El precio de los toros para reproducción se mantendrá en niveles similares a los de la zafra anterior, o incluso pueden sufrir algún ajuste a la baja, según valoraron en diálogo con Campo varios rematadores consultados.
El precio de los toros para reproducción se mantendrá en niveles similares a los de la zafra anterior, o incluso pueden sufrir algún ajuste a la baja, según valoraron en diálogo con Campo varios rematadores consultados.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáLos martilleros son coincidentes en señalar que las condiciones en que se desarrollarán las ventas son óptimas, pero, sin embargo, algunos consideran que lo vivido sobre todo en la primera mitad del año con el valor del ganado y especialmente la brecha que aún persiste entre el precio de la reposición y las categorías de gordo, ha generado cierta incertidumbre con respecto a la formación de los precios futuros, y especialmente el de la categoría de terneros. Apuestan, no obstante, a que puedan resolverse las limitantes de la exportación en pie de esta categoría y se genere una corriente fluida de negocios que descomprima el mercado y valorice ese producto. Las condiciones climáticas son muy buenas, la demanda internacional de carne y su precio son excepcionales medidos en valores históricos con un nivel de más de U$S 4.000 por tonelada de promedio, y el precio del novillo se mantiene firme actualmente en niveles de U$S 3,70 por kg.
Dentro de este marco, las cabañas ofrecerán desde los primeros días de octubre sus productos en remates particulares, exposiciones y ventas directas desde los establecimientos. Ha sido un negocio global de entre unos 15 y 20 millones de dólares, cuando su potencial, a la luz de los números, podría trepar hasta más de 150 millones.
Considerando una aplicación de 4 % de toros sobre el total de vacas a entorar y partiendo de la base de que las hembras en esta condición se ubican en el entorno de 4.2 millones, serían necesarios unos 168.000 toros para servir a todo el rodeo, de los cuales se estima que se recambian año a año aproximadamente un 30 %. Estos números determinarían que en la próxima zafra debieran comercializarse unos 50.000 toros. Apenas el 10 % de esa cifra se venden anualmente en remates de cabaña y exposiciones, unos 5.000. No hay registro de ventas particulares, pero aun así, se parte de la base de que no se recambian en el mercado todos los toros necesarios, y que muchos productores utilizan machos enteros producidos en su propio establecimiento.
Apuesta por buena genética
Para el rematador Daniel Dutra, el productor año a año va buscando cada vez más toros con buena genética, poniendo atención y priorizando los datos objetivos que las cabañas proporcionan, y lentamente va dejando atrás la práctica de dejar terneros enteros para utilizar en sus rodeos. Esto, a su juicio, hace que los aproximadamente 5.000 toros que se ofrecerán en remates y exposiciones sean fácilmente absorbidos por el mercado. Atendiendo a esta situación, sumado a la buena condición climática, valores del ganado firmes, un dólar “más alegre” que el año pasado y el buen comportamiento de los mercados internacionales, más una buena parición de unos 2.800.000 terneros que generarán a su vez un volumen muy importante de vacas paridas que volverán a entorarse, Dutra entiende que la zafra de este año se va a mover dentro de valores similares a los de 2013. “La lógica es que tengamos una zafra dinámica y con buena colocación de toros”, afirmó. Sin embargo, sostuvo que “estaría faltando que aparezcan buenos negocios de animales jóvenes en pie para tonificar un poco más la cría”.
No ayuda precio de los terneros
Con igual optimismo ve la próxima zafra el rematador Romualdo Rodríguez, aunque es un poco más escéptico en que puedan mantenerse los niveles de precio de la zafra anterior, que arrojó un promedio general de U$S 3.570 por toro. Dijo que los reproductores se van a comercializar “sin ningún tipo de inconveniente”, aunque reconoció que el ánimo de los ganaderos no está igual, debido a los valores en que se movieron los terneros en el otoño pasado, que según dijo, se ubicaron en un entorno de U$S 100 menos. Esto, a su juicio, puede contraponerse a las buenas condiciones climáticas y de mercado. Rodríguez señaló que de acuerdo con conversaciones mantenidas con varios cabañeros que ofrecerán sus productos en la próxima zafra, existe la sospecha de que no se van a alcanzar los muy buenos niveles de precios de la zafra anterior en función propiamente de esa situación y que los valores van a tender a ajustarse “en algo” a la baja.
