Los casos llegan con frecuencia a oídos de las autoridades universitarias. Una, dos, tres, más notificaciones sobre un suicidio o un intento de autoeliminación. Lo dicen alumnos, docentes y funcionarios; lo protagonizan alumnos, docentes y funcionarios. Ante ese incremento, la Universidad de la República (Udelar) está montando un equipo multidisciplinario, con participación de distintas facultades, para saber qué pasa, por qué pasa y cuántos casos están ocurriendo en el ámbito académico, confirmó a Búsqueda el rector Rodrigo Arim.
“Esta es una población de 160.000 estudiantes, gente joven, una edad donde la preponderancia del suicidio es importante. Se planteó el problema y yo hablé a Medicina y a Psicología de la posibilidad de construir un dispositivo para este tema con alertas tempranas”, señaló.
En 2023 la tasa de suicidios en Uruguay fue de 21,1 cada 100.000 habitantes. Si bien representó una baja respecto a 2022, que fue de 23,2, es uno de los mayores indicadores en el mundo: es más del doble del promedio regional. Y el ámbito universitario no es una isla.
Huellas profundas
El miércoles 8 el Consejo de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación trató este tema. Fue el decano Pablo Martinis quien lo introdujo. Se refirió a dos casos registrados recientemente. Uno fue el de un alumno que le comunicó a un docente por correo electrónico su “voluntad de quitarse la vida” luego de “no haber aprobado un examen”.
Martinis contó que el profesor se comunicó con las autoridades y allí la facultad reaccionó “muy rápido”. Se contactaron con Gustavo Fernández, director interventor del equipo técnico del Área Salud de la Comunidad Universitaria, que orbita en el Servicio Central de Inclusión y Bienestar de la Udelar.
El asunto es “cómo responder” ante estas situaciones, planteó Martinis durante la reunión del consejo. Desde el Área Salud Universitaria se dieron “rápidamente” las indicaciones para atender al estudiante y enseguida se reorientó el caso a servicios de asistencia. Según confirmó Búsqueda, en este caso no se concretó el suicidio pese a que sí “hubo un intento”. El decano destacó que funcionaron “las redes de contención” de la institución.
Sin embargo, otro suceso reciente relatado por Martinis tuvo un desenlace distinto. “Este caso sí culminó con el suicidio de un estudiante de filosofía”, dijo. “Llega una llamada una mañana a la centralita telefónica de la facultad de una madre que consulta si su hijo está efectivamente en clase. Se interrumpe el curso y no estaba el chico ahí… Y lamentablemente, luego en la tarde, se encontró su cadáver…”, relató.
Todo parece indicar que se trató de una autoeliminación, retomó el decano. “Esto, por supuesto, nos moviliza a todos. Moviliza al docente que está dando esa clase. Moviliza a los compañeros, que eran compañeros de este estudiante… Y él estuvo allí, conviviendo con ellos. Deja huellas profundas”, afirmó.
Martinis advirtió sobre la extensión de este fenómeno. Consultado sobre si se trata de episodios aislados que afectaron en particular a la Facultad de Humanidades o “sistémicos”, el decano fue tajante: “Seguro que no es particular”.
“Intercambiando con colegas decanos del área social y artística, lamentablemente no es un caso particular”, puntualizó. En el consejo informaron que recientemente se registró otro caso en Veterinaria.
Relacionado a esto, fuentes académicas señalaron que la mejor experiencia referida a la salud mental en toda la Udelar es la Comisión de Bienestar Universitario de la Facultad de Ingeniería, en el árido mundo de los números.
Humanidades inició gestiones interuniversitarias. Por un lado, con el Departamento Psico-Social de Bienestar Universitario, y por otro, con el equipo del Programa de Respaldo al Aprendizaje (Progresa) a fin de contar con apoyos para enfrentar estas situaciones.
El objetivo es contar con “un plan general de la Universidad” para “investigar a fondo”, informó Martinis. La inquietud, según confirmaron a Búsqueda fuentes universitarias, llegó al Rectorado y al Consejo Directivo Central (CDC) de la Udelar.
Mientras tanto, la idea es armar “talleres de sensibilización” en Humanidades “para tener herramientas” frente a casos de este tipo e implementar “algunas intervenciones más específicas” de Progresa con el grupo de alumnos que padeció esta situación. La idea también es crear talleres más amplios con referentes gremiales, directores de carrera y jefas y jefes de sección expuestos a estos casos. Ambas intervenciones con Progresa se implementarán a finales de este mes de mayo.
Creada a partir de una resolución del CDC de la Udelar en setiembre de 2022, el Área Salud Universitaria entró en funciones el 1° de enero de 2023. Su objetivo es promover la salud y prevenir las enfermedades tanto de estudiantes como de los trabajadores desde la Udelar.
Reflejos
“En la Facultad de Psicología tuvimos un pico este año de 3.000 estudiantes nuevos en una población de 15.000. La universidad ha tenido un crecimiento enorme con un fenómeno muy particular, que están ingresando primeras generaciones universitarias, gente de otros sectores sociales. Entonces, la población universitaria empieza a parecerse a la población de todo el país. Se puede inferir que si hay un problema grande de suicidio en todo el país, eso también se refleja acá”, dijo a Búsqueda el decano de Psicología, Enrico Irrazábal.
“¿Dónde hay más suicidios? En varones adultos jóvenes y en viejos. En teoría un universitario debería tener más estrategias de resolución de problemas, más recursos y estrategias vitales, sin embargo, los suicidios se están dando. Eso quizás tenga que ver con que la composición de la población universitaria está cambiando”, añadió.
Si bien dijo no tener “elementos casuísticos y de investigación” que le permitan acompañar a Martinis en su idea de que en las áreas social y artística la problemática pueda estar más extendida, Irrazábal sí indicó que “para algunas composiciones subjetivas (personales)” esas carreras “puedan resultar más atractivas”.
Campañas
Este martes 14 el CDC aprobó su plan de salud mental con fondos asignados por $ 100 millones. Estaba planificada su consideración el 30 de abril, pero se postergó “porque los distintos órdenes querían desgranar en qué se iban a gastar las partidas”, dijo Irrazábal. Originalmente, la Udelar había pedido $ 170 millones.
Ese dinero —destinado a una iniciativa coordinada entre las facultades de Medicina, Psicología y Ciencias Sociales— permitirá este año la construcción de un centro de agudos y un espacio diurno en el Hospital de Clínicas. También costeará acciones de impacto en la sociedad como La Última Foto, una muestra itinerante que el martes 14 llegó al Palacio Legislativo.
Esta muestra, inspirada en la británica The Last Photo, que sacudió el verano londinense de 2022, que gira en torno a 11 gigantografías de personas que poco después de ser retratadas se suicidaron, tuvo un costo total aproximado de US$ 100.000, incluyendo impresiones, cubos, página web y redes sociales, sin considerar los recursos humanos. Entre un 70% y 80% lo aportó la Udelar.
Uno de los ideólogos detrás de esta campaña —que tiene 97 voluntarios, 14 profesionales y 76 familias atrás— es el sociólogo Pablo Hein, integrante del Grupo Interdisciplinario de Prevención del Suicidio de la Udelar. “El suicidio es un tema de toda la sociedad, no es específicamente universitario”, subraya antes que nada al ser consultado por Búsqueda. Sin embargo, en una sociedad donde se promueve el individualismo —en contra de la cohesión social, que podría oficiar como barrera—, la universidad no es —nuevamente— una isla. “La competencia es muy grande, todos los sistemas de evaluación son individualizados y hay poco sentido de lo colectivo”, expresó.
Información Nacional
2024-05-15T20:24:00
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