“El mayor gesto de amor”

La experiencia —dijo— fue muy buena porque los estudiantes pudieron aportar y aprender tanto de los vecinos, ya que algunos de ellos sabían de construcción, como de los capataces. Aplanaron terreno con rastrillos y cavaron pozos a pico y pala. “Ahora puedo decir que sé levantar una pared a plomo”, expresó Acosta, quien dejó ingeniería, comenzó a estudiar Educación Física y como los sábados tiene que trabajar en un colegio ya no va a ayudar a la obra. El Hormiguero, como llamaron al grupo, aunque llegó a poner un stand en un tablado y entusiasmó a algunos jóvenes preuniversitarios de familias frenteamplistas, de hecho tampoco existe.

“Gracias al Sunca y a los que vinieron sin cobrar un mango” dice una muchacha desde un tape en Canal 12, mientras en los ojos de Andrade se percibe un cierto brillo que antes no estaba.

El sindicato, que tiene experiencias previas en trabajo voluntario, se sumó a la inciativa recién el año pasado porque antes no habían sido convocados. “Nos parece algo bueno y lo hacemos con ganas para dar una mano pero sabemos que el problema es tan amplio que no se resuelve de forma voluntaria”, dijo a Búsqueda el dirigente Federico Steinhardt, quien agregó que el vínculo con el PJ comenzó a estrecharse cuando algunos afiliados al Sunca fueron contratados para trabajar. “Al principio eran más psicólogos y trabajadores sociales que obreros y si bien es normal que estén porque es un programa socio-habitacional, la correlación al principio era demasiado grande en contra de los que construyen”, agregó.

Otras brigadas que trabajan en el PJ son “Artigas”, “Brigada G” y la “1958”.