Sin embargo, este rematador es optimista en cuanto a la fluidez en la comercialización y la buena colocación de todos los productos que se ofrezcan en la plaza. Dijo que en el escritorio se reciben diariamente consultas de productores de todo el país mostrando interés por los toros de las diferentes cabañas y que eso le hace pensar que las ventas fluirán “sin ningún tipo de inconvenientes”.
Ganadería con certezas
Gerardo Zambrano, director de Zambrano & Cía., entiende que la situación actual y las perspectivas para la zafra de toros debieran observarse desde dos enfoques. Por un lado, considerar el análisis desde la reposición de reproductores de acuerdo con el entore anual, de donde surge claramente que los animales que se venden en remates de cabaña y exposiciones son insuficientes. Por otro lado, dijo, si se observan las perspectivas de la carne y los valores del ganado gordo hoy, debería ser una zafra buena “sin dudas”. Pero comentó que los ganados de reposición no siguieron el ritmo de valores del ganado gordo y que eso “evidentemente” generó desconfianza con la industria y repercutió fuertemente en los valores durante la zafra. Dijo que se mantuvo el interés por la reposición, pero que se generó una “brecha entre categorías” que desalentó a mucha gente.
Sin embargo, sostuvo que las buenas perspectivas de colocación de carne en el exterior, tanto en mercados como en valores, “indicaría que la apuesta a la ganadería sería una apuesta cierta y la ganadería sin terneros no existe”, por lo cual “en ese aspecto deberíamos ser bastante optimistas”.
Más allá de ese optimismo, Zambrano considera que el productor, a la hora de invertir en genética, “va a ser más cauteloso” basado en los “costos caros” y las “incógnitas” con respecto al comportamiento de la industria en zafra. Dijo que ya han mostrado esa cautela a la hora de reponer ganado en estos meses y que “quizás” eso se refleje también en el momento de adquirir un toro con respecto a los valores, “pero siempre con el interés de compra, que en definitiva es la necesidad de adquirir los toros que necesita”.
Destacó que las condiciones que ofrecen las cabañas en cuanto a las garantías sanitarias, seguros, fletes, aparte de la genética, “da una muy buena oportunidad” para reponer toros, y que eso “seguramente” va a llevar a que se mantengan los precios en niveles similares a los del año pasado. De todas formas, resaltó que “más allá del precio, el objetivo es que la comercialización se dé en una zafra fluida y de ventas porcentualmente importantes”.
Sin margen para perder puntos de preñez
“El productor no se puede dar el lujo de perder porcentajes de preñez por no tener un toro en condiciones, porque el negocio está muy fino y hay que producir más y mejor”, dijo a Campo Pablo Valdez, director de José A. Valdez y Cía. Este rematador sostuvo que hay muy buenas expectativas para la zafra, sobre todo por la situación climática, ya que los ganados van a llegar con muy buen estado al entore, y a que el mercado de terneros se observa con “un aumento de la dinámica y la demanda de animales en pie, lo que va a sostener los valores de la categoría”. Valdez hizo referencia a su reciente gira por Medio Oriente, donde realizó contactos para concretar negocios de esta naturaleza y de donde retornó hace pocos días.
Sostuvo que esta va a ser una buena zafra, con buenos niveles de ventas, pero con valores inferiores a los de años anteriores, debido a que el producto “vale menos” y a que el productor no está en condiciones de invertir tanto en genética. Dijo que el negocio genético es “vender todos los años los toros independientemente de los valores” y que los cabañeros no tienen pretensiones. “La idea es vender; los cabañeros están conscientes de eso y son tomadores de precios, por lo cual el mercado dirá”.