El embajador Huang Yazhong cree que las señales enviadas por la administración de Yamandú Orsi a China indican que las relaciones bilaterales continuarán el proceso de profundización que comenzó con el primer gobierno de Julio María Sanguinetti.
China está “dispuesta a negociar libre comercio con cualquier país que tenga interés, tanto de forma bilateral como multilateral”, pero todavía no hay avances con el Mercosur, dice el embajador Huang Yazhong, y agrega que trabajan con el gobierno uruguayo para facilitar el uso de las monedas locales para el intercambio económico
El embajador Huang Yazhong cree que las señales enviadas por la administración de Yamandú Orsi a China indican que las relaciones bilaterales continuarán el proceso de profundización que comenzó con el primer gobierno de Julio María Sanguinetti.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acá“Las relaciones entre nuestros dos países ya se convierten en un modelo de consistencia amistosa entre diferentes ideologías, de cooperación, beneficio compartido entre economías de diferentes tamaños y modelo de intercambio cultural entre diferentes civilizaciones”, dice el diplomático.
El presidente Orsi recibió críticas desde la oposición por su decisión de concurrir a la cumbre de los Brics —un bloque fundado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica que se ha ampliado— en momentos de incertidumbre internacional. Para el embajador, a Uruguay le sería “útil” profundizar su acercamiento al grupo, en el cual es central la “cooperación sur-sur”.
El gobierno chino, según Huang Yazhong, está abierto a negociar un acuerdo de libre comercio con el Mercosur, aunque el proceso todavía no comenzó. Este no impide, sin embargo, que las relaciones bilaterales con Uruguay avancen. Entre otros aspectos en los que están trabajando, el diplomático dijo que hay conversaciones para lograr el uso de monedas locales en el intercambio comercial.
Lo que sigue es un resumen de la entrevista que el embajador de China mantuvo con Búsqueda.
—Después de haber tenido una muy buena relación con la administración de Luis Lacalle Pou, ¿cómo cree que serán las relaciones bilaterales con la administración de Orsi?
—En los 37 años transcurridos después del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre China y Uruguay siempre se desarrollaron muy felizmente nuestras cooperaciones gracias al esfuerzo mancomunado de ambas partes y también al apoyo de todos los partidos políticos uruguayos. Con el presidente colorado (Julio María) Sanguinetti hemos establecido las relaciones diplomáticas, con el presidente del Frente Amplio Tabaré Vázquez hemos establecido una asociación estratégica y con el presidente Lacalle Pou hemos elevado la relación a una asociación estratégica integral. El presidente Orsi ha visitado China en calidad de intendente y me he reunido en varias ocasiones con él; apreciamos mucho su posición positiva para promover y profundizar aún más las relaciones con China. Estamos convencidos de que con los esfuerzos acumulados nuestras relaciones pueden desarrollarse aún más durante el mandato del presidente Orsi.
—Usted decía que durante el gobierno de Lacalle Pou se elevó la relación a la asociación de estrategia integral. ¿Hay un siguiente paso?
—Es una muestra del alto nivel de nuestras relaciones bilaterales. Es un esfuerzo continuo de diferentes gobiernos uruguayos y hoy ya esta cooperación atrae beneficios reales para ambos países. Es mi segunda misión trabajando en Uruguay: hace 27 años, cuando trabajaba por primera vez aquí, nuestro comercio solamente se concentraba en la parte de lana, y ahora los mayores rubros de exportación de Uruguay son los de la celulosa, la soja. Eso no solamente ha traído mucho beneficio económico para Uruguay, sino que ayuda a Uruguay a mejorar, optimizar más su estructura económica. Y no solo en la parte económica: nuestra confianza política también se profundiza y la amistad entre ambos pueblos, el intercambio cultural también han aumentado mucho. A mi juicio, las relaciones entre nuestros dos países ya se convierten en un modelo de consistencia amistosa entre diferentes ideologías, de cooperación, beneficio compartido entre economías de diferentes tamaños y modelo de intercambio cultural entre diferentes civilizaciones.
—¿Esta relación de Uruguay con China, más allá de lo ideológico, es muy distinta a lo que ocurre con otros países?
—Nuestra diplomacia siempre se basa en principios de coexistencia pacífica, respeto recíproco, no intervención en los asuntos domésticos, cooperaciones de beneficio compartido; lamentablemente, en algunos países siempre las relaciones bilaterales se obstaculizan por algunas consideraciones ideológicas. Pero con Uruguay siempre se respetan, se entienden y se apoyan, eso creo que es un buen modelo para diferentes países del mundo.
—La arena internacional está cambiando bastante, últimamente al menos parecen cambios más acelerados; uno de esos cambios es la aparición de los Brics, por ejemplo. ¿Uruguay debería profundizar su relación con los Brics? ¿De qué modo?
