• Cotizaciones
    domingo 27 de abril de 2025

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, tu plan tendrá un precio promocional:
    $ Al año*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    En Búsqueda y Galería nos estamos renovando. Para mejorar tu experiencia te pedimos que actualices tus datos. Una vez que completes los datos, por los próximos tres meses tu plan tendrá un precio promocional:
    $ por 3 meses*
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá
    * A partir del cuarto mes por al mes. Podés cancelar el plan en el momento que lo desees
    stopper description + stopper description

    Tu aporte contribuye a la Búsqueda de la verdad

    Suscribite ahora y obtené acceso ilimitado a los contenidos de Búsqueda y Galería.

    Suscribite a Búsqueda
    DESDE

    UYU

    299

    /mes*

    * Podés cancelar el plan en el momento que lo desees

    ¡Hola !

    El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
    En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] o contactarte por WhatsApp acá

    Teatro de la esencia

    Héctor Manuel Vidal reúne en el Solís dos obras de Shakespeare, “Enrique IV” y “Enrique V”, en “Enrique príncipe y rey”

    Como en un slow motion cinematográfico, una decena de actores entran en suspensión animada, congelan el cuadro y lo ponen nuevamente en marcha a una velocidad extremadamente lenta mientras las luces bajan a una semi penumbra y los parlamentos se reducen a algunas frases imprescindibles para subrayar el concepto.

    La secuencia funciona como una síntesis del aporte de Héctor Manuel Vidal al teatro uruguayo: el de la búsqueda permanente de la belleza y de la esencia de una historia, de un autor o de un personaje. La estupenda imagen revela, por más que suene exagerado, el alma de Vidal, un director que ha perfeccionado con los años el arte escultórico de moldear la piedra que trae el intérprete el primer día de ensayos y conseguir juntos extraer la figura, la escultura, el personaje.

    Como en “Pericles”, “La boda”, “Tirano banderas”, “Galileo Galilei”, “El gran día” y las recientes “Gatomaquia” y “Maluco”, el placer de ver Enrique príncipe y rey radica en esa química que los actores demuestran haber conseguido, en olvidarse del actor y visualizar al personaje, en recibir en la butaca esa potente energía que viene del frente de actuación, un frente que atrapa por completo la atención y que demuestra una vez más que la presencia viva del artista en escena sigue y seguirá siendo insustituible por la tecnología.

    El martes 2, la Comedia Nacional celebró su aniversario número 65 con el estreno de esta síntesis de Enrique IV Enrique V, dos títulos del genio isabelino basados en múltiples crónicas históricas que narran la peripecia de un rey (Jorge Bolani) que usurpó el trono a Ricardo II y años después fue acorralado por los descendientes del rey derrocado, que lo llevaron al terreno de la guerra. En tanto, ajeno a las tensiones propias del gobierno, su hijo, el príncipe de Gales (Diego Arbelo) y heredero al trono, creció en un ambiente de bohemia, rodeado de una corte de borrachos y holgazanes encabezada por el célebre John Falstaff (Levón), personaje fascinante por la contradicción y el dilema que encarna para sí mismo y para el aspirante a rey.

    El poder y sus implicancias aparece como uno de los dos asuntos centrales de esta historia absolutamente vigente más allá de que el gobernante se llame Enrique, George o Pepe.

    La corrupción moral es materializada en este coleccionista de pecados capitales, una némesis perfecta de la rectitud y hombría de bien del soberano, aunque Shakespeare se encarga de desnudar al monarca a su debido tiempo.

    El complejo vínculo entre padre e hijo es desmenuzado minuciosamente por la elocuente pluma del “cisne de Avon”. Brilla una vez más Jorge Bolani en un personaje grave y contenido, en las antípodas de los otros dos que interpretó en esta temporada (“Variaciones Meyerhold” y “El Tobogán”), con lo cual logra una trilogía memorable.

    Por su parte, Arbelo y Leandro Núñez vuelven a demostrar su valía en dos personajes mandados a hacer para sus personalidades. Y Stefanie Neukirch, en su segundo trabajo como integrante del elenco estable se luce en el personaje del Coro, resumido sabiamente por Vidal en el notable histrionismo de esta actriz que pisa el escenario mayor con el temple de una veterana.

    Hablando del escenario, Vidal aprovechó la extensión de la plataforma sobre el foso y ganó metros cuadrados para su puesta en escena, que juega con la penumbra tras el esqueleto de madera.

    Pero los aplausos mayores son para Levón, quien logra uno de los mejores trabajos de su vida y, por lejos, el mejor de los últimos diez años. Varios veteranos aficionados al teatro empataban el martes 2 esta labor con su celebrado “Kaspar”, de Peter Handke. Vale la pena ir al Solís solo para ver su descollante composición.

    Para celebrar su aniversario con el público montevideano, la Comedia dispuso que las tres funciones del próximo fin de semana —viernes 5, sábado 6 y domingo 7— sean con entrada gratuita, canjeable por un cupón disponible en el sitio web de la compañía, www.comedianacional.com.uy

    “Enrique príncipe y rey”, de William Shakespeare. Versión y Dirección: Héctor Manuel Vidal. Teatro Solís. Viernes y sábados, 21 horas; domingos, 19horas.