AEBU tiene que ponerse “a la cabeza” del cambio tecnológico aunque implique un Banco República con menos trabajadores

Las tarjetas perforadas fueron un método tecnológico de ingreso y almacenamiento de información.

Pérez contó a Búsqueda que en 2018 el Consejo Central de AEBU propondrá la conformación de un ámbito con el Ministerio de Economía, el Ministerio de Trabajo y con representantes de los bancos públicos y privados para abordar el proceso de cambios en el sistema financiero. Como paso previo, realizarán un encuentro nacional de trabajadores del sector financiero para discutir una posición común.

“Tenemos que empezar a discutir todos estos temas. Si nos quedamos llorando, vamos a ver cómo se procesan los cambios sin participar”, dijo.

“Caldo de cultivo”.

En 2016 y 2017 el Directorio del BROU llevó adelante un proceso de cierres parciales y fusiones de dependencias en el interior y en Montevideo. Eso generó una relación tensa con el sindicato, en particular con el grupo Corriente para el Cambio, que fue creciendo y llegó a la presidencia del Sector Financiero Oficial este año.

Pérez criticó la actuación del Directorio del banco en este proceso. En su opinión, el BROU “no informó a los funcionarios y a la población del objetivo de la reestructura”, de por qué se hacían los cierres, ni de cuál sería el futuro de esas dependencias.

Ante esas carencias, contó que muchas veces la tarea recayó en el sindicato, en particular en los dirigentes de la lista mayoritaria, la 98. Ese vacío, continuó, “generó un caldo de cultivo para que se le mintiera a la gente”, que aprovechó la Corriente para el Cambio.

“Sobre la base de la denuncia y de mentirle a la gente, diciéndole que el banco está en un proceso de desguace, lo que hacemos es cortar la rama sobre la que estamos sentados”, cuestionó.

Para Pérez, en los últimos dos años dentro del Sector Financiero Oficial primó la estrategia del “todo o nada” que promovía la Corriente para el Cambio. Tanto en 2016 como en 2017, ese grupo y la lista 1955 rechazaron propuestas del banco que permitían reducir el impacto de los cierres parciales y las fusiones.

Ese estilo de conducción, según Pérez, abrió un proceso de disconformidad entre los afiliados. La asamblea de setiembre, con apenas algo más de 300 trabajadores —la más chica de los últimos tiempos, asegura—, fue una señal. También lo fueron las más de 100 desafiliaciones que se dieron entre junio y diciembre de este año, y las cartas de trabajadores de Rivera y Río Branco expresando su desacuerdo con la forma en que se estaba llevando adelante el conflicto.

En la asamblea del pasado jueves 21, con más de 700 trabajadores, Corriente para el Cambio sufrió un revés. Esta vez no tuvo el apoyo de la 1955, que votó con la 98 y la 17.

Como parte de su balance, Pérez asegura que el conflicto “fue fogoneado por sectores políticos”. En particular aludió al grupo del diputado Darío Pérez, dentro del Frente Amplio, y a dirigentes del Partido Nacional, la Unidad Popular y el Partido de los Trabajadores. “Utilizaron el conflicto para perfilarse”, sostuvo.

Acuerdo.

Ayer, miércoles 27, en el Ministerio de Trabajo, el Consejo del Sector Financiero Oficial de AEBU y el BROU firmaron el acuerdo que cierra el conflicto. La salida mantiene abierta para la atención para micro, pequeñas y medianas empresas la sucursal de Mercado Modelo. El Directorio había resuelto cerrar esa dependencia y en respuesta el sindicato la había ocupado.

El banco mantuvo, en cambio, el cierre parcial de cinco dependencias del interior del país. En ese caso, el BROU se comprometió a “generar las garantías necesarias” para que los habitantes de esas localidades tengan “el más irrestricto acceso a los servicios financieros” que brinda. Además, invita al gremio a monitorear en conjunto la operativa de las 133 sucursales.

Uno de los puntos más importantes para AEBU es el compromiso del Directorio de no realizar más fusiones de sucursales ni cierres parciales “por lo que resta del mandato”.

En paralelo, el BROU propone también crear un ámbito bipartito para debatir sobre las tercerizaciones, otro de los temas prioritarios para el sindicato. Ese intercambio tendrá un plazo de 120 días para estudiar todos los casos que se pongan en la agenda. Como complemento, se compromete a fortalecer el área de tecnologías de la información con personal propio, a través de un concurso interno para 10 ingenieros en sistemas. También realizará un llamado a 10 contadores para el área de análisis de balances, tareas que hoy delegan en empresas tercerizadas como KPMG.

Para contrarrestar “la gran cantidad de jubilaciones” que tendrá en los próximos años, el banco asegura el ingreso de 200 nuevos funcionarios a la institución.