“Este gobierno ha dejado de lado al ovino, no hay señales claras, pero esperamos medidas” sostuvo la representante de Federación Rural en el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) por la zona sur, Amalia Etcheverrigaray.
“Este gobierno ha dejado de lado al ovino, no hay señales claras, pero esperamos medidas” sostuvo la representante de Federación Rural en el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) por la zona sur, Amalia Etcheverrigaray.
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En caso de que tengas dudas o consultas podés escribir a [email protected] contactarte por WhatsApp acáAl ser consultada sobre lo que esperan de la actual administración en relación al rubro ovino, respondió: “no queremos que nos de ni regale nada, sino que tienen que tomar medidas para ayudar con el problema de los predadores y abriendo mercados, vamos a trabajar tranquilos”.
La productora sostuvo que esa gremial “está totalmente consciente de la situación que atraviesa el rubro ovino”. Admitió que “no es la situación que queríamos, porque el stock ha bajado, pero los mercados de la carne luego de la noticia de Israel dan mejores señales”.
Enfatizó que la posición de Federación Rural es la de “defender al rubro ovino, como defiende a todos”. Sostuvo que “nos hemos preocupado mucho por la carne como por la lana, como por el grave problema que han ocasionado las jaurías. Seguimos esto con preocupación y planteamos soluciones para apoyar al productor”. Reconoció que “la situación es muy compleja”, y que “nunca es suficiente lo que se hace”.
Por otar parte, la representante de la Federación Rural se refirió a la disconformidad con el funcionamiento del Instituto Nacional de Bienestar Animal (INBA); y además dijo que las gestiones realizadas en China para solucionar la colocación del stock de lanas “nos da cierta esperanza”.
Sobre las admisiones temporarias en la importación de lanas dijo que “la suspensión de seis meses no generó mucho impacto, aunque todavía no es momento de medirlo, ya que se están moviendo los stocks”.
De todos modos, se mostró firme al señalar que “no se trata de prohibirlas, sino de modificar las condiciones para que los productores y sus lanas tengan el mismo tratamiento fiscal. Además se trabaja en pos de las buenas prácticas, certificando las lanas, porque las que vienen bajo ese régimen salen del país con la marca Uruguay, pero no se sabe si fue cosechada con las prácticas que se exigen aquí”. Por eso, reclamó que se realice una trazabilidad de la lana que ingresa, “el cómo lo sabrán quienes lo tengan que hacer”, dijo.