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    A 10 años de operar en Uruguay, el Bitcoin arranca 2024 con proyección de alza

    De la mano del ETF del Bitcoin y del halving, ¿su precio llegará a US$ 200.000?

    Algunos detalles sobre el origen a escala mundial del Bitcoin —que el miércoles 3 cumplió 15 años desde su primera operación— son misteriosos. Su historia en Uruguay también es un poco difusa, aunque varios actores la ubican en torno a 2013 o 2014 y recuerdan un local en Plaza Independencia como de los primeros que operó este criptoactivo, para el cual proyectan un año de valorización. ¿Llegará a los US$ 200.000?

    El origen del Bitcoin se remonta a un documento académico ­­­—A peer to peer electronical system­publicado en Internet en 2008 por un individuo o un grupo de personas desconocidas bajo el seudónimo Satoshi Nakamoto. En él se establecieron las bases para crear un activo que no pueda ser duplicado y, a su vez, fuera gestionado de forma descentralizada, sin la necesidad de contar con un intermediario para realizar una transacción entre dos personas. A comienzos del 2009 se minó el primer bloque de código, el proceso por el cual se verifican transacciones y se agregan nuevos códigos a la cadena ­—blockchain—, dando comienzo así a la cadena de bloques de Bitcoin y estableciendo su máximo en 21 millones (cantidad fijada por Nakamoto); nueve días después se concretaron las primeras compraventas entre Hal Finney y Nakamoto. Cotizó inicialmente a US$ 0,008; en 2010, el Bitcoin fue utilizado por primera vez como medio de pago para la compra de dos pizzas en Estados Unidos por 10.000 Bitcoins.

    A mediados de 2010 abrió la plataforma japonesa Mt.Gox, el primer exchange del mundo, un lugar —virtual­— que “funciona como una casa de cambios: en vez de ir a 18 de Julio y Río Negro, entrabas al sitio web, ponías una oferta de compra-venta y podías coincidir con alguien”, facilitando así el intercambio persona a persona que se realizaba inicialmente publicando ofertas en chats, repasó en diálogo con Búsqueda el cofundador y uno de los ejecutivos principales de Cryptotrust Fiduciaria, Martín Larzabal.

    El hecho de que un exchange abriera y difundiera precios todo el tiempo fue “lo que le empezó a dar profundidad y liquidez al precio, además de volverlo transparente; antes lo sabía solamente el que hacía la operación, pero el resto del mercado no”, agregó. En 2010 la cotización del Bitcoin alcanzó los US$ 0,39.

    Con el paso del tiempo abrieron más exchanges alrededor del mundo y el precio, así como su popularidad, tendieron a crecer; hoy el Bitcoin es el criptoactivo más operado en el mundo. Su cotización superó el US$ 1 en 2011, los US$ 1.000 en 2013 y alcanzó los US$ 16.500 a principios de 2018. Pero entre esas fechas experimentó una gran volatilidad, con subas tan abruptas como las caídas.

    En 2021, durante la crisis económica mundial provocada por la pandemia de Covid-19, alcanzó su máximo histórico, en torno a los US$ 60.000, si bien después el Bitcoin bajó de precio. Hace pocos meses se acercó a su máximo histórico y en los últimos días cotizó en torno a los US$ 39.000, pero con pronósticos de alza.

    Uruguay

    Después de enterarse de la existencia del Bitcoin, el ingeniero en computación uruguayo Nicolas Ribeiro investigó acerca del tema y seis meses después renunció a su trabajo, en mayo de 2013 abrió el primer data center de minado de criptoactivos en en el país. Ribeiro, actualmente director ejecutivo de BCMining Group, comenzó a dar soporte (minar) a la red de Light Coin —otra cripto— a cambio de las recompensas que la red le otorgaba. “Es un proceso que emula la extracción de un recurso natural, de forma que, con el paso del tiempo, la recompensa se reduce (cada cuatro años) a la mitad, y va a llegar un momento en que llegue a cero”, explicó.

