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Negocios realizados a fin de año permitieron colocar más de 4 millones de kilos de lana Corriedale sucia en China. Si bien sigue habiendo mucha lana disponible, a fuerza de precios bajos se fue logrando bajar el stock. “A nadie le sirve que haya tanta lana disponible”, afirmó el director de Engraw, Federico Raquet, al ser consultado por Agro de Búsqueda.
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De todos modos, el mercado de lanas sigue trancado, con preferencias por algunos micronajes en distintos períodos del año. El empresario informó que “a fines del año pasado empezó a aparecer la oferta Corriedale tradicional y viendo que había un volumen importante empezamos a exportar lana sucia a China y eso anduvo bien, principalmente porque los chinos están comprando por precio”, que se ubican entre US$ 0,50 y US$ 0,60 por kilo. “Cuando intentamos subir ya no compraron”, explicó.
Si bien reconoció que “a ningún productor le sirve vender a US$ 0,60 por kilo, es positivo para descongestionar el mercado de los intermediarios que tienen mucha oferta y necesitan vender”. Otros operadores informaron que hay oferta de 23 a 26 micras, pero la demanda no aparece.
Raquet sostuvo que “en Merino, hay algo en stock, pero lo que se ofrece se vende, a precios por debajo de lo que nos gustaría, porque es un año difícil, ya que la demanda europea no complace a nadie. Hoy el consumo está 60% tejido en punto y el resto es tejido plano, cuando hace 10 años era al revés”.
El mercado lanero atraviesa desde hace mucho tiempo una situación que es considerada “desesperante” por gran parte de los productores, no solo por el bajo precio que se consigue por la producción, sino por la compleja realidad que enfrenta la demanda mundial.
La oferta es muy importante y Europa está prácticamente fuera del mercado desde 2020. Los stocks se siguen acumulando y son pocas las empresas que compran, fundamentalmente chinas.
La analista del mercado lanero del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), Antonella Riani, dijo a Agro de Búsqueda que en noviembre “comenzó una racha positiva, apuntalada por la aparición de compradores chinos en Australia. Muchos lotes que tradicionalmente iban a Europa fueron destinados a China, a un precio de exportación 25% menor. A Europa se exportó 25% menos en volumen y el precio cayó 40%. Así fue que 2023 cerró con un precio superior a los US$ 8 (por kilo), siendo el principal valor hasta el momento en esta zafra”, detalló.
Este año inició con expectativas de subas, que no se mantuvieron luego de la reapertura del mercado australiano, donde el precio bajó.
La gran incógnita es Europa, que está con mucha inflación, aumento de costos energéticos, con una demanda más cautelosa, y cómo esto puede pegar en las referencias de Australia. Ese escenario marca también los destinos de lana peinada, que suelen ir a Italia y Alemania.
La otra duda es sobre la demanda china, hacia donde las exportaciones crecieron muchísimo, sobre todo de lanas de 26 a 28 micras pero sucias y lavadas. “Ese top que se exportaba a China antes de la pandemia sigue trancado” dijo. Además, subrayó que “en China se ve una oportunidad para las lanas finas para vestimenta, porque allí hay un crecimiento de la producción sostenible”.
Riani comentó que hay una marca china que está trabajando con Australia en generar prendas con trazabilidad, mediante un código QR, que lleva al origen de la lana y el consumidor puede ver en qué establecimiento se produjo y en qué condiciones. Consideró que esto es una oportunidad para las lanas uruguayas, porque tiene mejores condiciones que Australia en aspectos como el bienestar animal.
De todos modos la situación en Europa mantiene en vilo a Australia y Uruguay, porque “la mitad de lo que se exporta es lana peinada y Europa es el destino principal”, indicó Riani.