Esas situaciones muestran que si lo que tenías planificado era de fondo o era superficial. Lo que nosotros teníamos preparado era de fondo y lo que cambió en esas horas fueron los instrumentos para enfrentar la emergencia. Veníamos con unas prioridades que se dejaron de lado y todas las horas se destinaron a cómo hacer que llegue el respirador… en ese escritorio tenía manuales de respiradores porque debía ver dónde se producían y a dónde nos contactábamos. Ahí (señala las sillas) se sentaba el ministro Bartol y ahí el ministro Mieres. Cómo atendemos lo social, cómo apuntalamos a los sectores más vulnerables, que ya venían cascoteados. Cómo atendemos el tema laboral, que es lo que más se iba a deteriorar. Fue importante el trabajo en equipo.
Ese fin de semana pasé encerrada, comunicándome con los organismos multilaterales de crédito para asegurarnos de tener el financiamiento pronto para atender lo que se venía, sin saber qué dimensión tendría.
El 19 de marzo anunciamos un paquete de medidas y cada tres o cuatro días hicimos conferencias de prensa y presentación de medidas. Fue una época muy dinámica que no nos hizo perder el rumbo inicial, pero obligó a pensar instrumentos para esa coyuntura especial.
-En lo sanitario parece que se está controlando la “primera ola” de contagios. ¿En qué fase se encuentra ahora la economía?
—Como dice, parecería que estamos pasando la primera ola. Pero no podemos contestar con certeza sobre lo económico sin tener la certeza de cómo nos ubicamos en lo sanitario. Vemos algunas señales positivas, auspiciosas, que nos estarían llevando a pensar que vamos a tener un año de crecimiento y que en el tercer trimestre estaríamos alcanzando los niveles precovid.
El equipo económico no puede estar saliendo cada 15 días o todos los meses a revisar sus estimaciones y proyecciones. Fuimos ordenados y dijimos: el 31 de agosto presentamos el Presupuesto y vamos a hacer una nueva presentación en febrero. Es lo que hicimos esta semana. Y vamos a volver a revisar en la Rendición de Cuentas; siempre es necesario revisar, con nueva información, lo que uno estima.
—¿El escenario de la vacunación está incorporado a esa previsión de recuperación económica?
—Desde el punto de vista del equipo económico, lo que manejamos es que no habrá una mejora automática en términos de salud con la vacuna. Llevará un tiempo que la población esté inmunizada y que podamos pensar en que la situación de Covid quedó atrás. Esos son los tiempos internalizados en nuestras proyecciones; por eso uno de los aspectos importantes que transmitimos el lunes es algo evidente —por no decir tonto—: no se terminó la pandemia, por lo tanto, los recursos para dar respuesta van a estar.
El lunes lo que dijimos fue: “Bueno, señores, como todos sabemos la epidemia sigue en Uruguay, y el Fondo Coronavirus, que se había proyectado hasta el 31 de diciembre de 2020, va a seguir en funcionamiento. Se había proyectado en términos fiscales: el gasto que habíamos presentado en la exposición de motivos de la ley de Presupuesto. Pero ahí no había un Fondo Coronavirus en 2021; ahora lo que comunicamos a la ciudadanía es que seguirá existiendo y hoy estimamos que tendrá un monto de US$ 540 millones. Pero el monto final va a ser lo que la demanda exija; acá no habrá restricciones en atender esas demandas.
Una vez que se declare terminada la emergencia sanitaria, el fondo se cerrará. Pero tampoco va a ser automático.
—¿Está previsto nuevo financiamiento para el fondo?
—En esta oportunidad no hemos presentado cuáles van a ser y si va a haber ingresos extraordinarios.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda
—El impacto social de la crisis se está infiriendo a partir de datos como el desempleo, que puede estar subestimado en las estadísticas. ¿Tienen mediciones sobre la evolución de la pobreza y la desigualdad?
