A las nueve de la noche del martes 22, mientras estaba por comenzar el debate entre el senador cabildante Guido Manini Ríos y el frenteamplista Óscar Andrade, el senador blanco Gustavo Penadés avanzaba por la ruta que une Fray Bentos con Paysandú con el celular en la mano, preparado para ver el primer duelo entre los que quieren derogar o mantener 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración (LUC). Penadés iba de un acto a otro. Siguiendo la gira que tiene a los nacionalistas recorriendo 322 lugares del interior del Uruguay. Los blancos parecieron mirar de reojo este debate que tuvo como protagonista a uno de los socios de la coalición de gobierno, pero Penadés lo atribuye más a una falta de “autobombo” en las redes que a una cuestión estratégica. El senador está preocupado por el “desinterés” de la gente por el referéndum del 27 de marzo. Es algo que observa en esta recorrida. Y cuestiona la campaña de “desinformación” de los promotores del Sí, que incluyen “tergiversación” de datos que llevan a “confundir” a la opinión pública y que generan “dudas” en la población. “Vamos enterrando fantasmas”, concluye sobre su rol en esta gira para defender la LUC. Lo que sigue es un resumen de su entrevista con Búsqueda.
—Pero en lo previo en el gobierno, o al menos en la Torre Ejecutiva, no había mucha conformidad con que este primer debate tuviera a Manini en el centro…
—(Interrumpe). A mí no me consta. La verdad es que no me consta, te lo digo sinceramente, no recibí ningún comentario de ningún lado en esa dirección.
—¿Y le quedó la impresión de que Manini habló más en nombre de Cabildo Abierto que de la coalición de gobierno en este debate?
—Bueno. Eso es así. Creo que en varias oportunidades él mismo mencionó a Cabildo Abierto, pero estaba hablando en nombre de una ley que fue votada por todos. Creo que más que en nombre del gobierno, Manini habló como uno de los coautores de la LUC.
—Se lo preguntaba además porque, más allá de que estaban embarcados en una gira, desde las cuentas oficiales del Partido Nacional y de sus dirigentes en redes sociales no hubo mucha difusión del debate.
—Bueno, pero eso no responde a una estrategia. Eso capaz que responde a algo que tenemos que empezar a tomar mayor conciencia todos, que es que las redes sociales hoy cumplen un rol que es el de termómetro. Y el bombo y el autobombo en estas redes son importantes. Y ese es un tema que quizás a nosotros nos está faltando aprender. Estamos hablando de un microclima, pero que termina influyendo en formadores de opinión.
—Ustedes están recorriendo todo el Uruguay, hay visitas a pueblos chicos y ciudades grandes del interior. ¿Con qué se han encontrado ahí? ¿Qué tan al detalle se conoce la LUC?
—Lo que estamos haciendo es lo que en el Partido Nacional se conoce como encender los fogones, que significa hablar con la dirigencia y con la militancia más cercana. Hay una gran desinformación. Y un gran desinterés. Lo que no quiere decir que no haya intención. O sea, la pregunta que nos hacen en muchos lados es: “¿Por qué nosotros tenemos que decidir en algo que tienen que hacer ustedes los gobernantes?”, “¿por qué me trasladan a mí la responsabilidad de tener que decidir cosas que son para las que los votamos a ustedes?”.
—¿Entienden innecesaria esta instancia de referéndum?
—Por lo pronto la gente pide, con cierto grado de malestar, que no le trasladen la responsabilidad de decidir sobre cuestiones que tienen que ser definidas por gente a la que votó para eso. Y ahí le tenés que explicar que no somos nosotros, que hay un conjunto de compatriotas que reunieron las firmas, bla, bla, bla. Y todo bien, pero insisten en que nos votaron para que hiciéramos. Entonces en muchos lados la argumentación que utilizo es que el referéndum es contra la ley, pero esconde de parte de quienes lo están promoviendo la intención de poner en tela de juicio el apoyo popular que tiene el gobierno. Lo que buscan en definitiva es derrotar al gobierno a través de la LUC. Y por eso nuestra tarea está vinculada a defender los 135 artículos, porque los consideramos importantes pero además es un respaldo a la gestión del gobierno a mitad de su mandato.
—En definitiva se termina hablando más de la gestión del gobierno que de los 135 artículos.
—En toda reunión se explica la LUC, pero además los logros que el gobierno está obteniendo.
