La semana pasada se concretó la reapertura de la planta de Calcar en Tarariras, Colonia, luego del cierre de la empresa el pasado 5 de abril. La nueva operativa está a cargo de los empresarios que recientemente había comenzado a distribuir los productos de la cooperativa en Montevideo y Canelones, que se asociaron con el exdirector de Crufi, Leonardo Cruz.
Tras un acuerdo con el síndico Nicolás Castellano, y del juez del caso, la empresa Nofrock tomó las riendas de esa industria y pretende comprarla cuando se concrete el remate, que tiene como principal acreedor al Banco República.
La planta volvió a funcionar con unos 30.000 litros de leche, remitidos fundamentalmente por los hermanos Dalmás y otros productores de la zona, y se esperaba que en esta semana el volumen se incrementara a 50.000 litros, ya que se sumarían otros tambos.
Uno de los socios de Nofrock, Marcel Duvois, confirmó a Agro de Búsqueda que la empresa se presentará al remate para comprar esta industria. “A los 55 días” del cierre de Calcar “logramos reabrir”, “hay mucho para invertir, es un gran desafío y empresarialmente nos enorgullece llevar esto adelante”, dijo.
Señaló que su empresa tiene una trayectoria en la distribución y representación de Crufi. “No somos paracaidistas, tenemos una experiencia importante en el rubro comercial”, enfatizó. Al tiempo que agradeció la colaboración del director de Industria, Adrián Míguez, y su equipo, en el proceso; a los trabajadores “por su compromiso”; y a los productores remitentes “por la confianza”.
“Entendemos que el gremio de la industria láctea tiene su impronta y su peso, pero conocen muy bien a Leonardo Cruz, y el éxito que tuvo Crufi durante casi 30 años”, enfatizó.
En esta nueva instancia la planta comenzó con la elaboración de leche fresca, como eje central, y a elaborar leche larga vida, en caja. Duvois señaló que en ese proceso “hay que invertir”, porque la industria “venía en decadencia, con falta de mantenimiento durante mucho tiempo”. En estos días también se elaboraron yogures.
El empresario también comentó que han conversado con otros productores para que les brinden su confianza y remitan a la planta.
Visión de los trabajadores
La Asociación Laboral de Trabajadores de Calcar (Altrac) valoró de forma muy positiva la reapertura de la planta de la excooperativa. Su secretario general, Washington Marsat, comentó a Agro de Búsqueda que “sabíamos que si esto estaba bien administrado y había alguien que le pusiera un poco de ganas, esto podía funcionar”.
Sostuvo que uno de los grandes problemas que llevó al cierre de Calcar fue “la mala administración”, aunque admitió que “ese no era el único problema”, porque también las deudas “se venían arrastrando durante años, y los severos incumplimientos de pago también tienen que ver muchísimo en esto”.
Destacó la actitud del síndico, por su “apertura espectacular para recibir la propuesta y ayudarnos”. Señaló que eso “es algo que normalmente no se ve cuando una empresa entra a concurso, porque suele ser como una sentencia de muerte, como decía un diputado del departamento de Colonia”.
“Sin embargo, en menos de 60 días se revirtió esa situación, se está produciendo nuevamente, y están ingresando más litros de leche día a día. Están saliendo cada vez más productos a la calle, con muy buena recepción, lo cual hace que nos generemos esperanzas”, destacó el representante de los trabajadores.
De todos modos, planteó “cierta moderación”, porque deberá transcurrir todo el proceso hasta que se haga el remate y la venta. “Pero nos entusiasma mucho, esta gente tiene ganas de prenderse en ese segundo capítulo, comprar la planta y los activos en Tarariras, y así poder seguir produciendo, algo que sería ideal”, comentó.
Describió que en esta nueva etapa el sindicato “prestó toda la logística, el conocimiento del día a día, y la plantilla de trabajadores que estaba a la orden. Después, todo lo que tiene que ver con las relaciones comerciales está a cargo de los empresarios”.
Si bien se señalaba que uno de los problemas de Calcar era una excesiva plantilla de trabajadores en función de los litros de leche que procesaba, para el dirigente sindical el problema eran los litros de leche que se remitían y la discontinuidad y organización del trabajo en los últimos tiempos.
“Eso hacía que tuvieran compromisos de contratos laborales que estaban por encima del número indicado, pero con una operativa normal eso responde a una progresividad, y es lo que se está dando ahora”, dijo.
Durante este tiempo se plantea una nómina de entre 40 y 50 trabajadores, pero ese número puede incrementarse, en función de los litros de leche que se procesen. Marsat señaló que no se trata de una planta que tenga una tecnología de punta, y eso hace a que se precise más mano de obra en función de los litros de leche que ingresan.
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Camión de Calcar en Carmelo, Colonia
Javier Calvelo / adhocFOTOS
La totalidad de la plantilla fue a seguro de paro cuando la empresa cerró, y ahora se enfrentan algunos inconvenientes con el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, “porque los tiempos de la burocracia del Estado no son los mismos de la necesidad de los trabajadores”, señaló el dirigente.
Recordó que los trabajadores ya venían con seguros de paro de rotación y ahora estarían quedando sin prestación. “Si la intención es sostener esto, para dar una solución de mediano plazo, en seis meses, precisamos que esos compañeros y compañeras tengan una prestación mínima, estén sostenidos, a través de un seguro de paro extendido o especial”, reclamó.
El secretario general de Altrac también expresó que “estamos muy agradecidos con los productores, que se jugaron de manera importante”. Destacó que “hay un sentido de comunidad en todo esto, de arraigo muy fuerte de Tarariras y de la zona, que hizo posible esta aventura heroica”.
Además, valoró que los empresarios de Nofrock “tienen buenas referencias, se habla bien de ellos”, y el planteo de un buen negocio para los productores, con pagos en el corto plazo, hace que sea atractivo poder empezar a remitir a esta planta.
Consultado sobre la máquina de leche fluida, de media vida, que se había comprado con los fondos del Fondo de Reconversión de Industrias Lácteas (FRIL), Marsat respondió que “quedó a un 90% de su instalación”. Y agregó que por ahora no se le dará prioridad, porque se necesitan más litros de leche para que funcione.
Por otra parte, el dirigente sindical destacó especialmente que todos los equipos fueron “permanente monitoreados”, ya que los trabajadores estuvieron en una carpa frente a la planta durante más de 50 días.