—En los últimos años el grupo Brics juega un papel cada día más importante en la comunidad internacional. No solamente por el surgimiento del poderío económico de sus miembros, sino también por su amplitud y diálogo, que llama mucho la atención a todo el mundo. Es una plataforma en la que los países en vías de desarrollo pueden discutir, intercambiar opiniones sobre cómo enfrentar mejor los desafíos de la humanidad. Es una plataforma abierta, no contra ninguna tercera parte. Bienvenidos si algunos países se quieren incorporar; si algunos países quieren observar más tiempo, no hay ningún problema. No es una opción entre miembros sí o miembros no; es una plataforma abierta, pueden participar en una parte de las actividades y para profundizar el conocimiento primero. Tomamos nota de que el presidente Orsi había participado últimamente en la reunión cumbre en los Brics y también que Uruguay años atrás había solicitado incorporarse en algunas plataformas de los Brics, como su banco de desarrollo. Creo que eso es muy constructivo, porque en este tipo de intercambios no hay riesgo, pero hay mucha oportunidad. Creo que tenemos una coincidencia con Uruguay, que tenemos amigos en todo el mundo, y como dice el refrán chino: “Un amigo más, un camino más”.
—¿Le parece que Uruguay debería solicitar el ingreso?
—Es una decisión de la parte uruguaya, pero creo que participar en estos diálogos, contactos, para profundizar el conocimiento siempre es útil para ayudar a Uruguay a tomar decisiones.
—En una entrevista, el canciller de Singapur decía sobre los Brics que su país estaba mirando todavía porque no sabía cuánto de económico o cuánto de político tiene el bloque. ¿Cuánto de económico y cuánto de político tienen los Brics?
—El mundo está enfrentando muchos desafíos, tanto económicos como políticos, y los Brics es una plataforma para enfrentar todos estos desafíos. Hay coordinaciones en la parte política, como defender mejor los derechos de los países en vías de desarrollo. Y también económicamente podemos hacer mucha cooperación; las cooperaciones sur-sur son una nueva forma que vale la pena estudiar.
—¿Cuánto cree que influyen las decisiones de la nueva administración de Estados Unidos en cuanto a tarifas en el comercio internacional y en estos posibles realineamientos como los Brics? ¿Hay una correlación entre esa política de Estados Unidos y estos nuevos espacios o estas nuevas interacciones?
—China se opone, por supuesto, a estas actividades unilaterales que pueden perjudicar a los demás sin beneficiar al autor mismo. Muchas organizaciones económicas internacionales han bajado el pronóstico de crecimiento económico por estas acciones. En todas las regiones se está viviendo un ambiente pesimista y de incertidumbre; lo peor para la economía es la incertidumbre, porque con incertidumbre los empresarios no se atreven a invertir y los comerciantes no pueden negociar contratos a largo plazo. Nosotros creemos que estas medidas van contra la tendencia histórica que es la integración económica; la globalización económica es una tendencia de la historia. Suceda lo que suceda, nosotros insistimos en nuestros principios y apoyamos más libre comercio e insistimos en nuestra política de apertura. Recientemente, China ha declarado bajar el nivel de arancel hasta cero para todos los países de África, eso también demuestra nuestra posición para enfrentar este desafío.
—Cuando Lacalle Pou visitó Beijing los gobiernos firmaron varios acuerdos específicos, uno de ellos cristalizó en la inauguración del laboratorio de nanobiotecnología. Había otro que implicaba el compromiso de estudiar cómo aumentar el intercambio comercial utilizando las monedas locales de cada país.
—Estamos estudiando esta posibilidad, porque para nosotros la apertura no solamente se limita al libre comercio; el libre comercio es importante, pero no es todo. Hay también algunos obstáculos que deberían ser superados para apoyar nuestros comercios bilaterales. Aunque Brasil y Argentina tampoco tienen libre comercio con China, tienen más arreglos financieros. Por ejemplo, con Argentina tenemos un arreglo de swap, que es un canje de monedas. Eso no solamente ayuda a Argentina a estabilizar su economía, sino también facilita mucho el comercio bilateral. Con Brasil también tenemos este arreglo de liquidación de comercio con monedas bilaterales. Eso facilita mucho. Con Uruguay estamos pensando en cómo facilitarlo, porque algunos comerciantes también han expresado este deseo: desean que los gobiernos puedan tener mejor arreglo financiero para apoyar esta parte. Nosotros vamos a seguir estudiando este tema.
—En este gobierno, ¿Uruguay expresó su interés?
—Sí, yo creo que tiene interés. Ambas partes tienen que hacer gestiones, no solamente de Uruguay. Tenemos que estimular a los bancos comerciales chinos a que abran una sucursal exclusivamente para la liquidación comercial.
—El gobierno de Lacalle Pou intentó negociar con China un acuerdo de libre comercio bilateral, pero el resto de los socios del Mercosur lo bloquearon y el tema quedó por el camino. La administración de Orsi ha planteado que quiere procesar las cosas vía Mercosur. ¿Hay mayor alineamiento ahora entre Uruguay y la estrategia de China?