—¿Y qué hay que explicar a la gente sobre la LUC?, ¿cuáles son los artículos que se necesitan bajar a tierra?
—Son conceptos generales. Hay una cosa que hay que reconocer: la campaña de desinformación de los promotores de la papeleta rosada con argumentos como los utilizados por el senador Andrade en el debate —en el tema de los alquileres, por ejemplo— genera la duda. Nos preguntan: “¿Es verdad que me sacan de la casa en tres días?”. Entonces tenés que arrancar desde cero, explicar que la ley de alquileres sigue vigente, que esto no tiene nada que ver, que es un nuevo mecanismo que permite facilitar el acceso a los alquileres a los sectores más populares, más jóvenes, etc., etc. Es mucho más fácil levantar dudas que explicar. El otro día, creo que fue el senador Daniel Olesker que dijo que los jubilados corrían el riesgo de perder las jubilaciones si no se derogaban los artículos de la LUC. O sea, es una barbaridad. Pero siempre son temas que… El azuzar fantasmas, que es una estrategia que el Sí está utilizando, debe ser atendido por nosotros porque en algunos legítimamente genera dudas.
—¿O sea que buena parte de esta campaña es ir atrás de temas que instala la oposición?
—Vamos enterrando fantasmas.
—Y dentro de la gente más informada, más allá de lo que diga la oposición, ¿hay algún artículo de la LUC que cause dudas? ¿El tema de la fijación del precio de los combustibles, por ejemplo?
—Es uno de los temas que más se pregunta. Y lo que explicamos, sencillamente, es: “Miren, en el mundo entero el precio del petróleo sube y los combustibles suben. En Uruguay lo que ahora no va a pasar más es que cuando el petróleo baje los combustibles no bajen, que es lo que pasaba antes”.
—¿Pero entienden que va a existir algún cambio en la forma de fijar los precios de los combustibles?
—No, no, no.
—¿Va a quedar firme ese artículo aun ganando el referéndum?
—A ver, creo que sí, que debería quedar firme a pesar de que no era la solución que planteaba el Partido Nacional, ¿no? Lo más contradictorio de este tema es que yo me acuerdo en el Senado de las palabras de elogios que se suscitaron de parte de senadores del Frente Amplio que saludaron el acuerdo que se había obtenido. Bueno, seguramente va a pasar lo mismo que la portabilidad numérica, que ya empezaron a decir que no era tan importante.
—Lo de la portabilidad numérica ha ido perdiendo peso en el debate de la LUC.
—Y así van a ir desapareciendo todos los temas. El gran sepulturero de los fantasmas que han esgrimido ha sido y será el tiempo, que ha demostrado que en 19 meses no pasó nada de lo que han vaticinado que iba a pasar.
—¿Y en estas recorridas, por lo que ven en los actos, les da para ser optimistas para ganar en el referéndum?
—La encuesta importante es la del 27 de marzo. No digo nada creativo, pero es así. Acá se está trabajando y se está haciendo todo como si estuviéramos perdiendo dos a cero. La fábula de la tortuga y la liebre no corre con nosotros. Nosotros siempre tortuga pero ganadores.
—En esta gira han ido a lugares en donde por lo general el Frente Amplio no llega. ¿No le queda la sensación de que le están hablando todo el tiempo a los convencidos?
—Bueno, ahora en marzo nos vamos a concentrar en lugares donde el Frente Amplio llega, en Montevideo y la zona metropolitana. Y la idea de que les hablamos a los convencidos nos pasa a todos. Acá hay dos grandes bloques ya decididos. El que va a terminar decidiendo y el que quizás termine influyendo es el que hoy te escucha desde la esquina.
—¿Es de los que piensa que es vital ganar este referéndum para que el gobierno pueda seguir con cierta armonía?
—Como dice el tango, el 28 de marzo el mundo sigue andando. Pero es mucho mejor que ande con la papeleta celeste. Creo que es muy importante que gane la papeleta celeste, fundamentalmente, por la reacción de los promotores de la papeleta rosada si ellos ganan.
—¿Cómo es eso?
—Claro, creo que si gana la papeleta rosada se va a utilizar el argumento de que el gobierno no tiene el respaldo popular para seguir gobernando y hacer los cambios que pretendía llevar adelante. Por eso es imprescindible ratificar a las 1.200.000 de personas que votaron a este gobierno en 2019.