Jara aspira a modernizar Ancap para hacerla “más eficiente” pero su estilo choca de frente con las expectativas del sindicato

Para ello, el Directorio inició una serie de reconversiones que aspiran a sanear las cuentas de Ancap y hacer a la empresa “más eficiente y ágil”, para aggiornarla a la velocidad de los negocios actuales.

La jerarca dijo que tras haber conseguido incorporar a los trabajadores al Fondo Nacional de Salud (Fonasa), pues tenían un servicio de salud particular —“algo que fue ciertamente difícil, porque para la gente de Ancap el servicio médico tenía un valor histórico y emocional”— espera “recomponer la relación”.

“De las experiencias vamos aprendiendo todos y espero que este sea un semestre más productivo”, agregó.

Desde el sindicato no son tan optimistas: “Ojalá me equivoque, pero como está planteado el panorama, con decisiones unilaterales y avasallamiento de los derechos de los trabajadores, dudo mucho que baje la conflictividad”, dijo a Búsqueda el presidente de Fancap, Edwin Villero.

“La señora Marta Jara por su formación y sus cargos anteriores demuestra que no está acostumbrada a la negociación colectiva. Quedó claro ya cuando ocupaba un cargo en Gas Sayago”, agregó.

Reorganizar y enfocarse.

Marta Jara entiende que Ancap inició un proceso de “reconversión” en el cual deberá “enfocarse” en los negocios que sean “centrales” para su desempeño.

En ese sentido cuenta con el respaldo de todo el Directorio, afirmó. Dos medidas orientadas a ese objetivo son la venta de CABA S.A. y Carboclor, dos subsidiarias del grupo Ancap que ya no son consideradas en el plan estratégico de la empresa.

Con CABA, cuyo rubro principal era la fabricación de bebidas alcohólicas y solventes, se llevará a cabo una licitación para venderla “llave en mano”. Los pliegos se publicarán en las próximas semanas, dijo Jara.

Carboclor, una petroquímica instalada en Argentina y que cotiza en la bolsa de valores de ese país, entró en un procedimiento preventivo de crisis, cerró sus dos plantas y despidió a 120 trabajadores. La idea de Ancap es cerrar esa parte y procurar mantener un sector con un muelle y almacenes para alquilarlos con fines logísticos.

En otros sectores la situación no llega a esos niveles, pero sí se necesitan cambios “drásticos”, dijo Jara. Tal es el caso de la industria cementera, un sector que tiene un déficit millonario en dólares desde hace varios años.

“Estamos buscando una racionalización de las actividades, lo cual implica desafectar algunos servicios tercerizados y luego rever las funciones de los trabajadores de Ancap. Eso aplica a todas las áreas de la empresa, pero en Portland se hace más acuciante la necesidad de hacer cambios”, afirmó.

“Tenemos que optimizar los procesos y ser más eficientes”, añadió, y señaló como ejemplo la reorganización de las gerencias del ente, que pasaron de ser cuatro grandes áreas a nueve, para dotarlas de más “independencia, agilidad y capacidad de decisión”.

En esa reorganización general también se abordó un punto sensible, que fue la cantidad mínima de funcionarios necesarios para llevar adelante tareas críticas de la empresa, y que había sido acordada años atrás entre los jerarcas del ente y el sindicato. El Directorio actual entendió que la cantidad de personal mínimo “no se ajustaba ni a criterios técnicos ni de seguridad” y por lo tanto pretende reorganizar el trabajo en varias áreas de la empresa y reducir las horas extras.

Esa discusión, junto con las decisiones en la industria cementera y la inconformidad con la eliminación del servicio médico del ente generaron varias medidas sindicales, que terminaron con la firma de un decreto de esencialidad en junio para asegurar la distribución del combustible. Aunque el diálogo quedó abierto entre los jerarcas y el sindicato, las posiciones siguen muy distanciadas.

“El objetivo de transformar Ancap es algo que sirve a todos los uruguayos, y nuestra relación con los trabajadores es muy importante, pero nuestro compromiso con la sociedad es más importante. Tenemos que buscar un equilibrio de buscar un consenso o visión compartida a través de un diálogo siempre abierto. Es imprescindible tener la visión de los trabajadores, pero la responsabilidad de cumplir los cometidos de Ancap en forma eficiente es del Directorio. Eso lo tenemos que llevar a cabo”, sentenció Jara.

Unilateral y errado.

En Fancap no ven la situación con los mismos ojos. “Estamos abiertos a discutirlo todo, pero si no te escuchan y creen que la solución a los problemas de Ancap parte solo por los trabajadores y sus salarios hay un diagnóstico muy errado de la situación”, dijo Villero a Búsqueda.

“En octubre del año pasado alcanzamos un convenio que no se ha cumplido ni un ápice. Lo que sí ha sucedido es una reestructura unilateral a impulsos de esencialidades”, añadió.

Villero adelantó que la situación actual “no conforma en lo más mínimo” al sindicato y que por ese motivo organizaron una serie de paros y asambleas en todo el país para analizar las medidas a adoptar.

“Tienen que hacer un clic en la forma de negociar. Estábamos discutiendo de manera correcta en el ministerio y de golpe y plumazo vienen con los decretos y las medidas unilaterales, no hay una cultura negociadora y tampoco una visión estratégica a largo plazo”, agregó.