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Con una campaña electoral fría y que a priori no parece competitiva, ni entre partidos ni en sus propias internas, la contienda departamental de Montevideo vive sus últimos 12 días. El senador frenteamplista Mario Bergara llega como claro favorito para suceder a la hoy vicepresidenta Carolina Cosse, y su compañero de cámara, el nacionalista Martín Lema, se perfila como su principal oponente.
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En paralelo a esta competencia, sin embargo, el escenario parece mucho más parejo e incierto en la elección del tercer nivel de gobierno. La coalición aspira a retener los municipios que ya tiene (CH, E y F) y a competir en otros como el B y el C. Mientras tanto, Bergara ha dicho en varias oportunidades que el Frente Amplio debe proponerse ganar en todos los municipios, aunque en filas frenteamplistas tienen aspiraciones más moderadas y apuestan el grueso de las fichas en recuperar el Municipio F, actualmente gobernado por el nacionalista Juan Pedro López, de la lista 71. De hecho, no es casual que el acto final del Frente Amplio, con la presencia de los tres candidatos a la intendencia, será el próximo jueves 8 de mayo en el Intercambiador Belloni, ubicado en ese municipio.
La disputa municipal también entraña otros riesgos para la coalición de izquierda. Un dato divulgado la semana pasada por la consultora Cifra, en Canal 12, no pasó desapercibido en la dirigencia departamental. El 51% de los montevideanos no piensa votar a ningún candidato en las elecciones municipales. La misma encuesta sostuvo que esa cifra aparece como más alta entre los votantes de la coalición (51%) que en los del Frente Amplio (46%) y que el porcentaje de votantes que prevé participar en la contienda municipal es mayor en la izquierda (36% contra 25%). Aunque lucen favorables, la baja participación es un dato que preocupa al oficialismo, que posee cinco de los ocho municipios capitalinos y gobierna en muchos de los que la participación ha sido más baja.
Buena parte de la preocupación tiene como base lo ocurrido en las elecciones departamentales anteriores. En esa oportunidad, bajo el paraguas del Partido Independiente, la versión anterior de la coalición Republicana logró “encartar” sus votos mejor en algunos de los municipios de mayor competencia. Esta palabra, utilizada en el léxico de los dirigentes de nivel departamental, implica la capacidad de lograr que los votos al partido en el sobre estén acompañados por hojas municipales. Esto llevó a la victoria de López en el Municipio F. En ese lugar del noreste de Montevideo, mientras que el Frente Amplio venció a nivel departamental a la coalición por unos 15.000 votos, esta superó a la izquierda por 18.587 votos frente a 16.259 en la competencia por el municipio. La diferencia: la coalición encartó cerca de la mitad de los votos que tuvo en el municipio, mientras que el Frente solo alrededor de un cuarto.
El otro dato que preocupa al Frente Amplio: la participación en la elección fue mucho más intensa en los municipios donde la coalición es más fuerte: el CH y el E. Mientras que en el A, al oeste de Montevideo y donde el Frente Amplio tiene un respaldo incuestionable, los votos a partidos en la elección municipal pasada alcanzaron el 28,6% de los habilitados, en el CH fue el 49,3% y en el E el 43,9%. La baja participación, además, hace más difícil de prever los resultados.
La clave para la izquierda pasa por lograr un mejor encarte de los votos, lo que reduciría el margen de incertidumbre y de sorpresas como la ocurrida en el Municipio F hace cinco años. De hecho, algunos dirigentes de la coalición consideran que la baja participación los favorecerá y pronostican que, al igual que lo que ocurrió en 2010, varios frenteamplistas se volcarán por votar en blanco o anulado, lo que también tendrá un correlato en la contienda municipal.
Conscientes de este problema, el dirigente del Partido Comunista a nivel departamental Alejandro Acosta explicó que la fuerza política ha planteado darle “tanta prioridad” a la elección departamental como a la municipal “ya desde hace un tiempo”. Estableció que las actividades de los candidatos a intendentes incluyan a los postulantes a alcaldes y a los concejos municipales, que completan la integración de los municipios. “Estamos tratando de desplegar en todas nuestras actividades la distribución de listas en la asociación de las candidaturas departamentales con las municipales”, sostuvo el dirigente, que enfatizó la importancia de que “el vecino no se equivoque” a la hora de poner la lista y no coloque una hoja correspondiente a un municipio diferente.
Un dirigente frenteamplista consultado por Búsqueda profundizó en este problema: en Montevideo basta cruzar la calle para que el municipio cambie y eso produzca la anulación del voto; aunque en caso de producirse este error, solo anulará el sufragio a nivel municipal. A su vez, mucha gente se muda dentro de la capital, pero no cambia su credencial, por lo que vota en un lugar distinto al que vive y muchas veces no tiene interés en elegir alcalde o concejales.
El problema de fondo, evalúan en la dirigencia frenteamplista, es que los montevideanos no tienen una identidad fuerte con sus propios municipios. Según Acosta, eso corresponderá a un análisis posterior al 11 de mayo, en el que “habrá que analizar si hay alguna cosa para hacer desde lo institucional”, lo que no quita el “compromiso” del Frente Amplio con la “descentralización”, que viene desde el primer gobierno de la izquierda en Montevideo, en 1990.
El presidente de la departamental de Montevideo, Ricardo Russo, admitió el problema y recordó que, en todo Montevideo, la participación en la elección municipal apenas rondó el 40%. En otros municipios del país esa participación es mucho mayor. En Paso de los Toros, Tacuarembó, la participación a nivel municipal fue del 74% de los habilitados para votar en 2020, y en otras localidades como Río Branco, Cerro Largo (77%) o Casupá (76,9%), incluso más altas.
“Tenemos un problema para discutir después, que es la pertenencia y la identificación de la gente con los municipios. Eso se discutió en su momento e incluso se barajó la posibilidad de crear más municipios. Habría que modificar la cifra, pero eso debería ser un cambio a largo plazo y no lo vamos a resolver ahora”, dijo Russo. Añadió que el Frente Amplio apostará fuerte al tema durante la última semana de campaña, con publicidad en los medios, en las redes y principalmente “en el mano a mano”, que es el “fuerte” de su fuerza política.