El país necesita invertir más en sus recursos humanos porque es un sector “muy especializado”, opina la secretaria general de OACI, Fang Liu
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáTan solo un año atrás, Uruguay era uno de los países de América Latina con peor nivel de cumplimiento de los estándares internacionales de seguridad operacional y protección de su sistema de aviación civil. Los esfuerzos del gobierno y el apoyo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), dependiente de Naciones Unidas (ONU), permitieron que el país mejorara sus niveles de cumplimiento y superara el promedio mundial. Pero Uruguay todavía tiene mucho camino por recorrer.
La secretaria general de la OACI, Fang Lui, visitó Montevideo precisamente para transmitir ese mensaje al Poder Ejecutivo que preside Tabaré Vázquez: si Uruguay quiere aplicar las “mejores prácticas” en el sector debe cambiar su normativa y, entre otras cosas, retirar la Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura Aeronáutica (Dinacia) de la órbita del Ministerio de Defensa.
El lunes 3, un día antes de reunirse con las autoridades uruguayas especializadas en el tema, Liu dijo a Búsqueda que “las mejores prácticas en el mundo y los estándares de la OACI indican que una autoridad de aviación civil independiente y autónoma es muy importante para asegurar que se cumplan las tareas de supervisión” y que por eso es “importante” que el gobierno uruguayo instrumente cambios en la estructura del sector.
La Dinacia depende del Ministerio de Defensa, algo que es objeto de discusión en Uruguay. La senadora Constanza Moreira, por ejemplo, planteó en 2014 que era necesario quitar la aviación civil de esa Secretaría de Estado.
Liu relató que la OACI asistió a Uruguay en el último año para que pudiera implementar de manera más efectiva los estándares internacionales en temas de seguridad operacional, protección y eficiencia aérea. La agencia de la ONU es una de las que mayor acuerdo entre los países alcanzan para estandarizar desde el ensamble de los aviones hasta los criterios de trabajo de los pilotos y los mecanismos de funcionamiento de los aeropuertos.
De acuerdo con un análisis de OACI, Uruguay tenía un promedio de aplicación de estándares del 40% antes del trabajo conjunto y ahora llegó al 71%. A escala mundial el promedio de cumplimiento es 60%, pero en América Latina hay un acuerdo para llegar al 80% y por eso el país tiene “terreno para mejorar”, explicó la jerarca. A modo de ejemplo, dijo que en cuanto a la seguridad, Uruguay cumple con el 76% de los estándares de OACI y si bien el promedio mundial es 60%, Brasil alcanza el 96%.
En el marco de su colaboración, OACI detectó “problemas estructurales y del sistema que el gobierno debe mejorar”. Entre ellos, Liu puso énfasis en la falta de independencia de la aviación civil uruguaya como “una de las debilidades de la regulación” local. “Es muy importante para asegurar que cumpla con sus tareas de supervisión del sector y no haya conflictos de interés”, sostuvo.
La jerarca dijo que la autonomía debe estar acompañada de independencia financiera, de recursos humanos y de gerenciamiento. “Es extremadamente importante que Uruguay tenga profesionales muy entrenados trabajando en el sector para que tomen las responsabilidades de supervisión y control y aseguren que la aviación civil opera de manera segura”, añadió.
En ese sentido, hay cuatro áreas de estándares que la aviación civil uruguaya tiene por debajo del 60% y que están “vinculadas a la independencia de la autoridad y la separación de roles” en el sector.
Para la titular de la OACI, la independencia funcional y económica de las autoridades de la aviación civil es una medida necesaria pero no debe ser tomada de manera aislada. En su opinión, Uruguay debe elaborar un “plan maestro” que proyecte cuál será el futuro del sector para los próximos 10 años.
Según los cálculos de la organización, para el 2030 el tráfico aéreo de pasajeros se duplicará y el traslado de cargas tendrá también un crecimiento importante. A eso se suma que la región crecerá, de acuerdo con las proyecciones, un promedio de 3,5%. Todo esto, dijo Liu, hace que sea fundamental tener un “plan maestro” que permita a la aviación civil uruguaya acompasarse a los desafíos.
Para argumentar su opinión, explicó que la aviación civil es uno de los “fuertes posibilitadores del desarrollo económico” porque facilita los negocios y sectores como el turismo. “Sin conectividad las personas no podrían moverse efectivamente de un lugar a otro y la aviación es la manera más segura y de hacerlo”, señaló.
Liu considera que la estrategia que despliegue Uruguay para el sector debe estar enmarcada en su “plan de desarrollo nacional”. Sea cual sea ese plan, el país “necesita invertir en infraestructura y recursos humanos para asegurar que el sistema sea seguro y sostenible”.
“Es importante hacer que los jóvenes se interesen en el sector y que se preparen para tener suficientes profesionales cualificados. Uruguay ha hecho esfuerzos en infraestructura pero tiene que seguir haciéndolo pensando en el futuro, sobre todo en la capacidad de sus recursos humanos. Las autoridades deben tener autonomía para contratar a las personas y comprometerlas a tener un buen desempeño y a formarse continuamente, porque la aviación es un sector muy especializado”, afirmó.