Recuadro nota central, La “disciplina castrense”...
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl Ministerio de Defensa abrió en marzo el Liceo Militar Anexo Norte que funciona en el predio de la División del Ejército III de la ciudad de Tacuarembó. La obra tuvo un costo de US$ 1.434.000, según informó el semanario local Batoví, y se financió con fondos de las misiones internacionales de paz. “La idea es replicar la experiencia del Liceo Militar de Montevideo, pero al norte del río Negro, para descentralizar y evitar el desarraigo de los jóvenes”, explicó el coronel Omar Carabajal, quien dirige el liceo.
A la primera generación del liceo de Tacuarembó se presentaron 108 aspirantes para cursar cuarto año. Quedaron 60, repartidos en dos grupos. La institución militar aspira a que en 2019 haya dos cuartos y dos quintos; esto es, 160 liceales. Todos deben rendir los exámenes en Montevideo y, como en la capital, los profesores pertenecen a Secundaria.
En abril de 2016, el jefe del Ejército Nacional, Guido Manini Ríos, planteó “instruir” a centenares de jóvenes que no estudian ni trabajan. “Nosotros pretendemos educarlos, formarlos, introducirlos en oficios, de manera tal que aparezca una luz en su horizonte y puedan transitar en la vida con alguna herramienta que les permita vivir honestamente como es deseable para todos los ciudadanos”, dijo.
Para el director del Liceo Militar, si bien la misión de su institución “es diferente”, aseguró que “va en línea” con el espíritu de la propuesta del jefe del Ejército.
No obstante, el liceo de Tacuarembó no es “una solución para los jóvenes llamados ni-ni” y “tampoco resolverá el problema de la emigración” de estudiantes del interior, dijo, aunque señaló que el esfuerzo institucional apunte en esa dirección.
“Lo que planteó el comandante es dar apoyo a jóvenes que han tenido inconvenientes, que han abandonado los estudios o que no han encontrado trabajo”, explicó. El objetivo, continuó, “es prevenir y buscar que la Fuerza aporte a la educación y también a la seguridad, porque está probado que el 90% de la gente que vive ociosa en situación de calle en algún momento tiene problemas con la seguridad: sea porque no tiene donde comer o donde dormir, cometerá algún ilícito. Con formación, al menos podrá pelearla de otra manera”.
Sostuvo que la misión es “extender la educación en el país para reducir el macrocefalismo de Montevideo y evitar que los jóvenes, como dice la canción de Pablo Estramín, mueran en la capital”.