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Billy Horschel ganó el PGA Championship de Europa y Rory McIlroy sufrió una nueva frustración
El campeón recibió un cheque de € 1,4 millones de los € 9 millones que repartió el certamen en premios
Billy Horschel en la premiación del PGA Championship Europa
FOTO
AFP
Un putt de más de 10 metros definió en la tarde del domingo 22 el PGA Championship en su tradicional recinto del Wentworth Golf Club de Inglaterra. El golpe lo dio el estadounidense Billy Horschel en el segundo hoyo de desempate, ya que la competencia había llegado a un triple empate con Rory McIlroy y el sudafricano Thriston Lawrence.
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La forma en que llegaron estos tres golfistas a igualar en la primera posición fue por demás dramática. El primero en terminar y con la mejor tarjeta del día fue Lawrence, quien hizo 65 golpes con dos bogeys en los hoyos finales que fueron determinantes. El score de 268 golpes, 20 bajo el par, lo dejó en lo más alto de los tableros.
Jugando en el grupo final, Horschel hizo birdies en los hoyos 17 y 18 para alcanzar ese registro. McIlroy, mientras tanto, hizo un águila espectacular en el hoyo 17 para también alcanzar los 20 golpes bajo el par.
El golf tiene esas cosas: los bogeys de Lawrence, los birdies de Horschel, el águila de McIlroy y torneo empatado.
El desarrollo de la competencia
Con la participación de 156 golfistas, dio comienzo el jueves 19 una nueva edición del PGA Championship, uno de los torneos de mayor tradición en el DP World, como se conoce al Tour Europeo.
En esa jornada el inglés Matthew Baldwin quedó en lo más alto de las posiciones con un muy buen recorrido de 65 golpes, siete bajo el par del campo de Wentworth. Con una tarjeta de 66 impactos, Baldwin mantuvo el liderazgo tras la segunda ronda. El corte clasificatorio quedó establecido en 144 golpes y 65 golfistas continuaron en competencia.
En la tercera ronda, el italiano Matteo Manassero fue el gran protagonista al marcar un espectacular 63 e igualar el récord del campo. Ese desempeño también lo llevó parcialmente a la punta de la competencia con un acumulado de 198 golpes para los 54 hoyos.
La definición
La ventaja de tres golpes con la cual salió a jugar Manassero la ronda final desapareció con rapidez. El italiano tuvo un comienzo terrible en los primeros nueve hoyos y esto abrió la puerta al resto de los perseguidores. Lawrence se destacaba con una ronda final formidable y llegaba a la punta del campeonato con un score de 268 golpes. Luego vino lo de Horschel y lo de McIlroy, pero también en la puerta de la definición quedaron Manassero, el danés Niklas Norgaard y los ingleses Baldwin y Aaron Rai.
El paraguayo Fabrizio Zanotti, quien finalizó en el puesto 30 con un acumulado de 278 golpes, fue el mejor golfista latino del certamen.
En el playoff los tres jugadores salieron de nuevo el par cinco del hoyo 18, donde un bogey de Lawrence lo quitó de la contienda. Volvieron entonces a repetir el hoyo final Horschel y McIlroy y un águila espectacular le dio el título al estadounidense.
Fue la undécima victoria de Horschel en el profesionalismo, la cuarta en el circuito europeo, por la cual recibió un cheque de € 1,4 millones de los € 9 millones que repartió el campeonato en premios.
“Todavía estoy en shock, no lo puedo creer, esto es increíble”, declaró Horschel tras recibir el trofeo en el green del hoyo 18, donde minutos antes había cerrado de la mejor manera el certamen. El campeón contó que en las últimas semanas no se había sentido seguro con su juego, pero al llegar a Wentworth encontró “en la práctica algunas buenas sensaciones” que lo “ayudaron mucho”.
“Sabía que tenía que terminar con dos birdies para alcanzar la línea de Lawrence, y eso tiene un valor mucho mayor, lo logré en esas circunstancias y esto tiene otro sabor”, destacó.
Horschel dijo que vivió el playoff como algo similar a un match play, lo que lo llevó a adaptar su estrategia. “Por suerte todo terminó bien”, concluyó.
Para McIlroy la definición implicó una nueva frustración en una temporada terrible para el norirlandés, luego del colapso en el último US Open en junio en Pinehurst, donde terminó con tres bogeys en los últimos cuatro hoyos, en los 10 años que lleva buscando alcanzar el quinto Major de su carrera. El mundo del golf todavía lamenta los dos putts de menos de un metro que McIlroy falló en los hoyos 16 y 18 para dejarle el título servido al estadounidense Bryson DeChambeau.
Aquel día se fue de Pinehurst sin felicitar al campeón y murmuró a la pasada ante algunos periodistas que lo cruzaron en el estacionamiento que era “el peor día” en sus 17 años como profesional.
Quince días atrás, en otra situación totalmente anómala, McIlroy salió segundo en el Abierto de Irlanda a tan solo un golpe del ganador, el danés Rasmus Hojgaard. En el hoyo final, Hojgaard desvió su salida y la pelota cayó en la cartera de una espectadora, donde luego de la liberación correspondiente sin penalidad Hojgaard embocó con su segundo golpe haciendo águila en el hoyo final para ganar el torneo en una forma poco creíble.
Seguramente, McIlroy estará esperando que termine la temporada de una buena vez.