La transformación educativa está en pleno proceso de estudio, discusión y revisión. Además de su contenido, el tiempo se convirtió en las últimas semanas en un aspecto clave de la discusión. El Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) pretende poner en marcha los cambios proyectados a partir de marzo 2023 tanto en los centros públicos como privados. Esto pese al pedido expreso de buena parte de los colegios privados de contar con un margen mayor de tiempo para aplicar la reforma.
A principios de setiembre, el Codicen recibió a las asociaciones que nuclean a los colegios privados laicos y confesionales, que entre ambos reúnen a unas 220 instituciones del total de 300 colegios y liceos privados de todo el país. En el encuentro, las autoridades anticiparon algunas de las medidas proyectadas sobre la transformación educativa y las asociaciones privadas plantearon su preocupación por los tiempos previstos para la aplicación del plan oficial.
Desde Codicen insisten en la idea de que empiecen “todos a la vez”, públicos y privados, con el nuevo plan, contemplando “excepciones puntuales” de centros que justifiquen una ampliación de plazos, según dijeron a Búsqueda fuentes de la ANEP.
Los representantes de las instituciones privadas remitieron a la reforma de Germán Rama, de 1996, cuando se dio autonomía a los colegios para aplicarla. Y también a los cambios en los planes de educación procesados en 2006, con el gobierno del Frente Amplio. Entonces el sector privado recibió dos años de prórroga. Pero el presidente del Codicen, Robert Silva, se anticipó al planteo de los privados y dijo que la transformación en curso comenzará en la educación pública y privada, “de forma conjunta”, a partir de 2023.
El pedido de mayor margen de tiempo para aggionarse a los cambios fue planteado directamente por el titular de la Asociación Uruguaya de Educación Católica (Audec), Adrián Arias. Según dijo a Búsqueda, en la reunión les trasladó especialmente a las autoridades la preocupación de los colegios más chicos y las dificultades económicas que pueden encontrar para implementar la reforma. Las asociaciones pidieron un lapso mayor a un año, pero entonces el Codicen respondió que solo se haría esa excepción para aquellas instituciones que lo justifiquen.
Si muchos colegios se toman el año de prórroga, el hecho será políticamente “mal leído” y provocará una “situación complicada” para las instituciones privadas, valoró uno de los participantes del encuentro.
Silva, de acuerdo a las fuentes consultadas, destacó que varias instituciones privadas ya tienen experiencia en el trabajo por competencias, así como en programación, robótica y en evaluación por rúbricas. Los colegios plantearon que los cambios más complejos son aquellos que afectan a la currícula y especialmente la carga horaria de algunas asignaturas, porque eso también implica “trastocar los contratos” de los educadores y obliga a arreglos que exigen planificar con tiempo.
Los consejeros encontraron “razonable” el planteo de las instituciones privadas, pero acordaron dictar clases con los nuevos parámetros en ambos sistemas a la vez, empezando por los primeros años de primaria y secundaria —los ahora séptimo, octavo y noveno— desde 2023. El bachillerato será el último en modificarse y podría dar inicio en 2024 o 2025.
Los privados advirtieron que la elección de horas en los liceos públicos —que generalmente comienza en noviembre— empezaría en febrero, por lo que eso podría demorar el armado de los planteles docentes de los institutos privados.
La ANEP está desarrollando cursos para inspectores y directores sobre la transformación educativa, y también está trabajando en el diseño de cursos masivos vía online destinados a docentes. Por el momento, los directores de centros privados no están participando de estas formaciones.
Tensiones
En las próximas semanas el Codicen proyecta aprobar la malla curricular y los planes, y entre octubre y noviembre los nuevos programas de estudio estarán redactados, discutidos y aprobados, aseguró la responsable técnica del equipo que diseñó el plan de la ANEP, Adriana Aristimuño.
Esto da un margen más acotado de lo normal a los centros educativos privados para adoptar los cambios, dijo Arias, el titular de Audec. El también director del Colegio Santa María Hermanos Maristas reafirmó que lo que más preocupa son los tiempos para la implementación de la reforma.
“Todavía no sabemos cuál es el verdadero alcance de la reforma. Falta conocer los programas y también el reglamento de planes, de pases y evaluación”, dijo, y advirtió que esta situación está generando “tensiones a la interna” de los colegios. “De ahí que pedimos que habiliten a los privados un tiempo mayor que nos permita amortiguar las tensiones y prepararnos mejor”, afirmó.
A la espera de los documentos definitivos, desde la Asociación de Institutos de Educación Privada (Aidep) evitaron hacer declaraciones públicas. Los cambios en la currícula son “clave” y sin ellos no es posible avanzar una postura, explicó a Búsqueda el titular de Aidep, Juan Carlos Noya.
La educación privada representa el 17% del total de la matrícula del sistema de enseñanza del país, según datos oficiales.
Audec reúne a 157 instituciones bajo el paraguas de la Iglesia. Entre los colegios más grandes asociados figuran el Stella Maris, el Seminario y el Juan XXIII. Sin embargo, solo una treintena de los colegios católicos vive un proceso de transformación educativa profunda, advirtió Arias, para señalar que los ritmos de cambio de cada institución y entre congregaciones religiosas son distintos. Los salesianos, los jesuitas y los maristas vienen haciendo una apuesta fuerte en ese sentido, pero esa no es la realidad de la mayoría de los centros, apuntó.
“Muchos colegios de barrio tienen dificultades hasta para su sostenimiento económico. Algunos tienen 150 o 200 alumnos y hacen un esfuerzo enorme para aplicar estas propuestas, pero no es una realidad homogénea. No es que toda la educación católica está avanzada en la materia”, dijo. Asimismo, expresó sus dudas frente al nuevo sistema de educación básica integral. “¿De quién va a depender? ¿De la dirección general de primaria o de la de secundaria? ¿Habrá un sistema de secundaria que acompañará el ciclo básico y otro el bachillerato?”, planteó.
Por su parte, Aidep nuclea a 60 colegios laicos o no confesionales. Entre ellos están el British, la Scuola, el Francés, el Elbio Fernández, el Saint Patrick o el Alemán, dirigido por Noya, quien preside la asociación. Y también hay muchos colegios “de pequeño porte” que no están asociados ni a estas organizaciones.
Sindicatos alineados
La oposición gremial a la reforma educativa apunta en general al contenido y la forma del proyecto de la ANEP. Sergio Sommaruga, del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), sostuvo que se trata de una propuesta “confusa” y que su aplicación generalizada implica también un “riesgo” para el sistema público y privado. Sommaruga cuestionó los cambios del ordenamiento curricular y advirtió el problema de la elección de horas, en consonancia con los gremios públicos.
El martes 4, durante el primer día de la huelga decidida por la Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) de Montevideo, la Coordinadora de Sindicatos de la Enseñanza de Uruguay (CSEU) también planteó entre otras cosas, la incertidumbre sobre los tiempos definidos por la ANEP para procesar los cambios durante una reunión con el Codicen para conocer la aplicación de la reforma curricular en 2023.
En rueda de prensa, el titular del Codicen reconoció que se corre “con plazos justos”. Así y todo, Silva confía en que los cambios se podrán aplicar en todo el sistema ya en el próximo curso.
Información Nacional
2022-10-05T20:46:00
2022-10-05T20:46:00