El leve impulso que tomó el dólar en el mercado uruguayo a mediados de la semana pasada, se disipó en los días siguientes.
El leve impulso que tomó el dólar en el mercado uruguayo a mediados de la semana pasada, se disipó en los días siguientes.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl lunes 22 y ayer martes 23 las compraventas de esa divisa entre bancos y otras instituciones financieras se hicieron a precios promedio en baja. Según informó el Banco Central (BCU), en la víspera las operaciones fueron a $ 40,369. Ese valor es 1,4% menor que a fin de julio; el tipo de cambio disminuyó casi 9,6% en el año.
Ese retroceso del dólar frente al peso uruguayo fue a contracorriente de lo que pasó, en general, con esa divisa respecto de otras relevantes del mundo. El índice DXY subió, algunos días fuerte, desde el jueves 10, si bien bajó ayer.
Un operador del mercado local estimó que eso que mostró el DXY será la tendencia de los próximos días, si bien los agentes están a la espera de nuevos mensajes de las autoridades de la Reserva Federal de Estados Unidos acerca de su política monetaria. Su estimación es que el dólar cotizará entre $ 41 y $ 42 en setiembre.
Un elemento que, en teoría, influye en el mercado cambiario, es el sesgo contractivo de la política monetaria que —como en Estados Unidos— el BCU ha venido profundizando en los últimos tiempos con el propósito de contener la inflación. La semana pasada subió la tasa de referencia a 10,25%, otra vez con el voto contrario del director frenteamplista, y anunció que hará aumentos también de 50 puntos básicos en las siguientes reuniones de su comité monetario (Copom).
En la “minuta” del último Copom, divulgada el jueves 18, el BCU comentó la dinámica monetaria y cambiaria reciente con más detalle de lo habitual. Indicó que la tasa a un día operó en torno a 9,75% a partir de su fijación en ese nivel en julio, que aumentó el rendimiento de las Letras de Regulación Monetaria (10,4% en promedio), a la vez que aumentó el costo de los préstamos en moneda nacional ofrecidos por el sistema financiero (a 12,2% en promedio). En ese contexto, el crédito en pesos se desaceleró en términos reales, en particular en los préstamos a empresas y en menor medida para el consumo.
También subió la tasa para depósitos en pesos.
Por otro lado, los bancos mantuvieron su posición en moneda extranjera y también el portafolio por monedas de las AFAP no mostró cambios relevantes, según el BCU. Además, señaló que esas administradoras de fondos “canalizaron salidas de divisas de no residentes a través de la compra de bonos globales, para lo cual adquirieron dólares en el mercado, al tiempo que la tenencia de títulos locales por parte de no residentes se mantuvo reducida”.
Los “canales de transmisión de la política monetaria funcionan en el sentido esperado”, resumió.
Estos comentarios contenidos en la “minuta” parecieron buscar argumentar frente a algunos cuestionamientos que está recibiendo el BCU y su estrategia monetaria. Para el Frente Amplio, subir la tasa profundizando su sesgo contractivo es un camino equivocado porque puede tener efectos nocivos sobre la actividad y el empleo; el problema, entiende, está en el lado de la oferta y no en el consumo. Ese es un enfoque compartido por algunos analistas privados.
De enero a la fecha, en la plaza uruguaya el precio del dólar “se ha estado debilitando”, mientras se fortaleció a escala mundial. La “discusión que hay es si en algún sentido la política monetaria que se está desplegando es responsable de este comportamiento distinto del mundo. (…) ¿Eso es un fenómeno derivado de la política o es un fenómeno genuino derivado de los fundamentos económicos de Uruguay? La verdad está en las dos cosas”, opinó el economista Gabriel Oddone, hablando el jueves 18 en una charla organizada por la Unión Rural de Flores. La razón por la cual el dólar se está apreciando es porque “estamos exportando bien, y no estamos importando tanto”, dijo. La “otra razón” es que, por ejemplo, las AFAP ven que “no es el momento de desarmar sus posiciones de pesos porque capaz que logra comprar dólares más baratos” y eso tiene que ver con el “canal de las expectativas”. Esas dos cosas “van a tener que cambiar en los próximos meses”, presagió, en el entendido de que la inflación irá cediendo, aunque es un objetivo que el gobierno “va a resignar” y “no va a poder ponerla donde quiso”. Y como la economía global se va a desacelerar, el BCU tendrá que “ayudar a que el dólar se deslice un poco” y la tasa de inflación no bajará mucho, sostuvo Oddone, socio de la consultora CPA/Ferrere.
“El dólar seguirá estando relativamente débil, pero el peso uruguayo se va a estar depreciando más, lo que le va a permitir al sector exportador mejorar algo o por lo menos moderar los problemas de competitividad que tiene, que ya no estarán disimulados por precios elevados” de los commodities, analizó. Su síntesis es que, para Uruguay, ya no estará el “escenario muy bueno” que se vio para el agro en los últimos dos años, y recomendó a los productores ser “prudentes”.