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Un par de meses antes de la foto de los precandidatos en la sede del Partido Nacional hubo una llamada con una propuesta. Fue el senador Luis Lacalle Pou el que telefoneó a la presidenta del Directorio blanco, Beatriz Argimón, con la idea de juntar, un año antes de la contienda interna, a todos los que aspiran a competir por la presidencia. Entonces Argimón se puso a trabajar. No fue fácil. Hubo que coordinar agendas, postergar fechas, convencer. Empezó a tantear. Evaluó junto a los precandidatos a quién le servía más o menos el encuentro, escuchó, trató de armonizar, y logró consenso bajo la premisa de que el militante de a pie les “reclama” unidad a los líderes. “Los quieren ver juntos, sin peleas, es algo que me dicen hasta en el supermercado”, contó Argimón a Búsqueda. La fecha de encuentro la determinaron entre los conductores de los dos grandes bloques blancos: Lacalle Pou, de Todos, y el senador Jorge Larrañaga, de Alianza Nacional. El resto se acomodó. Un miércoles 18 de julio, un día feriado y con poca gente en las calles céntricas de Montevideo, los precandidatos blancos se juntaron en el pequeño despacho de Argimón en la sede nacionalista frente a la Plaza Matriz. Y salió la foto.
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Pero, una vez más, lo que hubo de unidad fue poco más que esa instantánea con rictus sonrientes. La reunión comenzó con la palabra de la anfitriona. Argimón les dio la bienvenida, anunció detalles de la próxima convención del partido, que será la última antes de las internas, e inició la ronda. Cada uno habló del momento en el que está. De los pasos que se están dando en esta carrera que recién empieza. Tanto así que de los seis que estaban en la reunión, solo la mitad de los precandidatos había oficializado y cumplido los trámites de rigor ante la casa blanca: Lacalle Pou, Larrañaga y Carlos Iafigliola. Ni la senadora Verónica Alonso, ni el secretario de la Intendencia de Durazno, Juan José Bruno —que estaba allí en representación del grupo de los intendentes— ni Juan Andrés Ramírez Saravia lo habían hecho a la hora del encuentro.
Según varios participantes en la reunión consultados por Búsqueda, lo que quedó claro es que recién después de las internas se podrá articular algo parecido a un programa común.
El que enfatizó las palabras “unidad” y “respeto” fue Larrañaga. Insistió en que era un ámbito para demostrar “institucionalidad” y la “marca” del partido, antes que para recortar perfiles. Se los dijo a todos, pero su mensaje iba teledirigido a Alonso. Larrañaga se enteró poco antes de la reunión que la senadora, que salió electa por Alianza Nacional y luego se alejó del sector, iba a anunciar formalmente su precandidatura tras la cumbre. Y eso lo tenía un tanto incómodo, por no decir molesto. Reclamó que haya una sola vocera y que esta fuera Argimón. En portales de Internet y en conversaciones internas ya se hablaba de que después de la reunión, además de Argimón, hablaría Alonso. Era una información que tenían todos los dirigentes en sus celulares mientras se desarrollaba el encuentro. Alonso suscribió lo de la unidad, pero dijo que había resuelto aprovechar la instancia para comunicarles formalmente que sería precandidata y que si la prensa se lo preguntaba lo iba a ratificar. Larrañaga la interrumpió. Le apuntó que si estaba en esa reunión era evidente que ya era precandidata. Que no veía la necesidad de salir a aclararlo justo en ese día. Alonso respondió que se había hablado mucho de su acercamiento con el grupo de los intendentes y que entendía que era el momento de dejar claro que ella competiría por su lado. Flotó cierta tensión en el ambiente. El comentario tampoco cayó bien en el representante de los intendentes, que dijo que ellos recién anunciarán su precandidato cuando inscribieran a su agrupación. Otro mensaje teledirigido.
A kilómetros de distancia.
No fue el único momento tenso. Iafligliola reclamó que se lo “respetara” y no se lo “ninguneara”. Se asume como “candidato chico” y mostró los dientes para decir que no se bajará hasta el final. “¿Alguno de ustedes duda de mi candidatura?”, los interpeló. Ramírez, otro de los candidatos con poca estructura en todo el país, anunció que había encargado una encuesta para “medirse” y recién después definir si larga la carrera.
También hubo algo de fricción cuando Larrañaga habló sobre su propuesta de un programa en común de gobierno, a definir antes de las internas. Lacalle Pou le dijo que estaba “todo bien”, que su propuesta sería tenida en cuenta, pero que sus asesores y equipos técnicos también trabajan en la suya. Y le dijo, frente a frente, que hay cuestiones en las que están “a kilómetros de distancia”.
Según varios participantes en la reunión consultados por Búsqueda, lo que quedó claro es que recién después de las internas se podrá articular algo parecido a un programa común. La reunión terminó con la conferencia de prensa de la presidenta del directorio y con todos sonrientes ante los flashes de las cámaras. Y con Alonso anunciando su precandidatura.
Luego comenzarían los reproches. Hubo molestia por la actitud de Alonso. “Enojo no, sorpresa”, dijo una alta fuente de Alianza Nacional. “Sin comentarios”, respondió otra del grupo de los intendentes. “No me molestó, sinceramente no”, contestó Argimón. “La unidad tiene una base, pero cuando se larga, las estrategias pueden ser bien disímiles”. Argimón dijo que recibió “varios comentarios y reproches” al finalizar la cumbre de los precandidatos. “A todos les sonrío y les digo lo mismo: empezó la campaña”.