos modos, admitió que sí “se pueden mejorar certificados sanitarios, fitosanitarios y habilitaciones”.
El consultor consideró que “antes que no tener nada, para Uruguay es mejor habilitar todo lo que pueda”, y confirmó que “esos certificados sanitarios se levantan con gestiones políticas”.
A propósito, Oleggini recordó las gestiones que en su momento realizó el expresidente Jorge Batlle con su par estadounidense George W. Bush. “Uruguay tiene que hacer una lista de todas las habilitaciones que necesita. Pero siempre es preferible un TLC, porque es un contrato de largo plazo”.
Advirtió que “los instrumentos políticos son cortoplacistas, generalmente tienen vigencia por un año”, y que Estados Unidos ha cambiado ese instrumento por diferentes TLC, como los que firmó con Perú, Colombia, Ecuador, Costa Rica y República Dominicana, ajustándose al ordenamiento internacional, señaló.
Oleggini insistió en que “los únicos instrumentos de política comercial que permiten eliminar aranceles y reducir cuotas para aumentar los flujos de comercio son los TLC y las uniones aduaneras. El otro es la Ronda de Doha, que es multilateral, de 160 países, pero está estancado”.
Lacalle Pou con Biden.
El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, culminó el pasado miércoles 14 una visita a Estados Unidos en la que se dieron varios hechos de singular importancia para el país, según destacó Presidencia.
En primer lugar, el presidente fue invitado en la tarde de este martes 13 por su par Joe Biden a una reunión de trabajo en la Casa Blanca. Este encuentro se terminó de concretar en las horas previas, y por tal motivo no constaba como actividad oficial de los mandatarios.
Tras tomar conocimiento del viaje del presidente Lacalle Pou a Estados Unidos, representantes del gobierno norteamericano iniciaron gestiones con la embajada de Uruguay a fin de explorar la posibilidad de concretar una reunión.
En primera instancia se había previsto una audiencia de una media hora, sin embargo la reunión en la sala oval se extendió durante casi una hora y media, en un clima ameno, cordial y franco.
La ocasión sirvió para que el presidente uruguayo le expresara a Biden las prioridades que el país tiene en materia comercial y, además, para hablar de otros asuntos de interés para ambas naciones y otros temas a escala global.
Según trascendió, reinó el consenso en varios de los ejes abordados y quedó abierta la posibilidad de una eventual visita del jefe de Estado norteamericano al país.
El encuentro constituyó “un mojón en aras de un objetivo primordial del gobierno: mejorar la inserción internacional de Uruguay”, según destacó la web de Comunicación Presidencial.
Cancillería.
En los días previos a este encuentro el canciller Francisco Bustillo concurrió a la Comisión de Asuntos Internacionales del Senado, donde declaró que Cancillería estaba negociando con su contraparte de Estados Unidos “un paquete normativo que incluye protocolos de actualización” del Acuerdo Marco de Comercio e Inversiones (TIFA, por sus siglas en inglés) “en materia de buenas prácticas regulatorias, transparencia y anticorrupción y facilitación de comercio”.
Sobre las posibilidades de avanzar en tratados de libre comercio, Bustillo fue menos optimista. Sobre las posibilidades de avanzar en un acuerdo con China, dijo que “están estancadas”.