Acusado por la oposición de hacer campaña, Robert Silva emerge como un “activo político” del Partido Colorado con miras a 2024
escribe Juan Pablo Mosteiro
La “gran duda” surgió después de la noche del 30 de junio de 2019, la de las elecciones internas en las que Ernesto Talvi sorprendió al Partido Colorado y superó en votos al líder histórico Julio María Sanguinetti. Ahí Robert Silva cayó en la cuenta de que debía dejar a un lado su carrera docente y su cargo de consejero en el máximo ente autónomo de la educación para volcarse a la arena política. La campaña, el candidato, el partido en el que militó toda su vida, la fórmula presidencial requerían su nombre y él, finalmente, se implicó a fondo. Por esos días los datos, los sondeos, los internos y también los públicos, le daban vuelo a las chances de pasar al balotaje como compañero del cartel electoral de Talvi.
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