    Si bien cuando comenzó a minar Ribeiro no estuvo al tanto de otras operaciones con criptos en Uruguay, entre 2014 y 2015, recordó que surgió “una casa de cambios bastante primitiva en la Plaza Independencia, un local con el logo de Bitcoin, que compraba y vendía” ese activo virtual. “Estuvieron ahí unos años, después se fueron”, recordó. En aquel entonces, “era muy limitado lo que se podía comprar con criptos, o lo que se podía comprar era ilegal. En algún momento se empezaron a transaccionar cosas legítimas”, contó.

    Ese ingeniero explicó que “normalmente, las personas entraban en exchanges como Binance y cambiaban las criptomonedas por dólares, no había mucho más que eso. La gente la atesoraba, como un elemento de inversión, especulaba con el precio”.

    Larzabal agregó que para adquirir criptos, las personas podían crearse usuarios en exchanges de otros lugares del mundo, como la japonesa Mt.Gox y acceder desde Uruguay.

    Respecto a los usos que se le dan a los criptoactivos, Larzabal hizo referencia a un documento de la consultora Chainalysis, que hace el seguimiento de la operativa con las distintas blockchains. En un informe de 2023 menciona que su empleo en actividades ilegales —como el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo— representó “un porcentaje muy chico de la operativa total, un 1%”.

    El fundador y director de la Criptala, Martín Becerra, también recuerda ese local en la Plaza Independencia, que según él habría abierto entre 2013 o 2014. “En Uruguay nunca ha habido ninguna plataforma, siempre se operó en mercados peer to peer, salvo ahora que me parece que estamos nosotros y Ripio como empresas conocidas. Si bien Ripio no tiene trato al público, son exchanges y tienen billetera, tipo Binance; nosotros somos más tipo cambio, asesoramos de forma presencial, no tenemos nuestra plataforma”, explicó.

    Becerra entró al mundo de las criptomonedas, en 2016, cuando empezó a aceptarlas como pago por trabajos independientes hechos para clientes del exterior. Le resultó una forma fácil de cobrar sus servicios ya que, con canales de dinero tradicional, como Western Union, requerían “ir presencialmente a un lugar. Esto era a través de una transferencia, facilitaba mucho al empleador y a vos te llegaba”.

    Para el fundador de Criptala, las cripto “vinieron para quedarse. Hay cada vez más instituciones grandes que están adoptándolas y en el futuro hasta los propios bancos lo van a hacer, de la misma forma que hoy tenés una cuenta en dólares”. Pero, en Uruguay, aún el sistema no está abierto: “Ningún adquirente te permite que puedas cobrar y pagar con una tarjeta cripto, ni a nosotros, ni a Ripio. Fucerep es la única empresa que da apertura a una empresa cripto”, señaló, y opinó que los clientes son quienes deberían elegir con qué medio pagar.

    El hecho de que el sistema financiero tradicional no esté abierto limita el uso de las cripto en el propósito de inversión, para poder “especular con el precio y venderlas dentro de una plataforma”, afirmó Becerra. En países donde su uso es más amplio, como Argentina, se emplean stable coins -criptomonedas vinculadas al valor de una moneda fiduciaria- para transacciones como “comprar oro, acciones o ETFs, para apuestas en plataformas como supermatch, para pagar sueldos o para comprar insumos. Hoy, el 80% de las ventas son en stable coins, pero eso no quita que la gente quiera comprar criptos más volátiles”, sostuvo.

    “Hay muchas personas que compraron activos digitales a lo largo de los años. (Nosotros) el fideicomiso lo creamos en 2017, en noviembre del 2018 entraron los primeros inversores y a partir de ahí hemos tenido ingresos trimestrales durante todos estos años. Personas que buscan exposición a activos digitales tenés unas cuantas”, explicó Larzabal. Indicó que a fines de 2018 Cryptotrust Fiduciaria contaba con 10 inversores que colocaron unos US$ 25.000 cada uno; actualmente tiene alrededor de 75 con un promedio invertido de US$ 40.000.

    Las personas compran criptos “porque creen que puede ser una buena alternativa de inversión, entienden que no pierden nada en poner una pequeña proporción de su capital en estos activos para diversificarse. Si les sale bien es un golazo, y si no les sale tan bien no les cambia la vida. Por eso se recomienda una exposición poco agresiva, de más de 1% y menos de 5% de sus activos”, explicó Larzabal.

