John Textor tiene 58 años y nació en Missouri. De adolescente practicaba skate e incluso participó en competencias de freestyle. Abandonó esa disciplina por un golpe en la cabeza y se dedicó a los negocios. Programador de profesión, logró convertirse en un capitalista de riesgo dedicado a las inversiones en contenidos tecnológicos y creativos de la industria del entretenimiento. Entre otras iniciativas adquirió Digital Domain, una empresa de efectos visuales y animación utilizada para la película Titanic y fundada por el director de cine James Cameron. En 2012 la empresa se declaró en quiebra, pero Textor continuó. En 2020 se convirtió en el CEO de FuboTV, un servicio de televisión en streaming conocido como el Netflix de los deportes, centrado en canales que distribuyen en vivo partidos de básquetbol, fútbol americano, béisbol y ligas de fútbol europeas.
, regenerado3
FuboTV llegó a alcanzar un valor de US$ 8.000 millones en la Bolsa de Nueva York y despertó en Textor una pasión por el fútbol. Creó Eagle Football Holdings y, con el apoyo de administradores globales de inversiones, como Ares Management Corporation, se inició en una compra compulsiva de clubes. “El estadounidense que se enamoró del fútbol y se compró US$ 1.000 millones de sufrimiento. John Textor adquirió cuatro clubes de fútbol en cuatro países en el espacio de dos años. Se ha convertido en uno de los cursos intensivos más caros en el deporte”, es la introducción de un artículo de diciembre en The Wall Street Journal.
El recorrido comenzó en agosto de 2021 con la adquisición de un porcentaje cercano al 40% del Crystal Palace, equipo de la Premier League de Inglaterra. Pagó al menos US$ 124 millones para transformarse en socio propietario. En marzo de 2022 invirtió US$ 300 millones para adueñarse del 90% del Botafogo, de la Primera División de Brasil. En enero de 2023 compró 80% del Racing White Daring Molenbeek, de Bélgica, a cambio de aproximadamente US$ 20 millones. Su última operación fue pocos meses después: alrededor de US$ 800 millones por el 77% del Olympique de Lyon, de Francia.
El proyecto no termina ahí. Textor ha insistido en conseguir un porcentaje del Benfica, uno de los clubes más populares de Portugal y más vendedores de futbolistas a escala mundial. Y también posó su mira en Uruguay: un representante de Eagle Football Holdings estuvo en el país y mantuvo reuniones con empresarios, abogados y directivos, entre ellos el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso. El objetivo fue conocer las ligas de Primera y Segunda División, los clubes, la infraestructura del fútbol uruguayo, el trabajo en divisiones formativas y el marco legal para la operativa de las sociedades anónimas deportivas (SAD).
Desde la llegada de Alonso a la presidencia, en 2019, la AUF promociona la conversión de asociaciones civiles a sociedades anónimas, como salida a sus penurias económicas y para dar un salto de profesionalización a los torneos y los clubes locales, en una imitación de un modelo que se expandió en muchos países, principalmente con capitales ingleses, estadounidenses, saudíes y emiratíes.
Actualmente, de los 30 clubes de Primera y Segunda División serán 16 los que funcionarán bajo el régimen de SAD: Atenas de San Carlos está a punto de convertirse formalmente en el decimosexto club, a semanas de culminar un acuerdo por el cual pasará a manos del Middlesbrough FC, un equipo de la EFL Championship (segunda categoría de Inglaterra) propiedad de Steve Gibson, un empresario especializado en el transporte a granel que está entre las 500 personas más ricas del Reino Unido. Albion, Cerrito, Colón, Cooper, Boston River, Deportivo Maldonado, Juventud de Las Piedras, La Luz, Miramar Misiones, Montevideo City Torque, Oriental, Plaza Colonia, Racing, Rentistas y Sud América ya son sociedades anónimas deportivas.
Hasta ahora el último contrato de SAD en el fútbol uruguayo se firmó en diciembre entre Racing y Red&Gold Football, una empresa formada por el FC Bayern München de Alemania y Los Angeles Football Club de Estados Unidos que se transformó en socio mayoritario del club. “Uruguay ofrece una de las culturas futbolísticas más interesantes y es sinónimo de estabilidad social y política en Sudamérica. En relación con su población total de unos 3,5 millones de habitantes, el país ha desarrollado probablemente el mayor número de futbolistas profesionales del mundo”, argumentó Jochen Sauer, director general Red&Gold Football.
La misma mirada tienen otros grupos inversores que ya se instalaron en instituciones uruguayas y aquellos que, como Textor, analizan hacerlo. Otros dos representantes de capitales estadounidenses también estuvieron en Uruguay en los últimos meses y conversaron con dirigentes de la AUF. Empresarios chilenos y brasileños, por su parte, se contactaron directamente con algunos clubes.
Cerro, Cerro Largo, Danubio, Defensor Sporting, Fénix, Liverpool, Montevideo Wanderers, Nacional, Peñarol, Progreso, Rampla Juniors, River Plate, Tacuarembó y Uruguay Montevideo son los 14 equipos bajo control de sus socios. Algunos mantienen diferencias públicas con la gestión de Alonso, críticos del fuerte impulso que la AUF otorga a las sociedades anónimas deportivas. Sostienen que la mayoría de los grupos inversores pretende el lucro individual de sus accionistas con la exoneración de impuestos y la transferencia de futbolistas, y no el desarrollo de las instituciones, bajo contratos desventajosos que los inversores están dispuestos a incumplir si a corto plazo sus objetivos de ingresos económicos no son satisfechos. Es una postura que acompaña Tenfield, dueña hasta 2025 de los derechos de televisación de la liga uruguaya, y a quien históricamente le ha servido el modelo de clubes endeudados que dependen de los adelantos del dinero de la televisión.
