Si tenés dolor en el pecho, esperarás cinco minutos para ser atendido. Por un dolor de espalda, serán 30 minutos. Fractura de un hueso por practicar deporte, una hora. En la puerta de Emergencia 50 pacientes, con distintos motivos de consulta, aguardan a ser atendidos.
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“Es un hecho bastante común en nuestro país que las puertas de Emergencia sufran sobrecarga”, dijo a Búsqueda el profesor agregado del Departamento de Emergencia del Hospital de Clínicas, Norberto Liñares.
De hecho, la saturación en las puertas de Emergencia, con muchos pacientes esperando para recibir atención médica —algunos con casos complejos y otros con simples resfríos que solo requieren una receta antigripal—, es un tema que preocupa a las autoridades de hospitales públicos y privados, que exploran alternativas para optimizar el tiempo de espera y los recursos disponibles.
Un método recomendado por la Facultad de Medicina es el triage. Inventado en Francia en la época de Napoleón, originalmente fue concebido para que se priorizara la atención de los heridos de guerra más graves. Hoy, dos siglos más tarde, se lo utiliza para clasificar y priorizar la atención en las puertas de Emergencia de hospitales, policlínicas y en las ambulancias.
“El triage es una herramienta que se utiliza a todo nivel de atención”, explicó Liñares en un ateneo médico realizado en mayo en la Facultad de Medicina de la Universidad de la República. El procedimiento requiere que el paciente que llega a la puerta de Emergencia en busca de un médico, pase a una sala y explique sus síntomas. Un profesional de la salud, preferentemente licenciado en Enfermería, ingresa esos datos a un sistema informático que le asigna al paciente un color asociado a un determinado tiempo de espera.
Si el color es rojo, el paciente debe ser ingresado a Emergencia inmediatamente porque su vida corre riesgo. Si es naranja, debe esperar como máximo cinco minutos para ser derivado. Ese color corresponde a, por ejemplo, los pacientes que tienen insuficiencia respiratoria o sufrieron un ACV. Luego vienen los colores amarillo, verde y azul, para dolencias que toleran más tiempo de espera.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que todas las puertas de Emergencia utilicen el triage y difunden manuales sobre cómo implementarlo.
Implementación
El triage comenzó a implementarse en el Hospital de Clínicas a partir de 2004 y algunos años más tarde se extendió a otros hospitales. Liñares explicó que la crisis económica de 2002 generó que se abarrotaran las puertas de los hospitales públicos, y eso obligó a pensar en mecanismos para mejorar la atención. “Antes se atendía por orden de llegada. Hoy es impensable”, señaló.
La clasificación de los pacientes comenzó a hacerse con “lápiz y papel” y luego llegó el sistema informático que permite ver los resultados y las estadísticas. “El triage no solo sirve para evitar las demoras, sino para ver cómo manejás los recursos que tenés dentro de los hospitales”, explicó el especialista. Al tener todo informatizado, se pueden ver las horas donde hay más ingresos a la puerta, la clasificación de cada paciente y los motivos de consulta.
En el Hospital de Clínicas, por ejemplo, la información recabada en su sistema informático revela que el 60% de las personas que concurren a la puerta de Emergencia no tienen síntomas graves y que la consulta médica se podría haber realizado en una policlínica barrial.
Liñares señaló a Búsqueda que ese dato explica una de las causas de la sobrecarga, sobre todo en invierno. Esas personas “están ocupando espacio, tiempo y recursos que podrían ser destinados a otros más urgentes”, expresó. El Clínicas, con un promedio de 130 pacientes al día, dispuso que haya una persona que les explique a los pacientes que llegan sin necesidad de urgencia, que no deben ir allí sino a su policlínica barrial, informó el especialista.
Según Liñares, “las puertas de Emergencia deberían atender solamente casos complejos”. Por otra parte, habría que “fortalecer las policlínicas de atención inmediata”, aseveró.
En la mutualista Casmu, que hoy tiene una sola Puerta de Emergencia a la que asiste un promedio de 500 personas por día, se instaló una policlínica en el mismo edificio, de forma de derivar allí a los pacientes que no requieren atención inmediata.
“Entre seis o siete personas de cada 10 que vienen, no tienen por qué venir. El servicio de urgencia está para estabilizar, si usted quiere otra cosa, debe esperar o ir a otro lado”, explicó a Búsqueda el presidente del Casmu, Gustavo Bogliacini. “El problema es que los hospitales siguen siendo considerados la referencia ante cualquier eventualidad en la salud”, señala Liñares.
Los datos informáticos también se utilizan para saber en qué horas del día se debe disponer de más personal. Gracias a esta información, el Casmu y el Círculo Católico aumentaron su personal médico y de enfermería en las horas que la puerta tiene más ingresos, informaron a Búsqueda desde las mutulistas.
A pesar de las recomendaciones de la Facultad de Medicina, que realiza talleres de capacitación al personal médico y de enfermería, el triage no se implementa en todos los hospitales.
Según Liñares, una de las razones de que no se utilice es que “todos los procesos cuestan, porque sacan la costumbre y la dinámica” de profesionales acostumbrados a trabajar de otra manera.
Hay 14 hospitales bajo la órbita de la Administración de Servicios de Salud del Estado (ASSE) de un total de unos 30, que todavía no han implementado el triage informático, 12 de ellos ubicados en el interior del país.
“La dirección y el equipo de gestión de cada hospital son responsables por la instalación y funcionamiento del triage”, afirmó a Búsqueda el gerente general de ASSE, Alarico Rodríguez.
En el interior muchos hospitales privados tampoco tienen instalado el triage. En los hospitales de las capitales departamentales, que tienen menos de 50 consultas por día, se utilizan mecanismos similares, ya que debido al bajo número de pacientes no existe la “necesidad” de clasificar, dijo el presidente de la Federación de Prestadores Médicos del Interior, Carlos Cardoso.
De acuerdo a la normativa para establecimientos asistenciales, actualizada en 2002 con un decreto del entonces presidente Jorge Batlle, los servicios de emergencia deben contar con una sala de triage.
Sin embargo, el Ministerio de Salúd Pública no lo fiscaliza y solo “recomienda su uso bajo la normativa del Plan Invierno”, que es “cuando hay más saturación”, informó a Búsqueda la directora general de Salud, Raquel Rosa. “Tratamos de que todas las mutualistas tengan planes institucionales para evitar las sobrecargas”, añadió.