    Plataformas

    Si bien Mt. Gox fue la primera exchange, con el paso del tiempo surgieron otras en distintos lugares del mundo buscando cubrir la necesidad de comprar y vender activos digitales, como FTX, Binance o Ripio a escala regional. Estas plataformas vieron que podían “brindar la facilidad para generar la operativa y cobrar una comisión por eso, como funciona una casa de cambios”, dijo Larzabal.

    Sobre los casos de cierres de estas empresas, que manejan grandes volúmenes de dinero, comentó que muchas de las exchanges que quebraron fue porque “les hackearon los fondos”. Ese es “el principal riesgo de este mundo descentralizado, donde no dependés de nadie para custodiar los fondos y una vez que los perdés, son irrecuperables (…). A Mt.Gox le hackearon US$ 450 millones en 2014, la exchange quebró y al día de hoy sigue devolviendo parte de ese capital de los clientes que tenían custodiado en su plataforma”, dijo.

    También hubo otros casos, como el de FTX en noviembre de 2022, que quebró porque “hizo un uso fraudulento de los fondos de sus clientes y terminó saliendo a la luz que el dinero de los clientes no estaba donde decían que estaba. Eso es un fraude, que puede pasar en cualquier negocio si las personas que lo dirigen actúan de mala fe”, acotó Larzabal.

    Binance, en su momento el exchange más grande del mundo, en noviembre de 2023 se declaró culpable de no cumplir con la normativa de lavado de dinero y aceptó pagar una multa de US$ 4.000 millones al gobierno de Estados Unidos, tras lo cual su CEO renunció. “Pero la exchange sigue funcionando, y no cometieron fraude con los fondos de los clientes, que siempre estuvieron ahí”, agregó Larzabal.

    Perspectivas y “revancha”

    Cada cuatro años el precio del Bitcoin ha caído porque “no existe un banco central que tenga la capacidad de crear bitcoins. La única forma de crearlos es cuando un minero registra una transacción en la blockchain de Bitcoin y recibe una recompensa de la red”, explicó Larzábal. Pero, cada cuatro años, esa recompensa se reduce a la mitad; los 50 Bitcoins en 2009 actualmente equivalen a 6,25. A ese proceso se le conoce como halving, que marca en gran medida el ciclo del valor de este criptoactivo. Sube el año previo al halving, el año del halving y el año siguiente, agregó.

    En 2023 el Bitcoin se valorizó 150% y “este año se estima que en abril se producirá un nuevo halving, de forma que, si la historia se repite como un espejo hacia adelante, el precio debería subir en el 2024 y 2025, y en 2026 podría venir la corrección”, detalló Larzabal.

    Becerra coincidió en ese análisis. Dijo que, para este año, “hay una gran expectativa de suba del precio” del Bitcoin. Eso porque, como consecuencia del proceso del halving, “se va a notar que hay menos emisión, por lo que si la demanda sube, debería subir el precio. La tendencia es a que suba durante 2024 y 2025; si no compraste es un buen momento”.

    Ribeiro agregó que, con la expectativa generada por la aprobación, en estos primeros días de enero, del ETF spot del Bitcoin en Estados Unidos, el mercado financiero de ese país “tendrá acceso a comprar Bitcoin tan fácil como una acción de Tesla. Eso generará un dinamismo enorme en el precio, en las transacciones. Básicamente haría que el precio se vaya a las nubes”, pronosticó. De forma que el ETF podría adelantar la suba de la cotización, que usualmente generaría el proceso del halving.

    Un pronóstico del estilo fue señalado en el último informe trimestral de 2023 de Cryptotrust Fiduciaria. El valor del Bitcoin podría llegar a los US$ 200.000 millones a fines de este año; proyectó que la autorización del primer ETF de Bitcoin en Estados Unidos tendría un “impacto importante sobre el precio de los activos digitales”.

    Sobre las personas que invirtieron en Bitcoin y perdieron capital, Larzabal opinó que la existencia del ciclo de esta cripto les permite apostar a recuperarlo en el próximo ciclo de alza. “Te da revancha si sos paciente. Terminás perdiendo si no crees en el ciclo y vendes a mal precio, pero si lo esperás, podés recuperar con creces el valor que tenías”, aseguró.