El sindicato agrícola más poderoso de Francia, la FNSEA, convocó a una jornada de acción nacional para el viernes 25 de setiembre, aumentando la presión sobre el nuevo primer ministro del país, Sébastien Lecornu.
Los agricultores franceses se están preparando para una protesta nacional a finales de este mes, advirtiendo que los acuerdos comerciales internacionales corren el riesgo de socavar la soberanía alimentaria y a los productores locales
El sindicato agrícola más poderoso de Francia, la FNSEA, convocó a una jornada de acción nacional para el viernes 25 de setiembre, aumentando la presión sobre el nuevo primer ministro del país, Sébastien Lecornu.
Accedé a una selección de artículos gratuitos, alertas de noticias y boletines exclusivos de Búsqueda y Galería.
El venció tu suscripción de Búsqueda y Galería. Para poder continuar accediendo a los beneficios de tu plan es necesario que realices el pago de tu suscripción.
En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáEl presidente del sindicato, Arnaud Rousseau, dijo a Le Journal du Dimanche que los agricultores saldrán a las calles en todos los departamentos para protestar contra lo que consideran una competencia global desleal.
Los principales objetivos son el pacto comercial de la Unión Europea con el bloque sudamericano Mercosur, los aranceles impuestos a las exportaciones francesas por el expresidente estadounidense Donald Trump y lo que Rousseau describió como “una avalancha de importaciones internacionales que no respetan nuestros estándares”.
El momento no podría ser más complicado para Lecornu, ya que el gobierno francés ya se prepara para una jornada de huelgas y manifestaciones organizada por los sindicatos franceses el 18 de setiembre.
Apenas una semana después, los agricultores volverán a salir en masa, sumando una nueva capa de presión sobre el primer ministro debutante.
En el centro del enojo de la FNSEA está el acuerdo entre la UE y el Mercosur, que la Comisión Europea aprobó a principios de este mes.
Si bien el texto establece posibles límites a ciertas importaciones agrícolas para calmar las preocupaciones francesas, Rousseau insiste en que de todos modos perjudica a los productores locales. “Queremos garantías de que nuestra soberanía, en particular la soberanía alimentaria, será protegida”, declaró.
A diferencia de otros sindicatos, la FNSEA no participó en la movilización nacional del 10 de setiembre. “¡No participamos simplemente porque los agricultores están trabajando!”, argumentó Rousseau, señalando que la vendimia aún está en curso, los rebaños están en los pastos de verano, se están recogiendo las cosechas de maíz y remolacha, y ya comenzó la siembra de cereales.
“No queríamos involucrarnos en las maniobras políticas en torno a esa protesta”, añadió.
Cuando se le preguntó qué espera de Lecornu, el mensaje de Rousseau fue claro: visión y dirección.
“Espero del señor Lecornu lo mismo que ya esperaba de sus predecesores: una hoja de ruta que saque a la agricultura francesa de la incertidumbre y nos dé los medios para invertir e innovar, de modo que podamos garantizar la soberanía del país, sobre todo la soberanía alimentaria”.
La demostración de fuerza de la FNSEA del 25 de setiembre será una prueba crítica tanto para el nuevo primer ministro francés como para la polémica agenda comercial de Europa.
FUENTE:RFI