—Hemos realizado estimaciones —que, creo, no hemos compartido todavía— que indican un aumento de algunos puntos en la pobreza. También de la desigualdad. Claramente es la consecuencia de un año muy crítico y un punto de partida de vulnerabilidades: muchas personas que estaban apenas por encima de ese umbral de ingresos para medir la pobreza, en esta situación, quedan por debajo.
La respuesta frente a eso se dio con instrumentos del Mides que ya estaban y otros nuevos. Más allá del número concreto (de pobres), debe haber una respuesta a estas personas en situación más vulnerable y aumentó 40% la cantidad de beneficiarios, que pasaron de 600.000 a más de 800.000.
Si bien Uruguay tiene un sistema de cobertura de seguridad social de larga data y muy amplio, en un momento tan crítico como estos surge que tenemos puntos sin cubrir.
-El líder de Cabildo Abierto, el senador Manini Ríos, cuestionó en El Observador la “cierta ortodoxia” fiscal del equipo económico y reclamó más apoyos a las empresas chicas. También los colorados piden medidas adicionales. ¿Se siente respaldada por toda la coalición de gobierno?
—Absolutamente.
—¿Cómo interpreta esos planteos?
Son planteos válidos que también hacemos… A ver, para nosotros no son planteos nuevos. La revisión de las medidas para apoyar a las pequeñas y medianas empresas está en nuestro foco de atención desde el 13 de marzo. En la medida que va evolucionando la pandemia, nos paramos para ver cómo responde el entramado productivo y se van dando nuevas medidas.
Aquí no hubo un paquete único de medidas; se fueron anunciando e implementando a lo largo del 2020 mientras, con mucha responsabilidad, se monitoreaba cómo evolucionaba la pandemia y surgían situaciones no previstas inicialmente. Agrego: las medidas no se anuncian para que queden en el papel, deben llevarse adelante. En estos días nos estamos reuniendo para resolver dificultades operativas en el Siga al sector turístico. ¡El préstamo tiene que llegar!
—Los que le reclaman dicen: “Falta más”. ¿Está cerrada la puerta a medidas adicionales?
—El lunes anunciamos que hay un Fondo Coronavirus por US$ 540 millones. Y este fondo va a hacer lo que se necesite para atender lo sanitario, lo social y lo económico.
Lo importante es remarcar que el equipo económico no está virando en lo que ha sido el abordaje a la pandemia. Seguimos con el mismo abordaje del 13 de marzo: monitorear, diseñar e implementar medidas.
Es muy bueno que se dé la discusión sobre las medidas de parte del equipo económico y de los actores de la coalición. Pero no es algo nuevo. No está cambiando la tónica, el manejo de la pandemia, desde nuestro punto de vista. Seguimos revisando medidas como lo hicimos a lo largo del 2020.

Foto: Nicolás Garrido / Búsqueda
—En los últimos días algunos medios informamos que el gobierno estaba analizando un plan de medidas de reactivación…
—Es un punto que me importa que quede claro…
—¿No hay innovación, entonces? ¿Solo es revisión de medidas ya vigentes?
—Ese es el punto. No hay un cambio en el abordaje del equipo económico a la pandemia. Las medidas se fueron revisando a lo largo del año y esa misma postura tendremos en 2021.
El concepto importante es que manejamos dos cajas distintas. Lo que es estructural lo tenemos que mejorar y debemos lograr ahorros en lo que es permanente; son los US$ 660 millones que logramos ahorrar en 2020. Y la otra caja —lo extraordinario, lo transitorio, que básicamente es el Fondo Covid— hoy son US$ 540 millones, pero va a ser lo que tenga que ser. Fue la lógica con la que abordamos el 2020; inicialmente anunciamos un número, pero hubo que ir viendo cómo evolucionaba lo sanitario, lo social y lo económico para ir dando respuesta.
