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Las modificaciones que en 2018 se lograron votar en el Parlamento al sistema de pasividades de las Fuerzas Armadas —la “caja militar”— no conformaron a las autoridades frenteamplistas de la época, por entender que resultaron insuficientes para abatir la asistencia de fondos públicos que demanda ese servicio. Pero, sin ellos, su déficit se habría duplicado hacia el 2100, según una “nota técnica” publicada el miércoles 14 por la Comisión de Expertos de la Seguridad Social (CESS).
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El estudio incluye proyecciones a largo plazo de los ingresos y egresos de la “caja militar”. De acuerdo con esos cálculos, habría un “decremento del resultado, donde el déficit del sistema pasa de ser 0,85% del PIB en 2025 a 0,79% en 2100, lo que debería cubrirse con contribuciones del Estado”.
La cantidad de cotizantes al servicio de retiros de los militares se mantendría en todo el período proyectado, mientras que los jubilados bajarían 6% entre 2025 y 2050 debido a un descenso “importante del número de retiros del régimen anterior” y la incorporación de los que se jubilan por el nuevo régimen previsto en la ley del 2018. A partir de 2050, la cantidad de pasivos aumentaría y en 2100 sería 7% más que ese año. En el caso de las pensiones de sobrevivencia, decrecen (62% entre 2025 y 2100).
En suma, la relación demográfica del sistema pasaría de 0,72 activos por cada pasivo en 2025 a 0,77 en 2050, para luego descender a 0,71; en todo el período hay menos de un cotizante por cada retirado.
Los ingresos por aportes se incrementarían desde el equivalente a 0,20% del PBI en 2025 a 0,28% en 2100, sin incluir la contribución especial patronal para servicios bonificados (debido a que no está reglamentada). Ese aumento se vincularía en el mediano plazo a la sustitución de los activos del régimen anterior por los del nuevo, con tasas de aportación más altas (personal 15% y patronal 19,5%) y, adicionalmente, a la incorporación de aquellas partidas que no estaban gravadas. En el largo plazo, se asociaría principalmente al crecimiento del salario por encima del Producto, según el estudio. Así, el ingreso para la “caja militar” que proviene de Rentas Generales disminuiría en el mediano plazo.
El estudio elaborado para la CESS —que prepara la reforma del conjunto de la seguridad social— incluye un análisis del “equilibrio individual” como herramienta complementaria a las proyecciones financiero-actuariales, con una mirada desde el individuo (no del sistema en su conjunto). Con esta perspectiva, la prestación por retiro que cobrarían los retirados por la “caja militar” durante su vida es mayor a los aportes realizados (tanto personales como patronales). Si se considerase la prestación de retiro por incapacidad y la pensión por sobrevivencia, la relación resultante sería superior.