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Cómo conciben la paternidad los candidatos a la presidencia

Todos los candidatos son padres, excepto el colorado Andrés Ojeda; en entrevista con Galería, hablaron sobre el vínculo con sus hijos o cómo viven la paternidad

A excepción del colorado Andrés Ojeda, los principales candidatos a la presidencia de la República tienen hijos. Su actividad política les hace sentir, muchas veces, que no están del todo presentes en sus vidas o que podrían estarlo más. Sin embargo, algunos recuerdan o reconocen, en la actualidad, actividades o costumbres que comparten con ellos.

En entrevista con Galería, Ojeda dijo que no está en pareja, aunque le gustaría estarlo, y que “en algún momento” querría ser padre. Su debilidad son sus sobrinos y se esfuerza por “verlos lo más posible”. Cuando juega con ellos, trata de “darlo todo”: correr, saltar, o lo que el juego implique.

El candidato de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos, tenía el deseo de formar una familia numerosa. Pero su esposa, Irene Moreira, es hija única y no quería más de dos hijos. Juntos, tuvieron una mujer y un varón. Manini Ríos dice que tratan de “tenerlos siempre lo más cerca posible” y de que les “cuenten sus problemas”, pero reconoce que muchas veces estuvo “ausente”. Pasó un año en Mozambique, seis meses en Irán y no vio nacer a su hija. “No fue una vida familiar normal”, asegura. El cabildante tampoco recupera ese tiempo perdido con sus hijos porque dice no tener más disponibilidad que antes. Sin embargo, le encantaría hacerlo y, cuando tiene días libres, trata de estar con ellos.

En el otro extremo, Pablo Mieres, candidato por el Partido Independiente, se define como “un padre que ha estado siempre, que adora a sus hijos y que trata de estar permanentemente al tanto de lo que les pasa”. Admite que la actividad política a veces torna difíciles sus intenciones y que siente que debió haber estado más presente en sus vidas, pero ellos siempre le responden que no, que se equivoca, que siempre lo sintieron próximo.

A Yamandú Orsi, candidato por el Frente Amplio, y su mujer, no les fue fácil tener hijos. Después de años de búsqueda y mediante fertilización asistida, lograron ser padres de mellizos cuando él tenía 45 años. “Los que tenemos hijos a partir de fertilización asistida tenemos la suerte de que los nueve meses son nueve. Porque estás viviendo el proceso desde antes, y cuando tiene éxito lo sabés desde la hora cero, no te perdés ni una semana. Y ahí estás comiéndote las uñas. Entonces, también tiene su sabor”, dijo a Galería.

Orsi se muestra como un padre presente, que mantiene algunos rituales cotidianos con sus hijos. Por ejemplo, ver una película o parte de una serie antes de ir a dormir. Para eso, lo esperan “hasta cualquier hora”.

Al candidato a la presidencia por el Partido Nacional, Álvaro Delgado, el campo lo “conecta con otro mundo” y le brinda tranquilidad. Es, además, un punto de encuentro con su familia. Su esposa, Leticia, lo acompaña en los actos finales de su campaña, pero muchas veces “cumple la función de madre y padre en la contención diaria”, dice Delgado. Tienen tres hijos que a su padre no le dicen “papá”, sino que prefieren otros apodos. El más frecuente es Gordo, pero hasta antes de las elecciones internas le decían Precan y ahora le dicen Candi.

Como todos, el candidato nacionalista reconoce ciertas ausencias en la crianza de sus hijos: cuando fue diputado, senador o secretario de Presidencia. Lo que más le gustaría es que ellos estén orgullosos de su padre, como lo está Leticia. Y tiene algunos indicios de que ya lo están. Durante esta campaña recibió varios mensajes de su parte: “Gordo, saliste muy bien”, “la estás rompiendo”, “vamo’ arriba”.