El equipo económico mira el empleo, la gente. Perdón que me ponga tan enérgica: no estamos enamorados de un ahorro de US$ 900 millones o de un número de déficit fiscal. Esos no son los objetivos, son instrumentos para llegar a tener más empleo y políticas sociales sostenibles. Por eso, vuelvo a lo de la primera pregunta: el 13 de marzo fue una prueba de fuego. ¿Hay un rumbo económico claro o ahora se va a improvisar ante la pandemia? Claramente el rumbo económico era mayor crecimiento, mayor empleo y sostenibilidad de las políticas sociales, y estos tres conceptos fueron básicamente lo que se presentó luego en el Presupuesto Nacional. ¿Viene la pandemia?, muy bien. Se atiende la pandemia, pero el rumbo no cambia. No esperemos algo espectacular ahora, porque lo que haremos es seguir revisando y respondiendo ante la situación económica y social.
—¿No están evaluando un plan de obras de infraestructura? Tiempo atrás los constructores presentaron un proyecto.
—Venimos trabajando con estos temas desde el 13 de marzo y ahora no hay una agenda distinta.
¿Estamos trabajando sobre ese fondo de infraestructura? ¡Estamos trabajando en la inversión en general! El Fondo de Infraestructura Coronavirus que fue presentado al Ministerio de Economía en mayo no tiene elementos distintos a los que ya manejamos.
—La cuestión de los apoyos ante la crisis no es la única discrepancia con los cabildantes ¿Qué opina del proyecto de ley que presentaron para limitar la actividad forestal? ¿es consistente con el discurso del Poder Ejecutivo de atraer inversiones?
—El proyecto tiene media sanción y tenemos que ver qué sucede en la otra cámara.
—¿Cómo lo ve como señal para los inversores?
—No tengo más comentarios para hacer.
—Desde el Fondo Monetario Internacional y algunas calificadoras de riesgo han señalado que es tolerable cierto deterioro fiscal transitorio para poder paliar la crisis. ¿Por qué no seguir ese consejo?
—Primero, este gobierno tiene su agenda propia y no vamos a seguir los consejos de una calificadora ni de una institución. Eso no quiere decir que no dialoguemos, y mucho, con ellos.
Dicho eso, en 2020 nos endeudamos porque teníamos que hacer frente a la pandemia y uno de los anuncios importantes respecto al 2021 es que el déficit fiscal va a ser mayor a lo que presentamos en la ley de Presupuesto. Anunciamos el Fondo Covid, los US$ 540 millones, y por tanto, habrá un déficit fiscal mayor; la contracara es que habrá mayor endeudamiento. Eso es transitorio y el gran punto es que vamos a seguir mejorando lo estructural.
No hay que simplificar los mensajes; el Fondo Monetario está llamando a un mayor gasto en particular, en aquellos países cuyo punto de partida en la cobertura social y sanitaria es muy distinto al de Uruguay. Y, por otro lado, el Fondo Monetario hace pocas semanas alabó las reformas estructurales que comenzó a realizar Uruguay, y cómo lo ubica en un camino de mayor resiliencia y crecimiento equitativo.
Cuando se hacen comparaciones internacionales se debe considerar cómo ha sido el efecto del Covid en términos de salud en cada país y el punto de partida en seguridad social. El foco en Uruguay ha estado en las transferencias sociales dando respuesta para llegar con más fondos y a más beneficiarios.
Otro aspecto fundamental es la gestión responsable de los recursos que se ponen a disposición de los uruguayos para la pandemia. No se puede dejar de dar algo que se está dando; no puedo poner toda la carne en la parrilla si no sé cuánto va a durar la pandemia. Cuando el Frente Amplio visita al presidente de la República y hace determinados reclamos de mayores gastos y de cerrar la economía, ¿tenía la fecha de caducidad de esta pandemia? Bueno, nosotros no la teníamos y por eso hay que ir revisando, monitoreando y, con responsabilidad, ir dando los recursos. Esto no es de una vez y se terminó.
Otros países fueron más activos con las transferencias y han dicho: “No tengo más”. Eso, como responsables de la política económica, no nos puede pasar.
- Recuadro de la entrevista
“Pragmatismo y diplomacia presidencial”