—La política de China, como ya he explicado, es de apertura. Estamos dispuestos a negociar libre comercio con cualquier país que tenga interés, tanto de forma bilateral como multilateral. De nuestra parte no hay dificultad. Pero es verdad que en el Mercosur existe una discrepancia sobre si un miembro puede negociar solo un tratado de libre comercio con otra parte o no. Es una cuestión doméstica dentro del Mercosur y creo que debería ser coordinado, resuelto por los hermanos del Mercosur. China tiene buenas relaciones con casi todos los miembros del Mercosur. El año pasado Uruguay presidió una nueva ronda de diálogo China-Mercosur, en la que personalmente he participado. Mi impresión es constructiva. Todos los participantes han expresado su firme voluntad de promover aún más las cooperaciones entre China y el Mercosur. Pero este diálogo no se limita al libre comercio porque hacemos muchas más cooperaciones. El Mercosur juega un papel clave en la integración regional y tenemos una gran complementariedad económica, tenemos miles de razones para mejorar estas cooperaciones sin tener ninguna razón de perjudicarla.
—Pero hoy no está sobre la mesa el inicio de una negociación Mercosur-China.
—Tenemos diálogo general pero, si usted pregunta sobre una negociación sobre libre comercio, todavía no hemos empezado. Claro, a veces se necesitan condiciones políticas, etc., pero a nivel técnico hacer este diálogo es muy importante. Técnicamente tenemos que estar bien preparados para conocer la posición de todas las partes, y creo que eso es muy importante.
—¿Pero todavía no empezó eso tampoco?
—Tenemos diálogos técnicos.
—Desde la mirada de China, ¿dónde está la dificultad? ¿En Brasil, por su tradicional reticencia a un acuerdo de libre comercio con China? ¿En el gobierno de Javier Milei en Argentina? ¿O Paraguay, que tiene este tema diplomático más de fondo? ¿Dónde está el nudo?
—Brasil es nuestro principal socio comercial en Latinoamérica y con el gobierno de Lula tenemos muy buenos contactos. Con Argentina también tenemos relaciones, cooperaciones muy profundas, y no creo que sean cambiadas por personas. Hemos notado el cambio de posición del presidente Milei hacia las relaciones con China y tengo entendido que su gobierno tiene deseo de mantener y profundizar aún más estas cooperaciones. Con Paraguay, presté atención a la participación en diálogo del año pasado y también ha expresado su deseo de funcionar dentro de este marco de las cooperaciones económicas con China.
—Uruguay es uno de los países que considera que son fundamentales las Naciones Unidas, más allá de que impulsa cambios a su estructura. ¿China está en sintonía? ¿Tienen sentido todavía las Naciones Unidas?
—Claro que tienen sentido. China es un importante defensor no solamente de la paz, sino también del orden internacional. El orden internacional que nosotros defendemos es justamente basándose en el sistema de la unión liderado por las Naciones Unidas. En este momento es más importante apoyar a la ONU o jugar un papel clave apoyando estos principios.
—¿Cómo sucedió que China haya pasado a ser un país que habla de la defensa del libre comercio y del sistema de Naciones Unidas mientras Estados Unidos parece abocado a desarmar esos mecanismos?
—En el establecimiento del orden internacional, tanto político como económico, Estados Unidos había jugado un papel muy importante. Este actual orden internacional, tanto político como económico, claro, no es perfecto, pero por lo menos hay muchos valores importantes en la ONU. Es un importante logro de la humanidad en las últimas décadas. Nosotros siempre estamos dispuestos a estar del lado de la parte correcta de la corriente histórica. Apoyamos el multilateralismo. Cualquier cuestión compleja que haya, todos los países involucrados tienen que sentarse juntos para dialogar por vía de consultas amistosas y resolverla en vez de tomar acciones unilaterales. Así es el principio de nuestra diplomacia.
—¿Cómo es consistente la posición de China sobre la invasión a Ucrania con lo que acaba de comentar sobre la defensa del derecho internacional y los valores de las Naciones Unidas?
—Nuestro principio sobre el asunto del conflicto en Ucrania es muy claro. La integración territorial y los derechos soberanos de un país tienen que ser respetados. Las preocupaciones de seguridad razonable de los países también tienen que ser respetadas, consideradas. China tiene excelentes relaciones con Rusia y con Ucrania también. Sabemos que la razón que causa este conflicto es muy compleja, pero lo más importante es un cese al fuego. Muchos temas pueden dejarse para resolver en el futuro, pero un cese al fuego coincide en intereses fundamentales de todos los países del mundo. Si hay conflicto, nuestra mejor forma es tratar de calmar al vecino, en vez echar aceite en el fuego o entregar hachas. Por eso nosotros en China nunca hemos proporcionado ningún arma a ninguna parte.
—¿Tiene expectativas China con la reunión que va a coordinar Estados Unidos con Putin?
—Vamos a ver, vamos a ver. Pero, reitero, cualquier intención favorable para la resolución del alto al fuego tras el conflicto debería ser apoyado, ¿no?