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Fue uno de esos campeonatos de golf que queda marcado en la memoria por las diferentes circunstancias que se dieron a lo largo de los cuatro días de juego. El primer caso positivo de un golfista en el PGA Tour, una suspensión temporaria del juego por espacio de tres horas en la ronda definitoria por tormentas eléctricas, un número increíble de golfistas con chance de quedarse con el título, y finalmente la coronación con las últimas luces del domingo 21.
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“Fue un día totalmente loco”, diría más tarde en la conferencia de prensa Webb Simpson, el ganador del Heritage Classic, quien embocó el último putt prácticamente de noche. El triunfador empleó 262 golpes, 22 bajo el par de la cancha del Harbor Town Golf Club, en Carolina del Sur, para aventajar por solo uno a su escolta, el mexicano Abraham Ancer, quien cumplió otra actuación consagratoria. También merece destaque el quinto puesto alcanzado por el chileno Joaquín Niemann, logro que le permitió ascender al puesto 16º del ranking de ganancias del principal circuito del mundo.
Por su victoria, Simpson obtuvo un cheque por US$ 1,3 millones de los US$ 7 millones que repartió el certamen en premios, con lo cual pasó ahora a liderar el ranking de ganancias del circuito estadounidense tras el regreso a la actividad luego de tres meses de paralización por la pandemia del coronavirus.
Además, el golfista de 34 años con su triunfo pasó a ocupar el quinto lugar del ranking mundial, liderado por el norirlandés Rory Mc Ilroy.
Primer positivo en el PGA Tour.
Al igual que en el regreso del golf a la competencia oficial y de acuerdo a los nuevos protocolos, 148 los golfistas formaron parte del segundo torneo tras la suspensión. El jueves 18, el inglés Ian Poulter, con una espectacular tarjeta de 64 golpes, siete bajo el par del campo, quedó en lo más alto de las posiciones. Dentro de la nueva normativa y en acuerdo con la televisión, algunos jugadores portaban micrófonos en sus cinturones para darle mayor contenido a la transmisión.
En la segunda jornada se prendieron las alarmas cuando se confirmó el positivo Covid-19 del norteamericano Nick Watney. Tras finalizar la primera vuelta, donde hizo 74 golpes, Watney consultó a un médico de la gira porque no se sentía bien. Tras la realización del test correspondiente, al cabo de unas horas se confirmó el positivo, por lo cual el jugador se retiró inmediatamente de la competencia para comenzar un período de cuarentena mínimo de 15 días, recomendado por las autoridades sanitarias del circuito. Además, de acuerdo al protocolo sanitario del PGA Tour se realizaron también controles a los ocasionales compañeros de juego de Watney y de los caddies involucrados, dando todos negativos.
En lo estrictamente deportivo, Simpson saltaba a la punta del campeonato con un acumulado de 130 golpes para los 36 hoyos. El corte clasificatorio quedó en 138 golpes, continuando 74 jugadores en la competencia.
El mexicano Abraham Ancer, de apenas 21 años, con una tarjeta de 65 golpes y un acumulado de 198 para los 54 hoyos mostraba sus intenciones de alcanzar el primer título en el PGA Tour tras la disputa de la tercera vuelta. Pero en su misma línea también quedaban el inglés Tyrell Hatton y los norteamericanos Ryan Palmer y Webb Simpson, en lo que prometía una apretada definición.
El putter una vez más decide.
La ronda final tuvo un desarrollo totalmente anormal por la llegada de unas tormentas que llevaron a la suspensión del juego cuando el grupo final recién estaba en el hoyo 2. La demora duró más de tres horas, por lo cual comenzaron las especulaciones sobre si el torneo podría finalizar ese día. Al reanudarse las acciones se dio la particularidad nunca antes vista en un torneo del PGA Tour: 21 golfistas tenían posibilidades de coronarse.
Mientras algunos terminaban su ronda, los punteros recién completaban los primeros nueve hoyos. En ese panorama, Simpson hizo cinco birdies en los últimos siete hoyos para terminar con una muy buena tarjeta de 64 golpes en condiciones muy difíciles; finalmente, se quedó con el título.
Al igual que en la definición del Charles Schwab de la semana pasada en favor de Daniel Berger, el putter de Simpson fue determinante para lograr su segunda victoria en lo que va de la temporada. En esta oportunidad, Simpson embocó 26 de los 27 putts de dos metros o menos que le quedaron a lo largo de las cuatro rondas, logro realmente impresionante.