En el primer panel, moderado por el director del semanario Búsqueda, Andrés Danza, autoridades de gobiernos y referentes empresariales coincidieron en que el país ha logrado dar un salto en materia de cuidado ambiental, aunque todavía restan algunos desafíos de cara al futuro. En esa línea, el subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, señaló que la creación de su cartera fue uno de los “grandes logros de la sociedad uruguaya”.
Según dijo, cuando comenzó la gestión Uruguay tenía dos problemas en materia ambiental: el agua y el manejo de los residuos. Por eso el ministerio puso foco en ambos temas y hoy ya existen avances concretos. Por un lado, este año comenzarán las obras para extender la red de saneamiento a 75% de la población urbana y, paralelamente, ya se cerraron cerca de 14 convenios con los gobiernos departamentales para cerrar los vertederos a cielo abierto del país.
La sostenibilidad vinculada al sector productivo, en tanto, es aún uno de los grandes desafíos que tiene el Uruguay por delante, sobre todo lo vinculado a la reducción de la huella ambiental de la producción cárnica. Pero también desde el gobierno vislumbran oportunidades de reforzar la sostenibilidad en materia energética a través del desarrollo del hidrógeno verde.
Por su parte, Alfonso de la Lastra, director de Estrategia en Sostenibilidad de BBVA, expuso sobre el reto que supone la transformación que se está dando a nivel global en materia de inversión vinculada a la sostenibilidad, “ya que implica movilizar anualmente el 8% del PIB mundial hasta el 2050 involucrando a todos los sectores de actividad”. Para eso, añadió, es necesario incentivar a que las empresas privadas puedan llevar adelante estas inversiones, pero también “quitar incentivos perversos” a proyectos relacionados a energías fósiles.
De todas maneras, subrayó que “el país cuenta con características distintivas en la región que lo hacen un país atractivo para la inversión extranjera”, como son “la seguridad jurídica, el desarrollo de la innovación y el capital humano”.
Eduardo Blasina, presidente de la Comisión Honoraria del Plan Nacional de Agroecología del Ministerio de Ganadería, coincidió con este punto y también destacó el “rol vanguardista" que ostenta Uruguay a través de la “ley de uso y manejo de suelos”. Igualmente, el experto señaló que aún "hay tareas por delante" y que lo principal es generar un cambio cultural, para que ese “metaorganismo” viviente como es el suelo mantenga una salud creciente y permita desarrollar una cadena productiva sostenible, explicó.
Justamente, el gerente general de UPM, Marcos Battegazzore, se refirió a la salud de los suelos y sostuvo que la actividad forestal en Uruguay es sostenible ya desde el diseño de la Ley Forestal, algo que fue “clave” para que grupos forestales internacionales invirtieran en el país. “Desde siempre nuestros clientes han exigido un producto sostenible y hoy la descarbonización de las cadenas de valor es un tema central”, señaló el ejecutivo. En esa línea, dijo que actualmente un residuo sólido de la planta de UPM de Fray Bentos se utiliza como insumo para la producción de cemento en Cementos Artigas.
La Cámara de la Construcción también impulsa dos proyectos concretos en materia de sostenibilidad vinculados a los residuos de obras civiles (ROC) y a los insumos de la construcción, afirmó por su parte el presidente de la cámara y director de Saceem, Alejandro Ruibal. Según dijo el empresario, al igual que la Ley Forestal sirvió para marcar los rumbos, la transición energética que atravesó Uruguay permitió tener un país con una matriz verde. Esto posibilitó que hoy Uruguay pueda dar los primeros pasos en el mundo del H2 verde, algo que catalogó como una oportunidad histórica para Uruguay.
Por otro lado, en el bloque Facilitadores de la financiación sostenible, el director de la Unidad de Gestión de Deuda del Ministerio de Economía y Finanzas, Herman Kamil, dijo que Uruguay está “ante un cambio de paradigma en las finanzas internacionales” y que a escala global “hubo un cambio acelerado en el mundo de los negocios debido a la concientización por el cuidado del ambiente”.