Otros clubes no son tan tajantes y dentro de sus directivas tienen dirigentes dispuestos a atraer propietarios extranjeros para solventar presupuestos y competir mejor. Estos son los que pretenden iniciar conversaciones con actores como Eagle Football Holdings.
Montevideo Wanderers y River Plate, por ejemplo, mantuvieron contactos con Red&Gold Football previo a que Racing aceptara la transacción. A diferencia de los otros dos clubes, desde 2021 Racing se reorganizó económicamente y se transformó en una SAD, con capitales liderados por el exfutbolista argentino Fernando Cavenaghi. Esa dirección conservó una participación minoritaria tras el contrato con Red&Gold Football el año pasado. “Nuestros colores serán siempre los mismos, verde y blanco. Nos mantendremos fieles a nuestra tradición de más de 100 años como La Escuelita y seguiremos formando talentos para el fútbol uruguayo y el fútbol internacional. Nuestro compromiso se orienta hacia el largo plazo y se realizarán inversiones en la infraestructura del club con el fin de seguir ampliando y mejorando los cimientos existentes”, afirmó Cavenaghi en diciembre en un comunicado de prensa, ante versiones de una transformación en la identidad de la institución.
Dirigentes consultados por Búsqueda indicaron que las razones para el boom de las SAD en Uruguay son varias: un clima político estable, leyes favorables, reglas que se cumplen, el apoyo de la AUF, un costo económico menor en la compra de un equipo en comparación a otros países y la capacidad exportadora de futbolistas, que hacen de invertir en un club uruguayo un gran atractivo económico. Además, Argentina, un eventual competidor, está sumido en una discusión sobre el tema desde que el presidente Javier Milei asumió el año pasado. Milei es favorable a las sociedades anónimas deportivas, pero el régimen está prohibido en el país y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) —con el respaldo de la mayoría de los clubes— defiende el modelo tradicional.
“Las SAD no tienen existencia jurídica, es algo que algunos ven como superador a lo que nosotros tenemos. Si no tuviéramos los clubes cumpliendo la función que cumplen, no seríamos lo que somos. Somos defensores de las asociaciones civiles sin fines de lucro y buscamos fijar una posición institucional. El que les habla está más convencido que nunca que este es el fútbol argentino, que esta es la esencia nuestra”, manifestó en noviembre Claudio Tapia, presidente de la AFA, tras una asamblea en la que los equipos argentinos sentaron su posición con 45 votos en contra y ninguno a favor de permitir el ingreso de las sociedades anónimas deportivas.
En esa asamblea no votó Talleres de Córdoba, un club a favor de las SAD que desde 2015 es presidido por Andrés Fassi. Se trata de un empresario vinculado al Grupo Pachuca, un conglomerado mexicano propietario de varios equipos de fútbol. Aunque es una asociación civil, Talleres intentó transformarse en una sociedad anónima; hoy funciona bajo una especie de gerenciamiento, con elecciones, asambleas, Fassi como presidente y la inyección de dinero desde México.
La familia Fassi creó en 2020 una sociedad anónima deportiva en Uruguay para quedar a cargo de Atenas de San Carlos; el régimen funcionó de 2020 a 2023, cuando ambas partes anunciaron el fin del vínculo, sin cumplir la meta de ascender a Primera División y tras cuestionamientos públicos de hinchas y entrenadores, como Diego Forlán, que dirigió brevemente al equipo en 2020. El Grupo Pachuca, por su parte, firmó recientemente acuerdos superficiales de colaboración con Nacional y Peñarol.
Respecto a Textor, los resultados de su gestión están por verse. La web oficial de Eagle Football Holdings informa que tres instituciones tuvieron aumentos de sus ingresos desde la llegada del grupo: Botafogo, del 225%, en 2023, y RWD Molenbeek y Olympique de Lyon, del 643% y del 26%, respectivamente, al compararse los primeros cuatrimestres de 2023 y 2024. Según el Financial Times, si se analizan los balances de clubes a nivel global de la temporada 2021/2022, los ingresos combinados de los cuatro activos de Eagle Football Holdings lo ubican entre los 20 grupos más ricos del fútbol. En una nota a ese periódico en marzo del año pasado, Textor dijo que analiza sacar a la bolsa a las instituciones. “No estamos hablando del demonio de Wall Street. Es una forma de propiedad que se aproxima mucho a la propiedad comunitaria”, explicó.
Su carácter disruptivo ya le causó problemas en Brasil. El año pasado, Botafogo lideró buena parte de las 38 fechas del Brasileirão, la liga de Primera División del país. Perdió el torneo sobre el final y Textor protestó públicamente por el supuesto arreglo de partidos mediante decisiones arbitrales. En abril compareció ante una comisión parlamentaria que investiga la manipulación de resultados mediante apuestas ilegales. Según EFE, durante su testimonio Textor acusó a la Confederación Brasileña de Fútbol de falta de transparencia y en una reunión reservada con los senadores presentó informes que él personalmente encargó a una empresa francesa que monitorea partidos, con los que supuestamente se corroborarán sus sospechas de corrupción.
“Tenemos indicios suficientes para investigar profundamente y de forma independiente”, señaló tras el encuentro el senador Jorge Kajuru, presidente de la comisión parlamentaria, quien anunció que próximamente serán convocados árbitros, dirigentes de clubes y representantes de casas de apuestas.
Deportes
2024-05-15T20:24:00
2024-05-15T20:24:00