AFE tardó más de un año en resolver una investigación por acoso  sexual y no trasladó al denunciado porque era “imprescindible”

escribe Martín Mocoroa 

El 15 de julio de 2019 una funcionaria de la Unidad Gestora de Inmuebles de AFE le envió una carta al entonces gerente general, Fernando Sobral, en la que lo ponía en conocimiento de la situación de acoso sexual y laboral que estaba viviendo. El presunto acosador era su jefe, el arquitecto Pablo Izaurralde, quien —según el relato— entre diciembre de 2018 y abril de 2019 incurrió en insinuaciones, declaraciones amorosas, invitaciones a salir y mensajes de texto a toda hora y casi todos los días, que maquillaban esas intenciones con consultas de trabajo.

Esta nota es exclusiva para suscriptores de BÚSQUEDA y GALERÍA
Elegí tu plan y suscribite

Suscribite

¿Ya sos suscriptor? Iniciá sesión

Probá nuestro servicio, registrate y accedé a una nota gratuita por semana.