En ese contexto, el gobierno se propuso en 2020 alinear la estrategia de fondeo de Uruguay con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París, razón por la que el país decidió concretar la emisión del primer bono soberano indexado a indicadores de cambio climático. Sin embargo, el país continuó avanzando y hace pocas semanas cerró un nuevo préstamo con el Banco Mundial asociado también a metas ambientales, en este caso, a indicadores vinculados a las emisiones de metano y la ganadería sostenible.
“Ahora estamos negociando con el BID (Banco Interamericano de Desarrollo) un préstamo de similares características”, celebró Kamil. El instrumento estará enfocado en eficiencia energética, por lo que estará indexado a las emisiones de dióxido de carbono, agregó. “Trabajamos además con las empresas públicas porque son las más grandes del país y son punta de lanza en innovación y visión estratégica para avanzar hacia la sostenibilidad”, señaló.
En el mismo panel, el presidente del Banco Central, Diego Labat, explicó que “el rol del banco es velar sobre la estabilidad financiera” y destacó la puesta en marcha de las Mesas de Finanzas Sostenibles impulsadas por la institución. En este sentido, anunció que en junio estarán disponibles las dos primeras guías prácticas —vinculadas una a la ganadería y otra a energía y transporte—, que servirán de marco a las instituciones financieras a la hora de catalogar el financiamiento y evitar el greenwashing (una suerte de propaganda engañosa referida a acciones supuestamente sostenibles).
Además, dijo que a nivel interno el Banco Central comenzó a invertir parte de su reserva en “activos verdes en conjunto con instrumentos que emite el Banco Internacional de Pagos”.
“Es predicar con el ejemplo, es diversificar nuestro portafolio y con lo cual tener mejor retorno; nos ha permitido un ganar-ganar”, señaló Labat. Explicó que ahora el banco aplica ciertos criterios de sostenibilidad al momento de seleccionar su contraparte, pasos que a su entender “son parte del camino”.
El auge del cleantech
En el último panel de la jornada dedicado al desarrollo de tecnologías limpias, la coordinadora del programa H2 Verde del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), María José González, celebró que el sector financiero se encuentre comprometido con la sostenibilidad y resaltó que “las tecnologías limpias no solo pueden tener un impacto positivo ambiental sino también económico”.
Consultada respecto a las preocupaciones sociales que sobrevuelan al desarrollo de hidrógeno verde en el país, la experta aseguró que la producción de este combustible amigable con el ambiente “será sostenible o no será”. Dijo que “Uruguay tiene posibilidad de producir un producto sostenible porque tiene buenas condiciones, tanto recursos humanos y naturales como un marco normativo que puede acompañar el desarrollo de esta economía de manera equilibrada”.
González destacó además que hoy el MIEM trabaja junto con la Facultad de Ingeniería de la Universidad de la República en el análisis de las infraestructuras necesarias para que los proyectos de H2 verde “puedan tener costos de producción óptimos y no se superpongan con las autorizaciones ambientales estratégicas y la disponibilidad de recursos, como el agua”.
El desarrollo de las cleantech también va de la mano con la innovación, razón por la que desde Uruguay Innovation Hub, programa que comenzó hace menos de un año, las autoridades buscan posicionar al país como un hub de innovación al aprovechar y capitalizar las iniciativas que provienen del sector público y del privado. Según dijo su directora Sabrina Sauksteliskis, desde el programa no ven la innovación como un fin sino como “un camino para lograr eficiencias, bajar costos y cumplir con los compromisos asumidos por el país”, por lo que pretenden llevar el desarrollo local al mundo y atraer inversiones extranjeras en "tecnologías profundas, biotecnologías y tecnologías verdes".
El cierre del evento, en tanto, estuvo a cargo del ministro de Relaciones Exteriores, Omar Paganini. El canciller, también exministro de Industria, señaló que “transformar las cadenas de valor es un pilar fundamental para la humanidad y su desarrollo futuro” frente a los desafíos ambientales “cada vez mayores” que se presentan. Es en ese contexto “de desafíos para la sostenibilidad”, añadió, que “una de las herramientas claves es la innovación”, algo para lo cual Uruguay “ha creado un ambiente propicio”.